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El aborto... y “la Fuente de la vida”¡Despertad! 1987 | 8 de abril
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El feto humano... ¿cuán preciado es?
El rey David reconoció: “Me tuviste [Jehová] cubierto en resguardo en el vientre de mi madre. [...] Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas”. Y esto es igualmente cierto en el caso de cualquiera de nosotros. (Salmo 139:13-16.)
Todo embarazo humano es preciado para “la fuente de la vida”, Jehová Dios. La ley mosaica aclara precisamente cuán preciado es en Éxodo 21:22, 23: “En caso de que unos hombres luchen el uno con el otro y realmente lastimen a una mujer encinta [...], si ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma”.
Algunas traducciones de la Biblia vierten este texto de manera que parezca que esta ley se dio para defender a la madre, no al feto. Sin embargo, el texto hebreo original se refiere a un accidente mortal que afectara ya fuera a la madre o al hijo.
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El aborto... y “la Fuente de la vida”¡Despertad! 1987 | 8 de abril
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El punto de vista cristiano
Un aborto espontáneo o malparto es algo que puede suceder en cualquier momento debido a la imperfección humana o a un accidente. Sin embargo, un aborto provocado deliberadamente sólo para impedir el nacimiento de una criatura no deseada es una cuestión diferente. Según las Escrituras, como hemos visto, eso corresponde a quitar voluntariamente la vida humana.
¿Quién es “Aquel que tiende la tierra y su producto, Aquel que da aliento a la gente sobre ella, y espíritu a los que andan en ella”? No es ningún hombre sino la Fuente de toda la vida: Jehová Dios. (Isaías 42:5.) La capacidad que Dios nos ha dado de transmitir la vida a nuestra prole es un privilegio preciado por el que, como en todas las cosas, “cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios”. (Romanos 14:12.)
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