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La Vid, cuyo vino alegra a Dios y al hombreLa Atalaya 1979 | 15 de febrero
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dando su atención indivisa a la causa del “Santo de Dios.” Creían que él era “el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” (Mat. 16:16) En una ocasión más, Pedro le dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros realmente?” (Mat. 19:27) Ante decisiones de tal índole, las palabras de Jesús, habladas en especial a los apóstoles privadamente, deben haber tenido un efecto purificador, deben haberlos dejado en una condición espiritual que era ‘limpia.’ Todos los “sarmientos” que permanecieran en tal condición de “limpios” podrían dedicarse en compromiso pleno al propósito singular de la “vid verdadera” de Jehová. Esto resultaría en alegría tanto para Dios como para los hombres.
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La clase de fructificación que glorifica a DiosLa Atalaya 1979 | 15 de febrero
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La clase de fructificación que glorifica a Dios
1. Por las palabras de Jehová en Ezequiel 15:1-5, ¿qué indicó él que era el propósito principal de una parra?
¿QUÉ propósito tiene realmente una parra? Hace mucho tiempo el Plantador de la primera parra interrogó acerca de esto a su profeta Ezequiel, así: “Hijo del hombre, ¿de qué manera sucede que el árbol de la vid sea diferente de todo otro árbol, el sarmiento, que ha llegado a estar entre los árboles del bosque? ¿Se toma de él algún palo con el cual hacer algún trabajo? ¿O toma la gente de él una estaca en la cual colgar cualquier clase de utensilio? . . . ¡Mira! Cuando sucede que está intacto, no se usa para ningún trabajo.” (Eze. 15:1-5) Está claro, pues, que el propósito principal de la parra es llevar fruto, las deliciosas uvas que se usan para hacer el vino.—Jue. 9:13.
2. En armonía con ese propósito de la vid, ¿qué dijo Jesús en Juan 15:16 que él pensó al escoger aquellos “sarmientos” apostólicos?
2 El vino tuvo que ver con la celebración de la última Pascua de Jesús con sus apóstoles.
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