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¿Quién puede acallar el ‘Grito del hambre’?¡Despertad! 1987 | 8 de junio
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¿Quién puede acallar el ‘Grito del hambre’?
“EL GOBIERNO no puede alimentarnos porque somos demasiados”, comentó a la revista ¡Despertad! un campesino de raza negra de un país fértil del sur de África. “Durante dos años —explicó— nuestra tierra ha estado seca. No ha llovido. Todo el ganado ha muerto de hambre y de sed. Todos claman de hambre.”
Unos días después cayeron lluvias cuantiosas que aliviaron la situación de la zona. Pero tendrá que transcurrir mucho tiempo antes de que se produzca una recuperación, mientras el ‘grito del hambre’ sigue resonando en otras vastas regiones de África; sin embargo, el hambre no se limita a ese continente. Según The Hunger Primer, publicado por la organización Food for the Hungry, 43 países de Asia y de la América latina padecen una “desnutrición muy extendida”.
No obstante, la atención mundial se ha centrado recientemente en el hambre de África, donde hay “150 millones de personas en peligro”, según un titular del periódico londinense The Times. Algunos músicos de Gran Bretaña y los Estados Unidos han reunido millones de libras esterlinas y de dólares para ayudar a los hambrientos de África. Tal vez usted haya visto horrorizado tantas escenas televisadas de hambre, que le hayan hecho preguntarse: “¿Por qué hay hambre?”.
¿Deberíamos culpar a las condiciones climatológicas?
“El público no se queda enteramente satisfecho con que se le diga que el hambre de África se debe a la sequía”, escribe el director del servicio de noticias sobre el medio ambiente, “Earthscan”, en la revista británica People. ¿Por qué? Uno de los factores es que en siglos pasados la sequía no siempre ha resultado en desastre.
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¿Quién puede acallar el ‘Grito del hambre’?¡Despertad! 1987 | 8 de junio
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Para hallar la respuesta, considere cómo se superó una de las peores sequías de la historia de África. Empezó alrededor del año 1730 a. E.C. y duró siete años. Pero el gobernante egipcio aceptó la dirección divina y almacenó suficiente grano durante los años de abundancia que precedieron a la sequía. Gracias a esta provisión, no se sabe de ningún súbdito que muriese de hambre. De hecho, gente de otros países acudió a Egipto para comprar grano pues “el hambre tenía fuertemente agarrada a toda la tierra”. (Génesis 41:1-57; 47:13-26.)
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