-
Él toma en consideración nuestras limitacionesLa Atalaya 2009 | 1 de junio
-
-
¿Y si la persona ni siquiera tenía lo suficiente para dos aves? Entonces la Ley decretaba: “Tiene que traer como su ofrenda por el pecado que ha cometido un décimo de efá [ocho o nueve tazas] de flor de harina para una ofrenda por el pecado” (versículo 11). Vemos que en el caso de los que eran muy pobres, Jehová estaba dispuesto a hacer una excepción y aceptaba una ofrenda incruenta, es decir, sin sangre.a En Israel, la pobreza no privaba a nadie de la oportunidad de expiar sus culpas ni del privilegio de hacer las paces con Dios.
-
-
Él toma en consideración nuestras limitacionesLa Atalaya 2009 | 1 de junio
-
-
a El valor expiatorio de un animal sacrificado estaba en su sangre, que a los ojos de Dios es sagrada (Levítico 17:11). ¿Significa eso que las ofrendas de harina que hacían los pobres no tenían ningún valor? No. Jehová valoraba mucho el espíritu humilde y dispuesto de quienes hacían aquellas ofrendas. Además, con la sangre de los animales que se ofrecían anualmente a Dios en el Día de Expiación ya se cubrían los pecados de toda la nación, incluidos los pobres (Levítico 16:29, 30).
-