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  • Sida: cómo combatirlo
    ¡Despertad! 1998 | 8 de noviembre
    • Claves para la prevención

      El virus del sida acecha en la sangre de las personas infectadas. Cuando un seropositivo recibe una inyección, puede quedar algo de sangre infectada en la aguja o en la jeringa. Si se utiliza la misma aguja para inyectar a otra persona, existe el peligro de contagio. Siempre que tenga dudas sobre la aguja o la jeringa que un médico o una enfermera vaya a utilizar con usted, no vacile en preguntar. Está en su derecho, su vida está en juego.

      El virus del sida también se encuentra en el semen o las secreciones vaginales de las personas infectadas. De ahí que, a modo de prevención, el CDC recomiende lo siguiente: “La abstinencia es la única protección segura. Si opta por tener relaciones sexuales, espere hasta iniciar una relación de fidelidad mutua y duradera —como el matrimonio— con alguien que no esté infectado”.

      Dése cuenta de que para que una persona esté protegida, debe mantener una “relación de fidelidad mutua”. Si uno es fiel, pero su pareja no lo es, ya no hay protección. Esta difícil situación se les presenta a menudo a las mujeres que viven en sociedades donde el hombre las domina tanto en el campo sexual como en el económico. Hay países donde a las mujeres ni siquiera se les permite hablar de sexo con un hombre, mucho menos negociar prácticas sexuales más seguras.

      Pero no todas ellas están indefensas. Un estudio llevado a cabo en cierto país de África occidental indicó que algunas mujeres con independencia económica pudieron, sin consecuencias violentas, evitar las relaciones sexuales con su cónyuge infectado. En Nueva Jersey (E.U.A.), ciertas mujeres se negaron a tener relaciones si el hombre no quería utilizar preservativo. Por supuesto, aunque los preservativos de goma pueden proteger del sida y otras enfermedades de transmisión sexual, deben usarse correctamente y cada vez que se tenga coito.

  • Sida: cómo combatirlo
    ¡Despertad! 1998 | 8 de noviembre
    • ¿Cómo puede ayudar la educación?

      Cabe mencionar que aunque la Biblia se escribió mucho antes de que apareciera el sida, acatar sus principios ayuda a protegerse de la enfermedad. Por ejemplo, la Biblia condena las relaciones sexuales fuera del matrimonio, exige fidelidad entre los cónyuges y dice que los cristianos solo deben casarse con alguien que también aplique en su vida los principios bíblicos (1 Corintios 7:39; Hebreos 13:4). Además, prohíbe todo tipo de abuso de sustancias adictivas e introducir sangre en el cuerpo, todo lo cual contamina el organismo (Hechos 15:20; 2 Corintios 7:1).

      Es prudente informarse de los riesgos y peligros que pudiera entrañar el contacto con personas seropositivas. La educación en el campo del sida prepara a la gente para protegerse contra dicha enfermedad.

      La Liga de Acción contra el Sida dice: “En la mayoría de los casos el sida es evitable. Hasta que se descubra una cura, la educación es la mejor defensa [comunitaria] contra el sida, y de momento, la única” (cursivas nuestras). Es bueno que los padres hablen abiertamente del tema entre sí y con sus hijos.

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