BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¡Es mortífero respirar el “aire” de este mundo!
    La Atalaya 1987 | 15 de septiembre
    • ¡Es mortífero respirar el “aire” de este mundo!

      “A ustedes Dios los vivificó aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados, en los cuales en un tiempo anduvieron [...] conforme al gobernante de la autoridad del aire.” (EFESIOS 2:1, 2.)

      1. ¿Cómo se ha hecho mortífera para los humanos la contaminación del aire?

      ¡QUÉ bueno es respirar aire fresco! ¡Qué refrescante si uno ha estado en una habitación mal ventilada! Pero hoy día la contaminación del aire es problema serio hasta en los campos abiertos. En muchos países el nivel del envenenamiento de la atmósfera es alarmante. El aire transporta exhalaciones tóxicas, polvo radioactivo, gérmenes que causan enfermedad, y ciertos virus. La avaricia y la negligencia del hombre van haciendo cada vez más mortífero el aire vivificante que con tanta generosidad proveyó nuestro Creador amoroso.

      2. ¿Qué “aire” contaminado es más peligroso que el aire contaminado que quizás respiremos?

      2 Sin embargo, aunque la contaminación del aire es peligrosa, hay una forma aún más mortífera de “aire” contaminado. No es aire contaminado del accidente nuclear de Chernobil (U.R.S.S.) ni es aire de una niebla tóxica de Los Ángeles, California (E.U.A.). No; estamos en peligro de respirar un “aire” mucho más letal. El apóstol Pablo lo mencionó cuando dijo a compañeros cristianos: “A ustedes Dios los vivificó aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados, en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia”. (Efesios 2:1, 2.)

      3, 4. a) ¿Quién es “el gobernante de la autoridad del aire”? b) ¿Por qué no se refiere a la morada de los demonios el “aire” mencionado en Efesios 2:1, 2?

      3 ¿Qué es este “aire”? Pablo muestra que tiene “autoridad”, o poder, y que sobre ese “aire” hay un “gobernante”. No hay duda en cuanto a quién es ese gobernante. Es Satanás el Diablo, a quien Jesucristo llamó “el gobernante de este mundo”. (Juan 12:31.) Porque se dan cuenta de esto, algunos escriturarios piensan que Pablo aquí reflejaba pensamientos de fuentes judías o paganas y decía que el aire era la morada de los demonios sobre los cuales el Diablo tiene control. Muchas traducciones de la Biblia reflejan ese punto de vista. Pero este “aire” no es lo mismo que “los lugares celestiales” donde moran “las fuerzas espirituales inicuas”. (Efesios 6:11, 12.)

      4 Cuando Pablo escribió a los cristianos de Éfeso, todavía Satanás y los demonios estaban en el cielo, aunque estaban fuera del favor de Dios. Todavía no se les había arrojado acá abajo a la vecindad de la Tierra. (Revelación 12:7-10.) Además, el aire tiene que ver más con criaturas humanas que con criaturas celestiales. Por consiguiente, la sociedad humana habría de sentir los efectos cuando el último tazón de la cólera de Dios se derramara sobre “el aire”. (Revelación 16:17-21.)

      5. ¿Qué es el “aire” que estamos considerando, y qué efecto tiene en la gente?

      5 Por eso, parece que Pablo se vale del aire literal, o la atmósfera, para ilustrar el espíritu general, o la actitud dominante de egoísmo y desobediencia, que refleja la gente que está apartada de Dios. Es lo mismo que “el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia” y “el espíritu del mundo”. (Efesios 2:2; 1 Corintios 2:12.) Tal como el aire literal está en todas partes, disponible para la respiración, así “el espíritu del mundo” siempre está presente. Desde la infancia hasta la tumba, penetra e influye en el modo de pensar y actuar de la gente, y da forma al pensamiento y las acciones de la gente mientras esta procura satisfacer sus deseos, esperanzas y ambiciones.

      6. a) ¿Cómo se intensifica el poder del “aire” de este mundo, y cómo ejerce “autoridad” ese “aire”? b) ¿Cómo puede llevarnos a imitar la rebelión del Diablo el respirar este “aire”?

      6 Este espíritu pecaminoso y de rebelión predomina en la sociedad humana imperfecta. Cuando este “aire” se inhala, la presión de los semejantes y un apetito siempre creciente de placer sensual intensifican su poder de causar muerte. Así, tiene una marcada “autoridad” sobre la gente. (Compárese con Romanos 6:12-14.) Por supuesto, el Diablo es la fuente de todo lo que es inicuo. (Juan 8:44.) Por eso influye en los humanos para que imiten su propio proceder de rebeldía y así inspira, forja y controla este espíritu o “aire” de comunidad. Como “gobernante” sobre este siniestro poder o “autoridad”, Satanás lo utiliza para dominar el pensamiento de la gente. Formula sus elementos de modo que mantengan a la gente tan ocupada en satisfacer deseos carnales y envolverse en intereses mundanos que no tenga ni el tiempo para llegar a conocer a Dios y someterse a su espíritu santo —‘el espíritu que es dador de vida’—, ni el deseo de hacerlo. (Juan 6:63.) En sentido espiritual, la gente está muerta.

      7. a) ¿De qué manera eran “hijos de la ira” en cierto tiempo los cristianos? b) Al profesar el cristianismo, ¿qué transformación experimentamos?

      7 Los cristianos, también, estaban bajo la “autoridad” o control de este “aire” contaminado antes de aprender la verdad de la Palabra de Dios y empezar a amoldarse a Sus normas justas. “Sí, entre ellos [las personas mundanas] todos nosotros en un tiempo nos comportamos en armonía con los deseos de nuestra carne, y hacíamos las cosas que eran la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos naturalmente hijos de la ira así como los demás.” Pero al profesar el cristianismo dejamos de respirar el “aire” mortífero de este mundo. ‘Desechamos la vieja personalidad que se conformaba a nuestra manera de proceder anterior y nos vestimos de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.’ (Efesios 2:3; 4:22-24.)

      8. ¿Cómo se asemeja nuestra situación de hoy a la de la nación de Israel en el desierto?

      8 El peligro que existe ahora es que, después de haber escapado de la atmósfera contaminada de este mundo, se nos atraiga de nuevo a ella. Nos hallamos bien adentrados en “el tiempo del fin” y al umbral mismo del nuevo mundo. (Daniel 12:4.) De seguro no queremos salir perdiendo por caer en las mismas trampas en que cayeron los israelitas. Miles de ellos, después de haber sido librados milagrosamente de Egipto y haber llegado a las fronteras de la Tierra Prometida, “quedaron tendidos en el desierto”. ¿Por qué? Porque algunos se hicieron idólatras, otros cometieron fornicación y otros pusieron a prueba a Jehová con sus murmuraciones y quejas. Pablo comunica un punto de importancia cuando dice: “Estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado”. (1 Corintios 10:1-11.)

      9. a) ¿Cómo podemos estar en el mundo y sin embargo no ser parte de él? b) ¿Qué actitud debemos desplegar para que la atmósfera mortífera de este mundo no nos absorba de nuevo?

      9 Respecto a sus discípulos, Jesús oró: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. Te solicito, no que los saques del mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo”. (Juan 17:14, 15.) Jehová nos salvaguardará, pero no coloca un “seto protector” alrededor de nosotros ni nos escuda milagrosamente del “aire” de este mundo. (Job 1:9, 10.) Por eso, el desafío para nosotros es estar en el mundo de Satanás, pero sin ser parte de él, estar rodeados de su “aire” contaminado, pero sin respirarlo. Al leer publicaciones seglares, o ver programas de televisión o ir a lugares de diversión probablemente nos expongamos al “aire” del mundo. Aunque es inevitable algún contacto con mundanos —en el trabajo, en la escuela y en otros lugares—, tenemos que estar alertas para que la atmósfera mortífera de este mundo no nos absorba de nuevo. (1 Corintios 15:33, 34.)

      10, 11. a) ¿Cómo pudiera compararse con estar en una sección marcada “Prohibido fumar” el que estemos en el paraíso espiritual de Jehová? b) ¿Qué pasos debemos dar si detectamos bocanadas del “aire” de este mundo?

      10 Pudiéramos comparar nuestra situación a estar sentados en un restaurante donde hay secciones marcadas: “Fumadores” y “Prohibido fumar”. Como cristianos en el paraíso espiritual de Jehová, estamos, como es debido, en la sección marcada “Prohibido fumar”, lejos del espíritu de este mundo. Está claro que no nos sentaríamos deliberadamente en la sección marcada “Fumadores”. Eso sería tonto. Pero ¿qué suele suceder cuando estamos en la sección de los no fumadores de un restaurante? Pues el aire sucio, saturado de humo, viaja, ¡y nos llegan bocanadas de él! Cuando esto sucede, ¿nos agrada el aire contaminado? ¿No es verdad que, más bien, nos apartamos de él tan rápidamente como podemos?

      11 Pero ¿qué hace usted cuando le llegan bocanadas del “aire” de este mundo? ¿Actúa inmediatamente para alejarse de esa mala influencia? Si permanece donde está y respira ese “aire”, puede estar seguro de que esto afectará su pensar. Mientras más tiempo pase respirando ese “aire”, más lo tolerará. Además, con el tiempo el olor deja de hacerse tan repugnante, y atrae, embriaga y se hace deseable a la carne. Puede que intensifique algún deseo secreto contra el cual usted haya estado luchando.

      12. ¿Cómo evitaremos que nos afecten los aspectos del “aire” mundano que no se detectan fácilmente?

      12 No es fácil detectar algunos contaminantes mortíferos del “aire” de este mundo, tal como no es fácil detectar contaminantes del aire literal del tipo del monóxido de carbono, que carece de olor y gusto. Por eso, existe el peligro de que estas ‘exhalaciones mortíferas’ nos venzan antes de que podamos detectarlas. De manera que tenemos que estar alertas para que ni las actitudes de permisividad de este mundo ni su desobediencia a las normas de justicia de Dios nos lleven a una trampa letal, mortífera. Pablo animó a sus compañeros cristianos a ‘seguir exhortándose los unos a los otros cada día, por temor de que alguno se deje endurecer por el poder engañoso del pecado’. (Hebreos 3:13; Romanos 12:2.)

      ¿De qué está compuesto el “aire” de este mundo?

      13. a) ¿Cuál es una forma del “aire” de este mundo contra la cual debemos estar en guardia? b) ¿Cómo se ve que este “aire” ha afectado a algunos del pueblo de Jehová?

      13 ¿Qué actitudes comunes pudiéramos empezar a adoptar, aun antes de que nos diéramos cuenta de ello, debido a la poderosa influencia del “aire” de este mundo? Una es la inclinación hacia jugar con lo inmoral. Por todas partes nos rodean las ideas mundanas sobre el sexo y la moralidad. Muchos dicen: ‘No hay nada malo en cometer fornicación, tener hijos fuera del matrimonio ni practicar la homosexualidad. Simplemente estamos haciendo lo que es normal, natural’. ¿Ha afectado al pueblo de Jehová este “aire”, o espíritu mundano? Desgraciadamente, durante el año de servicio de 1986 hubo que expulsar de la congregación cristiana a 37.426 personas, y en el caso de la mayoría se debió a que practicaron la inmoralidad sexual. Además, esa cifra no incluye al número, mayor aún, de los que fueron censurados por inmoralidad, pero que, por su arrepentimiento sincero, no fueron expulsados. (Proverbios 28:13.)

      14. ¿Por qué se extravían en cuanto a moralidad algunos cristianos, y qué consejo bíblico rechazan así?

      14 ¿Qué sucede en el caso de los que sucumben a la inmoralidad sexual? Cuando los hechos salen a la luz, a menudo se descubre que han empezado a respirar de nuevo el “aire” mortífero de este mundo. Han dejado que las actitudes mundanas rebajen sus normas. Por ejemplo, puede que empiecen a ver películas que se hubieran negado a ver en años anteriores. Peor aún, puede que en su propio hogar, mediante vídeos, vean películas que definitivamente no son propias para el cristiano. Ese jugar con lo inmoral está en oposición directa a la amonestación bíblica: “Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno”. (Efesios 5:3, 4.)

      15. ¿Cómo pudiera empezar informalmente la tentación de jugar con la inmoralidad sexual?

      15 Es verdad que usted posiblemente rechace al momento cualquier proposición franca de cometer fornicación. Pero ¿cómo actúa cuando en el trabajo o en la escuela alguien trata de flirtear con usted, o intenta propasarse en sentido físico o trata de concertar una cita con usted? Así, parte del “aire” de este mundo ha llegado hasta usted. ¿Se permite ver con halago la atención de que es objeto, o la alimenta? Según informes recibidos de ancianos de las congregaciones, muchas veces la comisión de un mal empieza de estas maneras informales. Puede que un hombre mundano le diga a una cristiana: “¡Qué bien te ves hoy!”. Oír eso pudiera serle agradable a la cristiana, especialmente si hasta cierto grado la aflige la soledad. Algo más serio es que algunas no han reaccionado con prudencia cuando alguien ha intentado tocarlas indebidamente. Han dado la apariencia de objetar, pero tan débilmente que la persona mundana se sintió animada a persistir en lo que hacía. ¿Qué hay si estas acciones inmorales hacia una cristiana persisten, como densas bocanadas de aire contaminado echadas hacia ella? Con firmeza debe decirle al hombre implicado que ella ni desea ni acepta sus atenciones. Si ella continúa respirando este “aire”, su resistencia pudiera fallar. Esto la pudiera llevar a la inmoralidad, si no a un matrimonio imprudente. (Compárese con Proverbios 5:3-14; 1 Corintios 7:39.)

      16. ¿Qué se requiere para que seamos “un olor grato de Cristo”?

      16 Por lo tanto, rechace sin dilación el “aire” inmoral y mortífero de este mundo. En vez de rendirse a su aroma agradable y causar oprobio al nombre y la organización de Jehová, hágase usted un olor agradable a Dios por su actitud y su conducta piadosas. Pablo lo expresa así: “Porque somos para Dios un olor grato de Cristo entre los que están siendo salvados y entre los que están pereciendo; a estos un olor que proviene de muerte para muerte, a aquellos un olor que proviene de vida para vida”. (2 Corintios 2:15, 16.) ¿Qué importa que muchos vuelvan la cabeza con desdén ante el proceder cristiano? (1 Pedro 4:1-5.) Que el mundo siga su camino, segando su mal fruto en la forma de hogares desbaratados, hijos ilegítimos, enfermedades que se transmiten por contacto sexual —como el SIDA— y muchos otros ayes emocionales y físicos. Usted no solo se ahorrará muchos dolores, sino que también tendrá el favor de Dios. Además, por lo menos algunas personas quedarán impresionadas por su buena conducta y el mensaje del Reino que predica, y así las atraerá el “olor que proviene de vida para vida”.

      El “aire” de las modas mundanas

      17. ¿Cómo pueden revelar las modas en el vestir y el arreglo personal que el espíritu de este mundo ha influido en uno?

      17 Otro aspecto del “aire” de este mundo se relaciona con las modas en el vestir y en el arreglo personal. En el mundo, muchas personas se visten con el fin de presentar atractivo sexual. Hasta jovencitos que todavía no son adolescentes quieren parecer mayores y acentúan lo sexual en su vestir y arreglo. ¿Le afecta este “aire” o actitud tan común? ¿Se viste usted para excitar, para seducir, para despertar indebidamente el interés de las personas del sexo opuesto? Si así es, está jugando con fuego. El respirar este “aire” ahogará su espíritu de modestia, su deseo de comportarse con castidad. (Miqueas 6:8.) Usted atraerá a personas que tienen espíritu mundano. Las acciones suyas les comunicarán el mensaje de que quiere unirse a ellas en la inmoralidad. Pero ¿por qué empezar a ir en esa dirección dejándose atraer por ese “aire” hacia lo que es malo a la vista de Dios?

      18. ¿Cómo nos ayudará a seleccionar nuestro modo de vestir y arreglarnos el siempre recordar que representamos a Jehová?

      18 Para ser modestos no tenemos que vestirnos ni arreglarnos de modo que presentemos una apariencia andrajosa ni poco atractiva. Considere cómo se viste y arregla la gran mayoría de los testigos de Jehová. Evitan las modas extremadas de este mundo, pero se visten de modo agradable, pues recuerdan que son ministros que representan al Soberano del universo, Jehová. Que el viejo mundo, si quiere, critique la modestia en el vestir y el arreglo de ellos. Como cristianos, no se atreven a dejar que las actitudes de este mundo los lleven a adoptar normas bajas. “Esto, por lo tanto, digo, y de ello doy testimonio en el Señor —escribió el apóstol Pablo—: que ya no sigan ustedes andando tal como las naciones también andan en la inutilidad de su mente [...] Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia.” (Efesios 4:17-19.) El cristiano maduro se vestirá con modestia, pues no anda como andan las naciones. (1 Timoteo 2:9, 10.)

      19. Ya que hemos considerado dos aspectos importantes del “aire” de este mundo, ¿qué ha quedado claro en cuanto al peligro de respirarlo?

      19 Hasta ahora hemos considerado solo dos aspectos del “aire” de este mundo. Pero ya hemos visto que este “aire” es muy dañino para la salud espiritual. En el artículo siguiente consideraremos otros rasgos de este “aire” mortífero que el Diablo y su sistema continuamente hacen llegar a los cristianos con la esperanza de que sucumban a él. Es importante que evitemos tal “aire”, ¡pues absorber el espíritu de este mundo es como inhalar vapores que causan muerte!

  • Siga sometiéndose al “espíritu [...] que es dador de vida”
    La Atalaya 1987 | 15 de septiembre
    • Siga sometiéndose al “espíritu [...] que es dador de vida”

      “El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada.” (JUAN 6:63.)

      1. a) ¿Cómo ayuda Jehová a su pueblo a resistir la influencia del “aire” de este mundo? b) ¿Cómo nos ayudará a tener la inclinación mental apropiada el cultivo del fruto del espíritu de Dios?

      TENER el espíritu santo de Jehová Dios es de importancia vital para resistir la influencia del “aire”, o las actitudes, de este mundo. (Efesios 2:1, 2.) También necesitamos la Biblia, que contiene los pensamientos de Dios escritos bajo la guía del espíritu santo. Y necesitamos una actitud de humildad cristiana, producida por el cultivo de los frutos del espíritu de Dios... “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”. El apóstol Pablo instó: “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal. Porque la carne está contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la carne; porque estos están opuestos el uno al otro, de manera que las mismísimas cosas que ustedes quisieran hacer, no las hacen”. (Gálatas 5:16, 17, 22, 23.)

      2. ¿Qué contraste existe entre lo que el espíritu de Dios produce y los resultados de adoptar “el espíritu del mundo”?

      2 Pablo también escribió: “Nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente”. (1 Corintios 2:12.) El “aire”, o actitud mental, de este mundo mata, pero lo que Dios da por espíritu santo resulta en vida eterna a los que lo aceptan. Jesús dijo: “El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada. Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida”. (Juan 6:63.) Puesto que “la carne no sirve para nada”, necesitamos ayuda divina para vencer el pecado y resistir el espíritu del mundo.

      3, 4. a) ¿Qué es la avidez, y cómo despierta ‘el gobernante del aire’ el deseo carnal de tener cosas materiales? b) ¿En qué sentido es idólatra el que se deja dominar por la avidez?

      3 En el artículo anterior consideramos dos aspectos peligrosos del “aire” de este mundo: el jugar con lo inmoral y las modas impropias en el vestir y el arreglo personal. Pero hay muchos otros aspectos. Por ejemplo, la avidez, un intenso deseo egoísta de ventajas u objetos materiales, satura la atmósfera o ambiente de este mundo. ‘El gobernante del aire’ se ha encargado de que la propaganda y la publicidad de este mundo creen en uno un sentimiento de insatisfacción si no tiene una gran cantidad de posesiones materiales. Este aspecto del “aire” del mundo puede embriagarlo a uno con la idea de que estas son las cosas importantes de la vida. ¿Le ha afectado este “aire” materialista?

      4 La Biblia dice: “Ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios”. (Efesios 5:5.) Note que la persona dominada por la avidez es en realidad un idólatra. Usted quizás piense: ‘Estoy seguro de que no llegaré al extremo de hacerme idólatra’. Pero ¿qué es idolatría? ¿No es poner otra cosa en el lugar de Jehová y su adoración, dar atención a tal objeto en vez de a Dios y su servicio? La avidez pudiera envolver lo que, para los efectos, fuera adoración del dinero y su poder e influencia. Si usted pone el obtener un nuevo automóvil, o un vídeo o cualquier otra cosa material por delante de aprovechar nuevas oportunidades en el servicio de Jehová, ¿no es eso prueba de que el “aire” de este mundo lo está afectando para su propio mal? ¿No se están convirtiendo en ídolos para usted las cosas materiales?

      5. ¿De qué maneras está lleno de deseo egoísta de riquezas el “aire” de este mundo?

      5 Si procura adelantar en su educación o busca un empleo lucrativo, ¿lo hace para enriquecerse y tener más ventajas materiales de las necesarias? ¿Le atraen los planes e intrigas que pudieran enriquecerlo rápidamente, y desea participar en ellos? El “aire” de este mundo está lleno de ese deseo egoísta de riquezas y de hacer trampas en el pago de los impuestos gubernamentales. En esa atmósfera florecen el juego de azar y actividades similares. No caiga en esa tentación. Los que evitan la influencia del “aire” cargado de avidez de este mundo descubren que la felicidad verdadera viene de estar contentos con las cosas necesarias y poner en primer lugar los intereses del Reino. (Mateo 6:25-34; 1 Juan 2:15-17.)

      El uso correcto de la lengua

      6. ¿Qué efecto pueden tener en nosotros como cristianos las costumbres mundanas respecto al habla?

      6 ¿Qué se pudiera decir de nuestras costumbres relacionadas con el habla? Las obscenidades, las expresiones coléricas, la mentira... el “aire” de este mundo abunda en esa clase de contaminación del habla. Sin embargo, hasta el habla de algunos que se asocian con la congregación cristiana a veces refleja rudeza, hasta vulgaridad. Atinadamente, el discípulo Santiago nos dice: “De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera. La fuente no hace que lo dulce y lo amargo salgan burbujeando por la misma abertura, ¿verdad?”. (Santiago 3:10, 11.) ¿Se ha contagiado usted con parte del lenguaje vulgar del mundo? ¿Tiene dos vocabularios: uno para emplearlo entre cristianos, y otro para usarlo entre otras personas? Pablo escribió: “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes”. (Efesios 4:29.) ¡Cuán importante es usar lenguaje apropiado y limpio en todo tiempo!

      7. ¿Qué abarca el que ‘desechemos la falsedad y hablemos la verdad’?

      7 También tenemos que vigilar que siempre digamos la verdad. Realmente equivale a mentir el que nos expresemos tortuosamente o engañemos deliberadamente a otros para no llevar responsabilidad. Por eso, asegúrese de prestar atención a este consejo de Pablo: “Ahora que han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros”. (Efesios 4:25; Proverbios 3:32.)

      8. a) ¿Cómo actúan muchos mundanos cuando se les provoca? b) Si se nos provoca a la cólera, ¿qué debemos hacer?

      8 El desfogar la cólera desenfrenadamente es otro aspecto del espíritu de este mundo. Muchos mundanos pierden fácilmente el dominio de sí mismos. Estallan de ira, y después se excusan diciendo que simplemente estaban desahogándose. Pero eso no fue lo que aconsejó Pablo, pues escribió: “Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad”. (Efesios 4:31.) Pero ¿qué hay si la ira crece aunque estemos cultivando el autodominio y otros frutos del espíritu? “Estén airados, y, no obstante, no pequen —escribió Pablo—; que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado, ni dejen lugar para el Diablo.” (Efesios 4:26, 27.) Por eso, si se nos provoca y nos encolerizamos, debemos arreglar el asunto prontamente, antes de que el día termine. De otro modo, la amargura y el resentimiento empiezan a arraigarse en el corazón, y entonces es difícil desarraigarlos. ¡Luche contra respirar el “aire” envenenado de cólera y venganza de este mundo! (Salmo 37:8.)

      9. ¿Qué actitudes son comunes en los empleados, y por qué deberíamos examinar nuestros hábitos de trabajo?

      9 ¿Qué hay de sus hábitos de trabajo? Hoy día es común haraganear en el empleo y robar objetos que son propiedad del patrono. ¿Ha absorbido usted parte de este “aire”? ¿Se ha contagiado de la actitud de ‘hacer lo que todo el mundo hace’? Nunca olvide que nuestra labor como empleados cristianos afecta lo que otros opinan de Jehová y de su adoración verdadera. ¿Quisiera que alguien rechazara la verdad que un testigo de Jehová le llevara a su casa por la manera como usted actúa en su empleo? “El que hurta, ya no hurte más —dijo Pablo—, sino, más bien, que haga trabajo duro [...] para que tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad.” (Efesios 4:28.)

      10. En el trabajo seglar, ¿cómo podemos mostrar que no nos afecta el “aire” egoísta de este mundo?

      10 Aunque hoy día es raro hallar la relación de amo y esclavo que existía en el primer siglo, los empleados cristianos pueden aprender una lección de lo que Pablo escribió a los esclavos cristianos en Efesios 6:5-8. Allí se dijo a los trabajadores que ‘fueran obedientes a las personas para quienes trabajaban, no simplemente por procurar agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo’. Por eso, el cristiano nunca debe manejárselas para no dar un día de trabajo completo o no suministrar los bienes o servicios que haya prometido. Si actuamos ‘como para Jehová’, tendremos la actitud correcta y no nos afectará el “aire” de egoísmo y pereza de este mundo.

      Alimento, bebida y diversión

      11. ¿Cómo afectó una actitud mundana hacia el alimento y la bebida a algunos del pueblo de Jehová de tiempos bíblicos?

      11 ¿Le ha afectado el uso inmoderado de alimento y bebida del mundo? La actitud del mundo es ‘comamos, bebamos y alegrémonos, porque mañana quizás muramos’. (1 Corintios 15:32.) Y este espíritu ha afectado a siervos de Dios, aun desde la antigüedad. Recuerde la ocasión —allá en el desierto— en que los israelitas ‘se sentaron a comer y beber. Entonces se levantaron para divertirse’. (Éxodo 32:6.) Aquella ‘diversión’ condujo a un desenfreno de conducta relajada y a idolatría, de modo que la cólera divina ardió contra ellos. Nunca sigamos tal proceder. (1 Pedro 4:3-6.)

      12. Si nuestros hábitos de comer y beber necesitan atención, ¿qué debemos hacer?

      12 Jehová nos ha dado, en gran variedad, alimentos y bebidas que son deleitables, agradables a la vista y nutritivos, pero desea que los usemos con moderación. La Biblia condena la glotonería y la borrachera. (Proverbios 23:20, 21.) Por eso, sea honrado y pregúntese: ¿Puedo mejorar mis hábitos de comer y beber? Si necesita mayor dominio de sí mismo, reconózcalo y obre en armonía con sus oraciones por que el espíritu de Dios le ayude a resolver ese problema. “No anden emborrachándose con vino, en lo cual hay disolución, sino sigan llenándose de espíritu”, dijo Pablo. (Efesios 5:18.) Sí, ¡llénese del espíritu de Dios, y no ceda al espíritu desenfrenado de este mundo! “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31.) Sin embargo, si sus problemas persisten, busque la ayuda de hombres de madurez espiritual de la congregación. (Gálatas 6:1; Santiago 5:14, 15.)

      13. a) ¿Cómo se ve que el Diablo ha corrompido gran parte de la diversión hoy? b) ¿Cómo podemos evitar la actitud mundana hacia la diversión?

      13 Este mundo muestra demasiada afición a los deportes, la música y diversas formas de diversión. A menos que violen principios bíblicos, no es necesariamente malo disfrutar de estas cosas. Pero el problema es que Satanás, “el Príncipe del imperio del aire”, ha corrompido gran parte de la diversión de que se puede disfrutar hoy día. (Efesios 2:2, Biblia de Jerusalén.) Muchas veces se promueve la inmoralidad, se acepta tácitamente la violencia, y se pinta un cuadro de éxito logrado mediante engaño, fraude y hasta asesinato. Cuando observamos esto como entretenimiento, inhalamos estas actitudes hasta lo profundo de nuestro ser, y sus efectos tóxicos no pueden menos que causarnos daño. Además, hasta cuando algunas formas de diversión no estén condenadas por la Biblia, existe el peligro de aficionarnos a ellas, de modo que nos quede poco tiempo para actividades espirituales. Por eso, tenemos que seleccionar. Dedique tiempo a disfrutar con moderación de algún esparcimiento saludable y provechoso, pero evite imitar los excesos del mundo. Sea que el “aire” de este mundo tenga buen olor o un olor acre, ¡está contaminado y es mortífero! (Proverbios 11:19.)

      El orgullo de raza: un viento nocivo

      14. Respecto a problemas sociales, ¿cómo pudiera afectarnos el “aire” de este mundo?

      14 Un aspecto algo sutil del “aire” de este mundo es el orgullo racial y nacional. Algunos promueven la idea errónea de que ciertas razas son superiores y otras inferiores. El nacionalismo anima a la gente a ver a su país nativo como superior a todos los demás. De hecho, muchos sufren innecesariamente y se ven privados de derechos humanos básicos y necesidades fundamentales debido al egoísmo y el prejuicio de otros. El resultado es resentimiento, hasta violencia. Muchos se levantan en rebelión y toman la justicia por sus manos, confiando en que pueden resolver los problemas sociales a su manera. Estas ideas pudieran afectarnos a nosotros también. Cuando observamos o padecemos injusticias y entonces oímos a los que abogan por el cambio social, si no tenemos cuidado pudiéramos vacilar bajo la influencia de esas personas. Pudiéramos empezar a abandonar nuestra neutralidad y ponernos de un lado o del otro. (Juan 15:19.) Más grave aún, pudiéramos sentir la tentación de participar en manifestaciones de piquetes, hacer campañas o recurrir a la violencia para lograr cambios a la fuerza.

      15. ¿Qué proceder recomienda la Biblia si nos inclinamos a ‘vengarnos’?

      15 Sentimientos raciales o nacionalistas pudieran afectar adversamente el espíritu de una congregación. (Compárese con Hechos 6:1-7.) Pero tendremos el espíritu correcto si escuchamos este consejo: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová’”. (Romanos 12:18, 19.) Puesto que todas las razas han procedido de la primera pareja de humanos, y Dios no es parcial, no hay lugar para el orgullo de raza ni de nacionalidad en la congregación cristiana. (Hechos 10:34, 35; 17:26; Romanos 10:12; Efesios 4:1-3.)

      Siga respirando el “aire” que da vida

      16. ¿Qué ayuda tenemos para evitar que nos afecte el espíritu de este mundo?

      16 Hemos considerado los principales rasgos mortíferos del “aire” o espíritu de este mundo. Ese “aire” nos rodea, y ejerce tan fuerte presión que, si permitimos que en nuestra espiritualidad se desarrolle un vacío, este “aire” contaminado se apresurará a llenarlo. El poder resistirlo con éxito depende en gran manera de cuánto amamos lo que es puro, limpio y justo, y odiamos lo que es impuro, inmundo e inicuo. Seguiremos respirando el “aire” apropiado si seguimos cultivando la actitud mental apropiada en respuesta a la dirección del espíritu santo de Jehová. (Romanos 12:9; 2 Timoteo 1:7; Gálatas 6:7, 8.)

      17. ¿Qué debemos hacer inmediatamente si detectamos que nos llega parte del “aire” de este mundo?

      17 De ningún modo deje que el “aire” contaminado de este mundo empiece a atraerle como un olor agradable. El gobernante de este “aire” sabe precisamente lo que se necesita para agradar a los sentidos y generar un deseo que suele conducir al pecado. (Santiago 1:14, 15.) Manténgase en la sección donde está “Prohibido fumar”, el paraíso espiritual de Jehová. Cuando detecte que le llega una bocanada del “aire” de este mundo, huya de ella. Evítela como evitaría un veneno mortífero. “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos. Por esta razón dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.” (Efesios 5:15-17.)

      18. ¿Qué espíritu manifestarán los que tengan el privilegio de vivir en una Tierra limpiada?

      18 Es la voluntad de Dios que le sirvamos como personas que mantienen su integridad. El hacer esto significará vida en Su nuevo sistema ahora muy cercano. En aquel tiempo, cuando respiremos el aire, ¡cuán refrescante será! No habrá sustancias contaminadoras mortíferas, sino aire puro, sustentador de la vida. Eso será cierto del aire físico y, más importante todavía, del espíritu de los que tengan el privilegio de vivir en la Tierra ya limpiada. Estas personas tendrán una actitud de obediencia, de humildad, de estar dispuestas a responder debidamente. El “aire” de este viejo mundo, lleno de influencias de rebeldía, corrupción e impiedad, se habrá ido. (Revelación 21:5-8.)

      19. ¿Quiénes entrarán como sobrevivientes en el nuevo sistema de Jehová?

      19 De seguro no queremos estar entre los que estén respirando el “aire” de este sistema cuando Jehová acabe tanto con la contaminación como con los contaminadores en Armagedón. Cuando el viejo mundo se haya ido y ‘el gobernante del aire’ haya sido encerrado en el abismo, ¡qué alivio habrá! Todo el que ama a Jehová y sigue amando lo que es limpio, decente y justo estará allí. Jehová los desea allí y los ayudará mediante su espíritu. Les dará vida eterna en un nuevo sistema limpio y saludable. ¡No nos perdamos este privilegio por respirar el “aire” mortífero de este viejo sistema!

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir