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El mundo está envejeciendo¡Despertad! 1999 | 22 de julio
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No obstante, los entendidos en la materia subrayan el hecho de que envejecer y enfermar son dos cosas distintas. Los individuos difieren considerablemente en la manera de envejecer. Según los investigadores, existe una diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica (véase el recuadro “¿Qué es la vejez?”). En otras palabras: ancianidad y decrepitud no son necesariamente sinónimos.
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El mundo está envejeciendo¡Despertad! 1999 | 22 de julio
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¿Qué es la vejez?
“La bola de cristal biológica se ve muy empañada a la hora de esclarecer el fenómeno de la vejez”, dice un investigador. “Nadie lo entiende a la perfección”, señala otro. Con todo, los gerontólogos (científicos que estudian la vejez) han intentado definirla diciendo que es, lisa y llanamente, el tiempo que ha existido una persona. Pero la vejez es más que el simple paso de los años. Normalmente no hablamos de un niño viejo, porque la vejez conlleva la idea de deterioro de la vitalidad. La vejez es el efecto que producen en el individuo los años que ha vivido. Hay quienes tienen un aspecto juvenil para su edad cronológica, lo que damos a entender cuando decimos, por ejemplo, que alguien no “aparenta la edad que tiene”. Para distinguir el envejecimiento cronológico del biológico, los investigadores suelen referirse a este último (que va acompañado de cambios fisiológicos perjudiciales) con el término senescencia.
El profesor de Zoología Steven N. Austad define senescencia como “el deterioro progresivo de casi todas las funciones del organismo que se produce con el paso del tiempo”. Y el doctor Richard L. Sprott, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, dice que la vejez “es el lento deterioro de aquellas partes de nuestros sistemas que nos permiten reaccionar debidamente a las tensiones”. Sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en que definir con claridad el fenómeno de la vejez sigue siendo un reto. El doctor John Medina, biólogo molecular, explica el porqué: “De la coronilla al calcañar, de las proteínas al ADN, del nacimiento a la muerte, indecibles batallones de procesos se despliegan para que el ser humano, con sus sesenta billones de células, envejezca”. Poco sorprende la conclusión de muchos investigadores, a saber, que el envejecimiento es “el más complejo de todos los problemas biológicos”.
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