que los testigos de Jehová sientan pánico e impulsados por ello entren en las Naciones Unidas. En 1918-1919 cifraron la fe en la Piedra cabalmente probada y preciosa de Jehová en Sión. Rehusaron adorar a la Sociedad de las Naciones; más bien declararon su ruina. Ahora rehusamos adorar a las Naciones Unidas y confiar en ellas, e igualmente declaramos su ruina venidera. Confiamos en la Piedra real en Sión para refugio y escondite y no participamos del temor, angustia y zozobra del mundo. Todavía estamos aquí, inmutablemente apoyándonos en la piedra preciosa de Jehová, y predicamos e invitamos a todas las personas semejantes a ovejas alrededor de toda la tierra a que se refugien y se escondan del Armagedón en la Piedra de Jehová. Tenemos nuestra esperanza cifrada en el reino de Jehová mediante Cristo. Como refugio, ese reino no es mentira; es la verdad. Como escondite, ese reino no es falsedad; es una realidad confiable. Ese reino durará mientras dure la verdad—¡para siempre!

Cuando Jehová se levanta para su obra rara

1. ¿Cómo describe Isaías la situación de los que tratan de tomar reposo descuidado en los arreglos mundanos para la paz y la seguridad, y por qué?

ESTE no es tiempo para reposo descuidado o para sentirse satisfecho dentro de los arreglos mundanos para paz, seguridad, prosperidad y supervivencia. Cualquiera que se estire en una cama de reposo provista por este mundo halla que la cama es demasiado corta para impedir que sus pies queden descubiertos y sientan frío. Si se dobla para acomodarse a la cama corta y encoge las rodillas hasta la barba, entonces las cobijas resultan ser demasiado angostas para envolverse en ellas a fin de mantener abrigado todo su cuerpo. Por eso, bajo las sombras en creciente oscuridad del acto y obra de Jehová durante la venidera batalla del Armagedón, la situación del género humano al tratar de tomar reposo y descanso mundanos llega a helar la sangre. Le da a uno escalofrío. “Porque,” dice Isaías (28:20, 21), “el canapé ha resultado demasiado corto para estirarse uno en él, y la sábana tejida misma es demasiado angosta cuando uno se envuelve. Porque Jehová se levantará exactamente como en el monte Perasim, se agitará exactamente como en la llanura baja cerca de Gabaón, para hacer su acto—su acto es extraño—y para obrar su obra—su obra es rara.”

2, 3. (a) En el siglo después de la profecía de Isaías, ¿por qué fué la situación una que hizo posible algo extraño y raro por parte de Jehová? (b) ¿Cuándo efectuó Jehová esa obra increíble, y cómo mostró que no sintió renuencia en cuanto a repetirla?

² Durante el siglo que siguió a la declaración de esas palabras Jehová se levantó en un primer cumplimiento de ellas. Jerusalén nunca antes había sido destruída. Su trono de la casa de David nunca antes había sido derrocado. Su templo imponente a Jehová nunca antes había sido quemado ni arrasado hasta el suelo. El que ocurriera tal cosa era increíble, para los judíos. El que Jehová se hiciera responsable de tal cosa era demasiado