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Se abre “una puerta grande” en PortugalLa Atalaya 1977 | 15 de enero
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todavía el mensaje del reino de Dios. Se organizaron cincuenta y ocho trabajadores de tiempo cabal especiales en grupos de autos para trabajar por toda carretera y visitar todo hogar. ¿Qué resultados hubo?
En el primer mes de la campaña un grupo de cuatro Testigos distribuyó un total de 2.241 Biblias y libros. Se pronunciaron discursos públicos a grupos de personas que mostraban interés. En un pequeño caserío, una familia católica muy sincera y hospitalaria ofreció alojamiento gratis para el grupo. Todas las noches cuando los Testigos regresaban, la bondadosa señora tenía una cena preparada. Mostró gran interés en la obra educativa bíblica que estos “precursores” estaban efectuando y las primeras palabras que les decía cada noche eran: “¿Y cómo les fue en su trabajo hoy? ¿Escuchó bien la gente?” Esta señora de buen corazón también estaba encargada de la sacristía, y era la principal apoyadora del cura párroco. Pero las visitas de él se habían hecho menos frecuentes y más distanciadas unas de otras. Fue una agradable sorpresa para el grupo el que esta señora reuniera a veintitrés personas de aquel caserío pequeño para que oyeran un discurso bíblico en el hogar de ella.
¡LA BIBLIA HACE VALER SUS MÉRITOS!
Durante todos los años de la proscripción había sido difícil el que las congregaciones recibieran suficientes ejemplares de la Biblia. De hecho, las tiendas comerciales que vendían Biblias rehusaban hasta vendérselas al por mayor a los testigos de Jehová. ¡Qué razón hubo para mostrar alegría cuando 60.000 ejemplares de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras se recibieron de Nueva York, para usarlas en la primera campaña bíblica de casa en casa, que se celebró en los meses de noviembre y diciembre de 1975. El tener la Biblia en portugués para ofrecerla a la gente puso gran celo en los Testigos. Un nuevo trabajador que fue de casa en casa en Braga, una ciudad muy religiosa del norte, distribuyó con entusiasmo veinticinco Biblias en la primera semana de la campaña.
Una congregación rural de unos veinte Testigos distribuyó 104 Biblias —un promedio de más de cinco cada uno— durante el primer mes de la campaña.
BRILLANTES EXPECTATIVAS
Aunque ahora en tan solo la zona más grande de Lisboa hay más de cien congregaciones de testigos de Jehová, y en la ciudad de Lisboa una proporción de un Testigo por cada 176 habitantes, todavía se está hallando, en grandes cantidades, a personas que “tienen hambre y sed de justicia.”—Mat. 5:6.
Ahora hay más de 18.000 testigos activos de Jehová en Portugal. Los informes muestran que otros miles de personas se unen a éstos con regularidad en las reuniones que éstos celebran en los Salones del Reino por todo el país. Además, cuando uno considera que 45.221 personas se reunieron para observar el Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo en abril de 1976, se puede entender fácilmente por qué los testigos de Jehová en Portugal se alegran de que ante ellos se haya abierto “una puerta grande que conduce a la actividad.” Gozosa y celosamente, han pasado por esa puerta y se han aprovechado de sus privilegios de servicio como de una gran bendición. (1 Cor. 16:9) No están aflojando la mano. En los últimos meses han disfrutado de tantas bendiciones que se sienten como David, cuando dijo de sus bendiciones: “Han llegado a ser más [numerosas] de lo que yo pueda relatar.”—Sal. 40:5.
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“Nieve en el día de la siega”La Atalaya 1977 | 15 de enero
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“Nieve en el día de la siega”
● En Proverbios 25:13, el refrescante efecto de un enviado fiel en los que lo envían se compara al “frescor de la nieve en el día de la siega.” Evidentemente esto se refiere al refrescante frescor de una bebida enfriada por la nieve de las montañas, algo que sería muy apreciado por los que estuvieran trabajando duro en la siega.
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