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  • La publicidad... ¿cuán necesaria es?
    ¡Despertad! 1988 | 8 de febrero
    • La publicidad... ¿cuán necesaria es?

      EL PAVO real abre su cola en una vibrante eclosión de color. Las plumas, cinco veces más largas que su cuerpo, se yerguen y permanecen trémulas, resplandeciendo a la luz del sol con sus múltiples manchas azules semejantes a ojos. Es un espectáculo impresionante verle ejecutar despaciosamente su parada nupcial en torno a la hembra. ¿Cómo podría ella resistirse a lo que ha sido descrito como “el gesto publicitario más impresionante del mundo”? La publicidad es un fenómeno mundial. Esta serie de artículos analiza su motivación y sus efectos desde la óptica del corresponsal de ¡Despertad! en Gran Bretaña.

      Fundamentalmente, ¿qué es la publicidad? Es la acción por la que se hace pública una cosa. En la naturaleza, por lo general, es esencial para la preservación y la propagación de la vida.

      Por ejemplo: el aullido del lobo anuncia su presencia con el fin de evitar tropiezos innecesarios con otras manadas cuando andan a la caza de alimentos. Una mariposa puede detectar unas pocas moléculas de feromona —una sustancia química— liberadas a muchas millas de distancia por un macho de su especie que anuncia que está buscando aparearse. Ciertos depredadores evitan sabiamente atacar a la oruga de la mariposa Cinabrio, cuyo cuerpo tiene una coloración a bandas amarillas y negras que anuncia, no solo que es de un sabor desagradable, sino que también es tóxico.

      ¿Y los humanos? Hemos ido más lejos y comercializado el arte de la publicidad. Considere unos cuantos ejemplos.

      Publicidad comercial

      Tal vez sea un papiro egipcio descubierto en Tebas el anuncio publicitario más antiguo que existe. Fue escrito hace más de tres mil años, y anunciaba una recompensa para quien encontrase y devolviese a un esclavo fugado.

      Los pregoneros públicos de la antigua Grecia, parecidos a los que posteriormente ha habido en las ciudades europeas, fueron, de hecho, agentes de publicidad ambulantes que, de ese modo, atraían la atención a su pregón.

      En la Inglaterra medieval, el símbolo de tres bolas doradas colgantes, tomado del escudo de armas de una familia de financieros italianos, los Medici, se usó para anunciar a los prestamistas. Actualmente, el mismo símbolo ha sobrevivido y se emplea para identificar a las casas de empeño.

      Hace más de doscientos cincuenta años, el doctor londinense Samuel Johnson se quejó en estos términos: “Los anuncios publicitarios han llegado a ser tan abundantes, que ya se miran con mucha negligencia. [...] El oficio de la publicidad está hoy tan próximo a la perfección, que ya no es fácil proponer alguna mejora”. Pero, desde entonces, ¡cuánto han cambiado las cosas! En los últimos cincuenta años el oficio ha crecido hasta convertirse en una industria.

      Hoy la publicidad es un negocio a gran escala, de grandes proporciones. Periódicos, vallas publicitarias, páginas de publicidad cuidadosamente elaboradas en revistas, anuncios de neón, cuñas publicitarias en la radio y la televisión... todos estos son medios que luchan por captar nuestra atención con un constante bombardeo persuasivo, unas veces agresivo y otras sorprendentemente ingenioso y sutil.

      El estridente zumbido de las aeronaves modernas hace que volvamos la vista al cielo para contemplar gigantescos anuncios flotantes. Pequeñas avionetas sobrevuelan con estelas de anuncios publicitarios. La diversificación parece inacabable. ¿Pero es esto realmente necesario?

      ¿Cómo funciona el mundo de la publicidad? Si hubiese menos publicidad, ¿estaríamos nosotros, los consumidores, más desahogados económicamente o menos? ¿Qué papel puede desempeñar esta en nuestra vida?

  • La publicidad... una poderosa persuasora
    ¡Despertad! 1988 | 8 de febrero
    • La publicidad... una poderosa persuasora

      LA PUBLICIDAD satisface una necesidad que se originó cuando el hombre se dedicó a la compra y venta de artículos. Es un arte que se ha desarrollado a través de los años.

      La publicidad moderna realmente comenzó su despegue después de la II Guerra Mundial. El desarrollo y la rápida prosperidad industrial de la década de los cincuenta fue dejando sentir su influencia en el siguiente decenio. Por entonces, el primer ministro británico, Harold Macmillan, dijo: “Nunca les ha ido tan bien”; un comentario que los hechos confirmarían.

      Con la opulencia se alcanzó un mayor poder adquisitivo, lo que condujo a incrementar la producción y creó la necesidad de aumentar las ventas. Así se completó el círculo de oferta y demanda, cuyo eje central es... la publicidad.

      En la actualidad, vender es un arte estrechamente vinculado a la proliferación de las tarjetas de crédito; solo en Gran Bretaña —el país europeo con el mayor número de tarjetas expedidas— se emplean diariamente más de veintidós millones y medio de tarjetas de crédito.

      A comienzos de siglo los periódicos y las revistas vendían espacio en sus publicaciones que el cliente sencillamente rellenaba con una publicidad enunciativa que se limitaba a informar de la existencia del producto que vendía. He aquí un ejemplo: “Cámaras fotográficas de Eastman Kodak”. Hace un centenar de años, el presupuesto anual para publicidad de la casa Kodak en Estados Unidos era de unos trescientos cincuenta dólares. Pero ahora, en ese mismo país, se gasta en publicidad comercial un promedio anual por persona superior a esa cantidad.

      Estados Unidos es, sin discusión, la sede de la publicidad moderna. Desde la II Guerra Mundial la mayoría de los países occidentales han seguido sus directrices, y los países en desarrollo siguen su ejemplo. Las empresas multinacionales contribuyen a difundir esos conceptos publicitarios a medida que extienden su influencia comercial.

      La publicidad no solo es un gran negocio, es también una industria muy poderosa... hay quienes la consideran una ciencia. En cualquier caso, cada vez se está haciendo más difícil evitar que influya en nuestra vida. Adondequiera que miremos, cualquier cosa que hagamos, la publicidad ya está presente para recibirnos. Halaga, implora, razona y vocifera. Consciente o inconscientemente, para bien o para mal, todos estamos bajo su influencia.

      ¿A quién pertenece y quién dirige esta poderosa y persuasiva máquina comercial? ¿Cómo funciona?

      ¿Cómo se pone un anuncio publicitario?

      Si usted desea insertar un anuncio publicitario en el periódico, solo tiene que telefonear a la redacción del mismo. Pero para anunciarse por televisión o en las vallas publicitarias distribuidas por todo el país, se requiere otro planteamiento. Se necesitan los servicios de una agencia de publicidad. Actualmente hay por todo el mundo muchas agencias donde escoger, pero vayamos primero a la avenida Madison, de Nueva York —el “paseo de las agencias publicitarias”, como se la suele llamar—, donde se originaron las primeras agencias.

      En 1954, diez años después de haber ayudado al lanzamiento y desarrollo de la Ted Bates & Company en el “paseo de las agencias publicitarias”, Rosser Reeves revolucionó las técnicas de la industria de la publicidad. Desde un pequeño comienzo, desarrolló una agencia con representación en cincuenta países alrededor del globo, cuyo valor en 1984 se estimaba en tres mil millones de dólares. Otros empresarios siguieron su ejemplo, y a medida que la industria entró en el período de prosperidad de la posguerra, llegaron a amasar fortunas.

      Hasta hace cinco años, la mayor parte de las empresas publicitarias británicas eran sucursales de empresas estadounidenses, pero esta situación ha cambiado. Cuando en 1986 la empresa británica Saatchi & Saatchi compró la Ted Bates & Company, se convirtió en la agencia publicitaria más grande del mundo. Aun así, en Estados Unidos todavía se mueve más de la mitad de la cantidad total de dinero que el mundo gasta anualmente en publicidad.

      ¿De qué cantidad total hablamos? De una cantidad no inferior a los 150 mil millones de dólares al año, de los cuales, según la revista The Economist, las agencias de publicidad ingresan cerca de 23 mil millones de dólares por comisiones.

      Pero el verdadero poder de la publicidad no radica en el dinero. Bill Bernbach, uno de los más grandes innovadores que trabaja en la avenida Madison, lo explica en estos términos: “Todos los que empleamos los medios de comunicación social moldeamos a la sociedad. Podemos vulgarizarla, embrutecerla o elevarla”. Ahí radica el impresionante poder de la publicidad. ¿Con cuánto sentido de responsabilidad se maneja?

      La “publicidad dura”

      Según la Asociación Publicitaria Británica, la “publicidad dura” es “vigorosa, persuasiva y competitiva”. Pero puede que la definición norteamericana sea más precisa, al decir que es “un arte de vender competitivamente agresivo”. Es la antítesis misma de la “persuasión discreta” o de la “publicidad agradable”. ¿Qué implica “la publicidad dura”?, y ¿cómo nos afecta?

      Cuando un mercado se acerca al punto de saturación, las técnicas de venta agresivas se imponen a medida que los fabricantes luchan por mantener o ampliar sus beneficios. En muchos países occidentales, el automóvil, el televisor y otros artículos similares son objeto de una publicidad dura debido al exceso de producción.

      En Estados Unidos se ha producido una situación médica interesante que ilustra el motivo subyacente en la publicidad competitiva. La revista Time presentó el siguiente titular: “Los hospitales aprenden a hacer publicidad dura”. Ante el aumento experimentado en la cantidad de camas de hospital libres y debido a la competencia entre hospitales y clínicas, se está imponiendo la publicidad agresiva. Un anuncio publicado por un centro médico de California dice: “¿Piedra en el riñón? Llame a los... ¡rompepiedras!”.

      Sin embargo, uno de los problemas de la publicidad dura es que frecuentemente se hace difícil combatirla. Su poder de persuasión puede llegar a ser tan fuerte que uno pudiera verse obligado a comprar algo que no necesita o a hacer algo que no le beneficia. Escojamos dos ejemplos conocidos.

      El biberón contra la lactancia

      El código de la práctica, publicado por la Organización Mundial de la Salud, prohíbe que se distribuyan entre las madres muestras gratuitas de leche liofilizada. Su objetivo es salvaguardar la lactancia, pues la leche materna contiene anticuerpos que contribuyen a proteger al niño contra determinadas enfermedades. Además, el período de lactancia inhibe la ovulación y actúa como un anticonceptivo, algo muy conveniente en los países donde no se dispone de otros medios para el control de la natalidad.

      La reciente distribución de estas muestras en algunos hospitales de la National Health británica (asistencia sanitaria nacional) ha traído una avalancha de viejos recuerdos y temores. Los resultados de un estudio de cinco años realizado en Liverpool (Inglaterra) han revelado que “las madres no entienden las instrucciones impresas en las etiquetas [de la leche en polvo], y los biberones y las tetillas no se mantienen en condiciones higiénicas”. El doctor e investigador A. J. H. Stephens hizo esta observación imparcial: “Los sustitutos de la lactancia son bastante seguros si la proporción de la mezcla es correcta y se prepara higiénicamente”. (Cursivas nuestras.) Pero cuando esto no se hace, abundan los problemas.

      En 1983 la revista Africa Now presentó un alarmante informe en el que se revelaba que, según cálculos, cada año se producían diez millones de casos de enfermedades infecciosas y desnutrición infantil debido a la lactancia artificial con biberones. Con anterioridad, en 1974, la organización caritativa denominada “Guerra contra la pobreza” afirmó que en los países en desarrollo morían un millón de bebés al año como consecuencia de las ventas de leche en polvo. ¿Por qué? Según la revista Africa Now, debido a “la promoción y explotación comercial agresiva de los sustitutos de la leche materna”.

      El periódico The Observer explicó en estos términos el alcance de la tragedia para quienes carecían de los medios higiénicos necesarios para preparar los biberones: “El peso de la evidencia observada en los países pobres demuestra que la publicidad estaba persuadiendo a las madres con una educación limitada de que los sustitutos de la leche materna eran tan buenos como esta, y que si los bebés morían, era como resultado de no esterilizar bien los biberones”. En algunos casos, después de haber estado recibiendo muestras gratuitas, hubo madres cuyos recursos no les permitían comprar el producto. Llegado ese momento, ya no podían amamantar, pues se había interrumpido la secreción de leche. La publicidad desaprensiva tuvo un trágico desenlace.

      La cosecha del tabaco

      En la década de los ochenta la publicidad sobre el consumo de cigarrillos ha tenido tanto éxito entre las mujeres de Gran Bretaña que, pese a que se reconocen los factores de riesgo para la salud que implica el consumo de tabaco, el hábito de fumar entre las mujeres solo ha disminuido en un 20% durante los pasados quince años, mientras que entre los hombres ha disminuido en un 33%.a Como resultado, “actualmente el cáncer pulmonar ocasiona casi tantas muertes entre las mujeres como el cáncer de mama, y una cantidad cada vez mayor de mujeres sufre de afecciones torácicas y del corazón, que, comúnmente, son más propias del hombre”, informó el periódico londinense The Sunday Times.

      La Junta de Educación Sanitaria de Gran Bretaña está profundamente preocupada por esta situación; pero, ¿qué puede hacer si solo dispone de un presupuesto para la publicidad de un millón y medio de libras esterlinas, mientras que la industria del tabaco dispone de un presupuesto de cien millones?

      Una idea es limitar la publicidad sobre el tabaco. Algunos países ya han impuesto una restricción total: Noruega en 1975, la vecina Finlandia tres años más tarde y Sudán en 1983, solo por citar algunos ejemplos. En muchos otros países, como en Alemania occidental, Estados Unidos y Sudáfrica, hay grupos de presión que luchan persistentemente por conseguir que se implanten restricciones adicionales a la publicidad sobre el tabaco.

      Pero en Gran Bretaña, donde los fabricantes de cigarrillos se desenvuelven en un “mercado conflictivo”, se sigue haciendo una publicidad dura a través de la página impresa, en especial en revistas para la mujer. ¿Por qué en esas revistas? Sencillamente porque, como indicó el periódico The Sunday Times, “las mujeres constituyen una fuente de ingresos sumamente lucrativa”. Cuando se emplea un agente publicitario para promover la venta de un determinado artículo, las valoraciones morales no entran necesariamente en juego.

      La publicidad se vale del deporte

      Es lógico que los fabricantes promocionen deportes con los que de algún modo están relacionados, como por ejemplo las marcas de ruedas y neumáticos y los productores de combustible en los deportes del motor. Pero, ¿cómo han podido meterse las compañías de tabaco en la promoción de deportes con una inversión, solo en Gran Bretaña, de hasta unos ocho millones de libras durante 1985? Según comentó un miembro del Parlamento, “se supone que el deporte contribuye a la salud de la persona, mientras que el tabaco la enferma; por consiguiente, es irreconciliable la promoción del tabaco paralelamente con la de una vida sana por medio de la práctica del deporte”. No obstante, este tipo de promociones representan una inversión lucrativa. Considere por qué.

      En primer lugar, se establece una relación inmediata entre el acontecimiento deportivo y la marca que se anuncia. Pero ese es solo el comienzo. Por medio de grandes carteles estratégicamente colocados en el recinto donde se ha de televisar el acontecimiento deportivo, la imagen publicitaria del cigarrillo puede aparecer en millones de pantallas sin que las tabacaleras tengan que pagar ni un céntimo por este trato preferente. De esta manera burlan la prohibición que hace dos decenios se impuso a las cadenas de televisión del Reino Unido de anunciar este producto en su programación.

      En 1982 unos 350 millones de telespectadores de 90 países vieron a Martina Navratilova ganar el torneo de tenis de Wimbledon vestida con un conjunto deportivo que llevaba los mismos colores que una popular marca de cigarrillos. Ante las protestas de la cadena de televisión BBC, uno de los promotores dijo: “No tiene nada que ver con los cigarrillos. Y después de todo, ¿a quién le preocupa eso?”. Se han impuesto restricciones más severas con el fin de controlar este desafío al deporte, pero no es fácil mantenerse al paso con este tipo de persuasión tan sutil.

      Persuasión positiva

      La industria de la publicidad puede generar trabajo y estimular la economía, contribuciones que la sociedad agradece. Hasta puede crear mercado donde no lo hay. Considere el impacto del mercado del diamante en Japón.

      A diferencia del mundo occidental, donde una sortija de diamantes suele ser la feliz culminación de un noviazgo, la sociedad japonesa se rige por otras costumbres. En 1968 menos de un 5% de las mujeres japonesas recibían una sortija de diamantes al formalizarse el compromiso. Pero en ese mismo año se dio comienzo a una campaña para promover la sortija de diamantes y, como resultado, en 1981 un 60% de las novias japonesas la llevaban. “En tan solo trece años se modificó radicalmente una tradición japonesa que había durado mil quinientos años”, dijo E. J. Epstein en su libro The Diamond Invention (El invento del diamante). Tal es el poder de persuasión de la publicidad.

      La publicidad también se puede emplear para alertar a la gente de un peligro. En 1986 el gobierno británico encargó a una agencia publicitaria de Londres que previniera al país del serio peligro que representaba el SIDA. Se envió a cada hogar de la nación una hoja impresa gratuita, y se empleó la radio, la televisión, la prensa y las revistas como medios de apoyo a esta campaña.

      Pero el registro más imponente de eficacia publicitaria tuvo su origen hace unos dos mil años en la labor de los primeros e intrépidos seguidores de Jesucristo. ¿Sabía usted cuán hábiles fueron aquellos cristianos primitivos en el campo de la publicidad? Es una historia interesantísima.

      [Nota a pie de página]

      a Hay diecisiete millones de fumadores de cigarrillos en Gran Bretaña, que representan el 32% de la población femenina y el 36% de la masculina.

      [Fotografía en la página 8]

      La publicidad marcó una enorme diferencia en la venta de sortijas de diamantes en Japón

      [Recuadro en la página 6]

      ¿Qué hace que la publicidad venda?

      LA PUBLICIDAD moderna es cara. Los anuncios comerciales de televisión pueden llegar a costar decenas de miles de dólares, como también los anuncios a doble página en periódicos y revistas. ¿Los leerá la gente? ¿Los recordará? ¿Actuará en consecuencia? Para garantizar que la reacción sea favorable, actualmente la ciencia está desempeñando un papel cada vez más importante en la preparación de los anuncios publicitarios. Con la ayuda de un equipo óptico capaz de registrar la percepción visual de un espectador por medio de rayos infrarrojos, se determina qué parte del croquis de un anuncio publicitario llama más su atención. Pero aun así, las expectativas de venta deben apoyarse en la estimulación del deseo que induce a comprar. Los psicofisiologistas dicen que la respuesta se halla en la comprobación de las reacciones cerebrales. Pero hay un hecho sencillo e invariable: “Cuanto más simpático sea un anuncio publicitario de televisión, más persuasivo será”, informó el Centro Ogilvy para la Investigación y el Desarrollo.

  • La publicidad... el arma poderosa del cristianismo
    ¡Despertad! 1988 | 8 de febrero
    • La publicidad... el arma poderosa del cristianismo

      DESPUÉS de la muerte de Jesucristo, los primeros cristianos fueron dispersados y perseguidos. El profesor K. S. Latourette dice en su libro History of Christianity: “Debido a que rehusaron tomar parte en las ceremonias paganas, a los cristianos se les llamó ateos. Al abstenerse de [...] las fiestas paganas, diversiones públicas que para los cristianos estaban saturadas de creencias y prácticas paganas e inmoralidad, se les tachó de odiadores de la raza humana”.

      Es sumamente extraordinario que el cristianismo haya sobrevivido y se haya difundido por todo el mundo entonces conocido a pesar de una oposición como esta. ¿Cómo fue posible? Parte del secreto estriba en su predicación o labor publicitaria.

      Al describir la labor de Jesús como maestro y predicador persuasivo, el profesor C. J. Cadoux comentó en su obra The Early Church and the World (La iglesia primitiva y el mundo): “La labor de persuasión tenía que realizarse tanto por palabras como por acciones. Por consiguiente, era obligado que hubiese mucha publicidad en su vida y sus enseñanzas. [...] Una buena parte de su enseñanza inicial, así como la de sus discípulos, fue ofrecida en público”. Más adelante, al comentar sobre la actividad de los discípulos después de la muerte de Jesús, Cadoux añadió: “Recurrieron a la publicidad. Los que dieron testimonio lo expresaron de manera franca y abierta”.

      ¿De qué clase de personas hablamos? En su libro The Early Years of Christianity (Los primeros años del cristianismo), Edmond de Pressensé explica: “Su enseñanza [...] consistía en un discurso improvisado que brotaba del corazón. Los apóstoles no fueron los únicos oradores; los otros cristianos hablaron tan abiertamente como ellos acerca de las maravillosas obras de Dios”. Los cristianos fueron sus propios agentes publicitarios; todos ellos compartían vehementemente su fe con otras personas en su obra de predicación y enseñanza.

      Edward Gibbon, en su obra Decline and Fall of the Roman Empire (Declive y caída del imperio romano), dice: “La red de carreteras públicas, que había sido construida para el uso de las legiones [romanas], dejó expedito el camino para que los misioneros cristianos fuesen de Damasco a Corinto y desde Italia hasta partes tan distantes como España o Gran Bretaña”. Gibbon añade: “La más sólida base nos lleva a creer que con anterioridad a los reinados de Diocleciano y Constantino la fe de Cristo había sido predicada en cada una de las provincias y en todas las grandes ciudades del imperio”.

      Para propagar su fe, los cristianos explotaron todo medio posible a su alcance. Como dice el traductor bíblico Edgar Goodspeed en su libro Christianity Goes to Press (El cristianismo y la imprenta): “Fueron, a un grado poco común, un pueblo amante de comprar y leer libros. También se dedicaron a la traducción y a la publicación. [...] Los publicadores cristianos [...] recurrieron al códice [en 140 E.C.], libro manuscrito compuesto de cuadernos cosidos por el lomo, y resultó ser tan práctico [...] y conveniente que llegó a ser su tipo característico de libro”.

      Publicidad en el siglo XX

      En la actualidad los testigos de Jehová son tan celosos y activos en la obra de dar publicidad a la fe cristiana por todo el mundo como lo fueron sus compañeros cristianos del primer siglo y, tal como entonces, también se valen de la tecnología moderna. Considere los siguientes datos sobresalientes de este siglo:

      ● 1914. “Foto-Drama de la creación.” Este drama bíblico consistía en una proyección de diapositivas montadas en cristal y películas sincronizadas con una grabación en discos que contenía discursos y música. Este proyecto fue uno de los pioneros en el campo del cine sonoro.

      ● 1920. “Millones que ahora viven no morirán jamás.” Esta popular conferencia, que fue publicada en un folleto, se anunció durante un período de dos años en carteles y periódicos, y también por medio de una extensa campaña mundial realizada de viva voz.

      ● 1922. “Anuncien al Rey y su Reino.” Este fue el interesante tema de la asamblea celebrada en Cedar Point, Ohio. La exhortación “anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su Reino” marcó el paso que los testigos de Jehová, como agentes publicitarios de ese Reino, seguirían a partir de entonces.

      ● 1924. Emisora de radio WBBR, de la Sociedad Watch Tower. Se estableció con el fin de aprovechar el auge de la radiodifusión. En 1933 los testigos de Jehová llegaron a difundir el mensaje de la Biblia a los seis continentes a través de una red de 408 emisoras.

      ● 1934. Fonógrafos portátiles y discos de 78 revoluciones. Durante unos diez años los testigos de Jehová se valieron de este medio de comunicación, entonces de vanguardia, y fabricaron unos veinte mil fonógrafos con el fin de satisfacer la demanda.

      ¡Un poderoso testimonio final!

      En 1945, a medida que la II Guerra Mundial llegaba a su fin, los testigos de Jehová estaban preparados para entrar en el campo de la predicación a un nivel hasta entonces desconocido. Jesús había dicho que si sus seguidores tenían fe ‘harían obras mayores’ que las que él había realizado. Estas “obras mayores” tenían que ver con el alcance de su predicación. ¡Cuán verídica ha resultado esta profecía! (Juan 14:12.)

      En 1987, unos tres millones cuatrocientos mil Testigos, en 210 países, dedicaron más de setecientos millones de horas a la predicación y a la enseñanza. Jack Roundhill, clérigo de la iglesia anglicana, dijo: “Es difícil que en cualquier parte del mundo que usted viva no se encuentre con los testigos de Jehová”; y añadió: “Llevan a cabo su testimonio en plazas de mercado, en auditorios públicos y en cualquier lugar donde puedan encontrar audiencia. Pero el método característico de los Testigos consiste en llevar el mensaje al hogar mismo de cualquier persona que les invite a entrar. Por lo general no se les deja pasar de la puerta, pero, en ese caso, usarán el umbral como púlpito”.

      La publicidad por medio de la palabra produce muy buenos resultados, pues más de doscientos treinta mil nuevos Testigos se bautizaron durante 1987. Para la celebración anual de la Conmemoración de la muerte de Jesucristo, los Testigos pudieron atraer a sus Salones del Reino a casi nueve millones de personas.

      Desde sus imprentas, distribuidas por todo el mundo, ha salido una corriente continua y creciente de publicaciones en más de 200 idiomas: millones de libros, folletos y tratados. Actualmente, La Atalaya y ¡Despertad! son las revistas religiosas de mayor circulación en el mundo, con una tirada mensual total de 46 millones de ejemplares. Pero en esas revistas jamás se ha insertado publicidad comercial. Además, uno de los libros encuadernados en cubierta dura que publican los Testigos, La verdad que lleva a vida eterna, ha alcanzado una tirada de ¡más de 106 millones de ejemplares en 116 idiomas! Adicionalmente, otros libros publicados para el estudio de la Biblia han alcanzado tiradas de decenas de millones cada uno.

      Sí, los testigos de Jehová están bien preparados para anunciar al Rey y su Reino, el justo gobierno que pronto se hará cargo de los asuntos humanos. Con una motivación como esa, su entusiástica publicidad es, sin lugar a dudas, una poderosa arma cristiana.

      [Fotografías en la página 9]

      Se emplearon los fonógrafos en la predicación

      En su día, la campaña de publicidad que se hizo en torno al Foto-Drama atrajo a grandes auditorios

      [Fotografías en la página 10]

      Actualmente los Testigos predican en más de 200 países

      Los Testigos dan publicidad al Reino de Dios desde unas 54.000 congregaciones

      Centenares de millones de publicaciones bíblicas se imprimen mundialmente en unos 200 idiomas en prensas como esta

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