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Nuestra salud espiritual y “los riñones”La Atalaya 1978 | 1 de mayo
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Por decirlo así, no se hallaría que estuviera padeciendo de cálculos renales.
26. De modo similar, ¿qué pueden pedir a Jehová los que hoy guardan integridad, y con qué confianza?
26 De modo similar, nosotros los que somos honrados guardadores de integridad en la actualidad podemos pedir a Dios que nos escudriñe a cabalidad hasta lo más recóndito, como si fuese con el procedimiento ardiente que utiliza un refinador de metales. ¿Por qué? Porque confiamos en que, bajo tal escudriñamiento minucioso, no saldrá ninguna “escoria” pecaminosa a la superficie en demostración de que muy en lo interior de nosotros haya adulteración, que estemos contaminados, que seamos mundanos o que nos falte integridad cristiana.
27. ¿Qué hallazgos resultantes del examen que nos haga Jehová harán que él se complazca intensamente?
27 Entonces, ¿qué le revela hoy a Jehová un escudriñamiento de nuestros “riñones”? Esperamos que un estado saludable en lo espiritual, en lo que toca a lo que verdaderamente somos como personalidades. Si sucede así, demostraremos que hemos estado obrando con sabiduría y no podremos menos que ganar la aprobación de Dios. En su interior, Jehová se complacerá muchísimo a causa de nosotros. Hablando de sí mismo como de un padre que tiene riñones, Jehová nos dice: “Hijo mío, si tu corazón se ha hecho sabio, se regocijará mi corazón, sí, el mío. Y mis riñones se alborozarán cuando tus labios hablen rectitud.”—Pro. 23:15, 16.
28. Por eso, ¿a qué grado vigilaremos lo genuino de nosotros como adoradores y testigos de Jehová, con qué esperanzas de pasar el examen?
28 ¡Ah!, entonces, con la mira de hacer que nuestro Padre celestial se alboroce, pondremos nuestro corazón y nuestros riñones en nuestro servicio sagrado a Él. Con relación a ser adoradores y testigos suyos, seremos genuinos hasta lo más recóndito de nosotros mismos. Entonces no tendremos pecados secretos que ocultarle. (Sal. 19:13, 14) No temeremos el examen final que nos haga, prescindiendo de lo profundamente que nos escudriñe. Con ese fundamento libre de tacha, pasaremos el examen de nuestros riñones por Jehová con haberes eternos a nuestro favor. Con alborozo él nos expedirá un “certificado de buena salud.”
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Benefíciese del ‘juego de palabras’ de la BibliaLa Atalaya 1978 | 1 de mayo
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Benefíciese del ‘juego de palabras’ de la Biblia
La Biblia contiene juegos de palabras, es decir, en el hebreo original se emplean palabras de sonido similar con significado diferente para recalcar un punto. Estos juegos de palabras no se reconocen fácilmente en las traducciones, pero es posible que se llame atención a ellos en notas al pie de la página o en las referencias marginales. Evidentemente esos juegos de palabras ayudaban a grabar con profundidad el mensaje en la mente de los oyentes o lectores. El tomar nota de ellos puede hacer que los pasajes de la Escritura donde aparecen sean más significativos para nosotros.
Considere, por ejemplo, Jeremías 1:11-13, donde leemos: “Siguió ocurriéndome la palabra de Jehová, diciendo: ‘¿Qué estás viendo, Jeremías?’ De modo que dije: ‘Un vástago de almendro es lo que estoy viendo.’ Y Jehová pasó a decirme: ‘Has visto bien, porque estoy manteniéndome despierto respecto a mi palabra para ponerla por obra.’”
Uno pudiera sentirse inclinado a preguntar: ¿Qué relación hay, exactamente, entre un “almendro” y “manteniéndome despierto”? En el lenguaje original hay un juego de palabras envuelto en esto. El nombre hebreo para almendro significa literalmente “el que despierta.” Esta es una designación apropiada, puesto que el almendro es uno de los primeros árboles que florecen después del descanso invernal.
El que acabamos de mencionar es solo uno de los muchos juegos de palabras bíblicos. Para no pasarlos por alto, examine las notas al pie de la página o las referencias marginales, si la Biblia que usted usa las tiene. Pudiera descubrir cosas muy interesantes y útiles.
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