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¿Por qué hay tanto sufrimiento, si el Creador se interesa por nosotros?¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
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Ahora bien, todavía le esperaban más calamidades. Contrajo una enfermedad horrible que lo cubrió de diviesos malignos.c Su enfermedad era tan grave y repugnante que su esposa culpó a Dios. “¡Maldice a Dios, y muere!”, le dijo. Job no entendía a qué se debían sus sufrimientos, pero no acusó a Dios de ser el causante. Leemos: “En todo esto Job no pecó con sus labios” (Job 2:6-10).
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