BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Anuario de los testigos de Jehová para 1988
    Anuario de los testigos de Jehová para 1988
    • Cierto día de noviembre de 1986, en un pueblo africano se arrestó a un pequeño grupo de hermanos que se había reunido en un hogar particular para la Reunión de Servicio. En este grupo se encontraba el precursor especial que lleva la delantera en la congregación. Uno de los dos policías que lo arrestó lo golpeó y le dio de patadas sin piedad. “¡Este es el que hace que los otros sigan predicando a pesar de la proscripción! Es por su culpa que los demás están en la cárcel”, gritó.

      Durante la golpiza, el hermano clamó a Jehová por ayuda y fuerza. El carcelero que estaba presente le dijo al que golpeaba al hermano que sería mejor que se detuviese, y añadió: “¡Debería tener cuidado con maltratar a los siervos de Dios!”. Esto tuvo su efecto, pues al día siguiente el policía se dirigió al hermano y le pidió perdón por lo que había hecho. “Lo que hice estuvo muy mal”, dijo arrepentido. Más adelante confesó que sabía que Jehová era el Dios verdadero. El precursor especial y los demás fueron puestos en libertad una semana después. Ahora, cuando la policía ve a nuestros hermanos participando en el ministerio, los deja tranquilos.

  • Anuario de los testigos de Jehová para 1988
    Anuario de los testigos de Jehová para 1988
    • En los países donde prevalece la persecución, Jehová puede cegar al enemigo a fin de proteger a sus siervos, como lo muestra la siguiente experiencia de un país africano. Una congregación recibió la notificación de la próxima visita del superintendente de circuito el mismo día que se comunicó la expulsión de un hermano. El expulsado quiso vengarse, y le dijo a la policía que sabía la fecha de la visita del superintendente de circuito y que les podía llevar a la casa e identificar a este “pez gordo”, un hombre importante de nuestra organización.

      A las autoridades les interesó mucho la oferta, y aguardaron ansiosamente aquella ocasión. Entonces, sin esperarlo, el superintendente de circuito cambió la fecha de su visita a la congregación, adelantándola varias semanas. Cuando el expulsado llevó a la policía a la casa donde suponía que estaría el superintendente de circuito, sufrieron un gran desengaño. Al saber que la policía esperaba arrestar al superintendente de circuito, los hermanos dijeron que este informador ya no era testigo de Jehová. Cuando se les preguntó por qué, respondieron que no vivía una vida cristiana y que, por lo tanto, había sido expulsado. Enfurecidos por las falsas esperanzas que se habían forjado y avergonzados, los policías dijeron: “Bueno, si no es lo suficientemente bueno para ustedes, tampoco es lo suficientemente bueno para nosotros”, y metieron al expulsado en la cárcel.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir