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Unificación a pesar de predicciones falsasEl Paraíso restaurado a la humanidad... ¡por la Teocracia!
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fuerza activa invisible. Es precisamente como Él dijo: “Los haré superiores en Jehová.” Por lo tanto, ¿no deberían ellos honrar Su nombre sagrado y esforzarse por obrar en armonía con la oración que Jesucristo les enseñó a orar: “Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre”? Añaden dignidad a su nombre y hacen saber que “solo su nombre es inalcanzablemente alto.” (Salmo 148:13) Así en todas las tierras donde hay miembros del resto ungido hoy es verdad precisamente lo que se predijo en Zacarías 10:12: “‘En Su nombre andarán,’ es la expresión de Jehová.” Al continuar haciendo esto hasta la misma “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, participarán con el reino mesiánico en vindicar para siempre el más grande Nombre de todo el universo.
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Consecuencias de rechazar al Gobernante Pastoral de DiosEl Paraíso restaurado a la humanidad... ¡por la Teocracia!
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Capítulo 18
Consecuencias de rechazar al Gobernante Pastoral de Dios
1. ¿Por qué no es extraño que Jehová compare con pastores a gobernantes inferiores a Él?
EL MAYOR Gobernante de todos repetidamente se comparó con un pastor. Considere, por ejemplo, esta bella comparación que Él hace al predecir lo tiernamente que conduciría a su pueblo desterrado de vuelta a su país de origen: “¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como fuerte, y su brazo estará gobernando para él. ¡Mira! Su galardón está con él, y el salario que él paga está delante de él. Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará. A las que están dando de mamar las conducirá con cuidado.” (Isaías 40:10, 11) No sería extraño, pues, que comparara con pastores a gobernantes inferiores de la Tierra.
2. ¿A qué plantas asemeja Jehová a gobernantes mundanos sobresalientes, y, similarmente, a qué asemeja al resto librado de Babilonia?
2 También asemejó a gobernantes sobresalientes con árboles de alta estatura. Al Faraón real del antiguo Egipto se le compara así con un árbol imponente. (Ezequiel 31:1-18) Hasta el resto desterrado a quienes Jehová por medio de su Mesías o Ungido saca de la Babilonia simbólica y conduce de regreso a su tierra de origen dada por Dios son comparados por él con árboles. Él hace esto cuando habla de la asignación de trabajo que da a su Mesías, a saber: “Para consolar a todos los que están de duelo; para hacer la asignación a los que están de duelo por Sión, para darles una prenda de adorno para la cabeza en vez de cenizas, el aceite de alborozo en vez de duelo, el manto de alabanza en vez del espíritu desalentado; y se les tiene que llamar árboles grandes de justicia, el plantío de Jehová, para que él sea hermoseado.”—Isaías 61:1-3.
3, 4. (a) ¿Qué contraste traza Zacarías entre aquellos “árboles grandes de justicia” y los “árboles” mundanos? (b) Según Zacarías 11:1-3, ¿por qué habrá un aullar y rugir?
3 A estos simbólicos “árboles grandes de justicia, el plantío de Jehová,” se hace referencia en el anterior capítulo décimo de la profecía de Zacarías cap. 10, versículos 3-12. ¡Qué gran contraste se traza ahora entre ellos y los árboles simbólicos en elevados niveles de nuestro mundo opresivo! En el día de Zacarías las montañas majestuosas del Líbano estaban revestidas de bosques de sus “cedros del Líbano” de fama mundial y otros fragantes árboles siempreverdes. ¡Qué triste pensar que esos bosques fueran asolados por una conflagración inextinguible! Eso es suficiente para que uno aúlle. El mundo tendrá que dar un aullido de esa índole, porque, casi como secuela al capítulo diez de la profecía de Zacarías, el capítulo once abre con el mandato divino de dar expresión a ese aullido. Leemos:
4 “Abre tus puertas, oh Líbano, para que un fuego devore entre tus cedros. ¡Aúlla, oh enebro, porque el cedro ha caído; porque los majestuosos mismos han sido despojados con violencia! ¡Aúllen, árboles macizos de Basán, porque el bosque impenetrable se ha venido abajo! ¡Escucha! El aullido de pastores, porque su majestuosidad ha sido despojada violentamente. ¡Escucha! El rugido de leoncillos crinados, porque los orgullosos matorrales a lo largo del Jordán han sido despojados violentamente.”—Zacarías 11:1-3.
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