-
“No debes olvidarte”La Atalaya 1969 | 1 de marzo
-
-
a los artistas de cine, a políticos, a gobernantes, aun a sí mismas. Quizás sea una imagen o algo ilusivo, por ejemplo, nirvana. Pero miremos de nuevo a la cristiandad, mientras consideramos este tema, y preguntemos con seriedad: ¿Qué ha hecho para la humanidad la religión de la cristiandad? ¿Ha hecho ésta que las naciones y su gente sean mejores moralmente, espiritualmente? ¿Ha hecho que sean pacíficas? ¿Se aman unas a otras más ahora que hace cincuenta años o quinientos años? ¿Ha producido la cristiandad “gloria . . . a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”? (Luc. 2:14) ¿Por qué no? Porque la humanidad y su clero religioso se han olvidado de Dios, han desechado su Palabra y han rechazado el reino de Jehová por su Hijo Cristo Jesús. Jesús lo dijo claramente: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. Es en vano que siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas.” (Mat. 15:8, 9) Las religiones falsas no le están enseñando a usted la Palabra de Dios, sino que le están enseñando su propia doctrina. Escuche a Dios, porque él le dice a usted ahora: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados.” (Rev. 18:4) ¡La cristiandad y todo el imperio mundial de religión falsa están condenados a destrucción!
-
-
“No olvides todos sus hechos”La Atalaya 1969 | 1 de marzo
-
-
“No olvides todos sus hechos”
1. ¿Qué nos dice el Salmo 103:3-5 acerca de la misericordia de Jehová Dios?
ACUDA a la Palabra de Dios y sea como el fiel rey David, un adorador verdadero de Jehová Dios. Dijo él: “Bendice a Jehová, oh alma mía, y no olvides todos sus hechos.” (Sal. 103:2) David, un hombre según el propio corazón de Dios, no quería olvidar nada de lo que Jehová había hecho para él. ¿Cuáles fueron algunas de las cosas que Jehová hizo para él? Él dijo que Jehová fue quien “está perdonando todo tu error, que está sanando todas tus dolencias, que está reclamando tu vida del mismísimo hoyo, que te está coronando con bondad amorosa y misericordias, que está satisfaciendo tu vida entera con lo que es bueno.” (Sal. 103:3-5) David comprendía a cabalidad que “con error fui dado a luz con dolores de parto, y en pecado me concibió mi madre.” (Sal. 51:5) Sabía que él cometía errores, pero se dirigía a Dios en oración y pedía perdón. Él confiaba plenamente en que Jehová lo perdonaría, porque él se apartaba del derrotero erróneo y tomaba el correcto. David no quería olvidar al que estaba perdonando todo su error.
2, 3. (a) Aunque quizás consigamos consejo en cuanto a cómo cuidar nuestra salud, ¿cómo es que se curan nuestras enfermedades? (b) ¿Qué bendiciones esperamos en cuanto a la salud, y cómo confirmó esto Jesús?
2 David no podía olvidar al Dios que está sanando todas las dolencias del hombre. El hombre verdaderamente está hecho de manera maravillosa. David reconoció esto. Él apreciaba el hecho de que podía ver, oír, hablar, sentir y oler. Quería usar estas facultades sabiamente. Le preocupaba la condición saludable de su corazón y sus riñones. (Sal. 26:2; 7:9) Cuando enfermaba, David sabía que esta condición se había heredado junto con el pecado de Adán. Pero, ¿cómo se efectúa la recuperación? Decimos: “Cuídate.” David hacía lo mismo cuando estaba enfermo; muy probablemente se iba a la cama, se mantenía caliente, bebía algunos jugos de frutas que ayudaran. Quizás recibía algún buen consejo de doctores de su tiempo. Pues bien, ¿qué consejo dan la mayoría de los doctores a los que tienen dolencias hoy? “Váyase a la cama.” “Descanse más.” “Tome unas vacaciones.” “Haga más ejercicio.” “Respire más profundamente.” Pero, ¿qué es lo que efectúa la curación? Pues, este maravilloso cuerpo nuestro. Jehová Dios lo hizo de tal manera que se restaura a sí mismo. El cuerpo efectúa la curación. (Sal. 30:2; 103:5) Si David no se olvidaba, entonces nosotros no deberíamos olvidarnos del que “está sanando todas tus dolencias.” ¡Qué gran día será aquél en el cual hasta la muerte ya no tenga dominio sobre la humanidad! Porque cuando los nuevos cielos y la nueva tierra queden plenamente establecidos, dice la Palabra de Dios, “él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”—Rev. 21:4.
3 David tampoco podía olvidar al que “está reclamando tu vida del mismísimo hoyo.” David sabía que la duración de vida del hombre era de setenta años y, debido a poderío especial, quizás ochenta. (Sal. 90:10) Entonces vendría la muerte y el alma de uno bajaría al hoyo. No obstante, David, como Job, tenía fe en la resurrección de los muertos, pues Job creía que Dios fijaría un límite de tiempo y lo recordaría. (Job 14:13) Jesucristo confirmo esta esperanza y dijo: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán.” (Juan 5:28, 29) David, con tal fe, no podía olvidar a Dios, quien lo reclamaría del hoyo. ¿Podría usted?
4. ¿De qué maneras fue David un ejemplo de una persona que no se olvidaba de los hechos de Jehová?
4 Tampoco podía David olvidar al Dios “que te está coronando con bondad amorosa y misericordias.” David tuvo una vida interesante. Era un buen pastorcito que cuidaba las ovejas de su padre. Cuando era muchacho fue ungido para ser rey de Israel por el profeta Samuel. Permaneció humilde y nunca trató de usurpar el trono del rey Saúl. David sabía que Dios había ungido a Saúl, y aunque David fue perseguido por Saúl, esperó hasta que Jehová hiciera un cambio. El reino de Israel creció bajo el reinado del rey David y Jehová le permitió a David hacer planes y recoger material para la construcción del gran templo de su hijo Salomón. David tuvo sus momentos de tristeza y pesar. Cometió errores, pero confió en la bondad amorosa y misericordia de Jehová su Dios. ¿Está la vida de usted coronada con la bondad amorosa y las misericordias de Dios también? ¿Hace usted como David, de modo que ‘no olvida todos sus hechos’?
5. ¿Cómo le ha suministrado Jehová ayuda a la humanidad para que los que lo aman no olviden?
5 Podemos estar seguros de ello... ¡Jehová Dios no olvidará! Aunque nosotros olvidemos, él no olvidará. Como ayuda para que no olvidemos, tenemos que repasar, seguir leyendo, seguir escuchando la Santa Palabra de Dios. ¡Esto es tan esencial para el vivir correcto! Todos los cristianos que han adquirido un conocimiento exacto de la verdad y han dedicado su vida a hacer la voluntad de Dios y que han sido bautizados en agua tienen que continuar estudiando la Biblia. Con el tiempo, habiendo estudiado sus decisiones judiciales escritas, podrán discernir entre lo correcto y lo incorrecto. La Biblia da con claridad los principios correctos y la senda correcta que debe seguir el hombre. Pero aun los cristianos que han servido bien a Dios por muchos años pueden olvidarse de Dios si dejan de estudiar la Palabra de Dios. Algunas personas deliberadamente quieren olvidar a Dios, y esto se marca en su conciencia como si fuera con hierro de marcar.—1 Tim. 4:2.
6. ¿De qué manera aplica en nuestro día el Salmo 50:16-18, y por qué no le han sido de ayuda a la gente las religiones de la cristiandad?
6 El escritor del salmo cincuenta dice:
-