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Meroe: testimonio de una grandeza olvidada¡Despertad! 1990 | 22 de junio
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Aquí estaba ubicado el Templo de Amón, que en su tiempo medía 140 metros de longitud y aún hoy destaca sobre la arena del desierto. En el pasado, estatuas de carneros hechas de granito, algunas de las cuales todavía se pueden ver hoy día, flanqueaban la ancha vía procesional que conducía a la entrada del templo.
Si visita las inmediaciones del templo aún podrá contemplar algunas de las estatuas, grabados y pinturas que adornaban de forma suntuosa los palacios reales. O quizás desee admirar las columnas hermosamente esculpidas que rodean una piscina cercana. El sistema de cañerías que en otro tiempo encauzaba el agua hacia la piscina a través de las bocas abiertas de unas pequeñas estatuas con cabeza de león resulta ingenioso hasta para los criterios del siglo XX. Y los estragos del tiempo, el Sol o la arena del desierto no han deslucido por completo los llamativos colores que adornan las columnas que rodean la piscina.
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Meroe: testimonio de una grandeza olvidada¡Despertad! 1990 | 22 de junio
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[Fotografías/Mapa en la página 25]
Arriba: Ruinas de un templo de Meroe
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