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¿Quién alcanzará la aprobación de Jehová?La Atalaya 1988 | 15 de noviembre
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Los no creyentes y la congregación cristiana
11, 12. a) ¿Qué otro cambio sucedió cuando el etíope se bautizó? b) ¿Cómo concordaba esto con Filipenses 2:12, 13?
11 Jesús dijo a sus seguidores: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado”. (Mateo 28:19, 20.) El prosélito etíope que acabamos de mencionar ya sabía de Jehová y del espíritu santo. Por eso, una vez que Felipe le hubo ayudado a entender que Jesús era el Hijo mesiánico de Dios, y a aceptarlo, podía ser bautizado. Así llegaría a ser miembro aprobado del pueblo de Jehová que seguía a Cristo. Naturalmente, sería responsable ante Dios, y tendría ‘que observar todas las cosas mandadas’ a los cristianos. Pero con esta responsabilidad venía una perspectiva maravillosa: ¡la salvación!
12 Más tarde, Pablo escribió que todos los cristianos tienen que ‘seguir obrando su propia salvación con temor y temblor’. Pero era posible hacer eso “porque Dios es el que, por causa de su beneplácito [eu·do·kí·as], está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar”. (Filipenses 2:12, 13.)
13. ¿Cómo habrían tratado los cristianos con los que se hubieran tardado más en bautizarse que el eunuco etíope?
13 No todos los que trataban con los verdaderos cristianos estaban tan dispuestos ni capacitados para adelantar rápidamente hacia el bautismo como aquel etíope. Algunos, puesto que no eran judíos ni prosélitos, tenían poco conocimiento de Jehová y de sus caminos, o ninguno; y en lo moral no se guiaban por las normas de Dios. ¿Cómo se trataría con estas personas? Los cristianos seguirían el ejemplo de Jesús. Él ciertamente no estimuló —ni siquiera aprobó tácitamente— el pecado. (Juan 5:14.) Con todo, manifestaba tolerancia para con los pecadores que venían a él y que deseaban cambiar de costumbres para armonizar sus caminos con los de Dios. (Lucas 15:1-7.)
14, 15. Aparte de los cristianos ungidos, ¿qué clases de personas asistían a las reuniones de Corinto, y cómo pudieran haber variado en cuanto a progreso espiritual?
14 El hecho de que los cristianos mostraban tolerancia para con los que estaban aprendiendo acerca de Dios se ve claramente por los comentarios de Pablo acerca de las reuniones que se celebraban en Corinto. Al considerar el uso de los dones milagrosos del espíritu que originalmente indicaron que el cristianismo tenía la bendición de Dios, Pablo mencionó a “creyentes” y a “incrédulos”. (1 Corintios 14:22.) Los “creyentes” eran los que aceptaban a Cristo y se bautizaban. (Hechos 8:13; 16:31-34.) “Muchos de los corintios que oyeron empezaron a creer y a bautizarse.” (Hechos 18:8.)
15 De acuerdo con 1 Corintios 14:24, a las reuniones de Corinto venían también ‘incrédulos o personas comunes’ a quienes se recibía bien allíc. Puede que variaran en su progreso al estudiar y aplicar la Palabra de Dios. Pudiera ser que algunos todavía estuvieran cometiendo algún pecado. Otros quizás habían desarrollado alguna fe, y probablemente ya habían hecho cambios en la vida y, aun antes del bautismo, habían empezado a hablar con otros sobre lo que habían aprendido.
16. ¿Cómo pudiera haber beneficiado a aquellas personas el que estuvieran entre los cristianos en las reuniones de la congregación?
16 Por supuesto, ninguno de los no bautizados estaba “en el Señor”. (1 Corintios 7:39.) Si en el pasado habían cometido faltas morales y espirituales de tipo grave, se comprende que les pudo haber tomado tiempo amoldarse a las normas de Dios. Entretanto, mientras no se comportaran malvadamente tratando de subvertir la fe y la limpieza de la congregación, se les recibía bien. Lo que veían y oían en las reuniones podía ‘censurarlos’ a medida que ‘los secretos de su corazón quedaban manifiestos’. (1 Corintios 14:23-25; 2 Corintios 6:14.)
Cómo seguir aprobado por Dios para la salvación
17. ¿Qué cumplimiento tuvo Lucas 2:14 en el primer siglo?
17 Mediante la predicación pública por cristianos bautizados en el primer siglo, miles de personas oyeron las buenas nuevas. Pusieron fe en lo que oyeron, se arrepintieron de su proceder anterior y se bautizaron, y así hicieron “declaración pública para salvación”. (Romanos 10:10-15; Hechos 2:41-44; 5:14; Colosenses 1:23.) No había duda de que los bautizados de aquel tiempo tenían la aprobación de Jehová, porque él los ungía con espíritu santo y los adoptaba como hijos espirituales. El apóstol Pablo escribió: “Nos predeterminó a la adopción mediante Jesucristo como hijos para sí mismo, según el beneplácito [eu·do·kí·an] de su voluntad”. (Efesios 1:5.) Así, dentro de aquel siglo empezó a cumplirse lo que predijeron los ángeles cuando Jesús nació: “Paz entre los hombres de buena voluntad [u: hombres a quienes Dios aprueba]”. (Lucas 2:14.)
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¿Quién alcanzará la aprobación de Jehová?La Atalaya 1988 | 15 de noviembre
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¿Qué significaron Sus palabras?
4. a) ¿Qué sentido tiene la palabra griega para “aprobado” en la declaración de Dios? b) ¿Por qué es de interés especial el uso de esa palabra en este caso?
4 En los informes evangélicos de las palabras de Dios: “he aprobado [a Jesús]”, se emplea el verbo griego eu·do·ké·o. (Mateo 3:17; Marcos 1:11; Lucas 3:22.) Esto significa “hallarse complacido, considerar favorablemente, deleitarse en”, y su forma sustantivada tiene el sentido de “buena voluntad, beneplácito, favor, deseo”. Eu·do·ké·o no se limita a la aprobación divina. Por ejemplo, los cristianos de Macedonia ‘tuvieron gusto’ en compartir sus bienes con otros. (Romanos 10:1; 15:26; 2 Corintios 5:8; 1 Tesalonicenses 2:8; 3:1.) Con todo, la aprobación que Jesús recibió la expresó Dios, no el hombre. Con referencia a Jesús, este término se usa solamente después de su bautismo. (Mateo 17:5; 2 Pedro 1:17.) Es interesante que Lucas 2:52 usa una palabra diferente —kjá·ris— cuando menciona a Jesús como joven no bautizado que había recibido “favor” de Dios y los hombres.
5. a) ¿Cómo se ve claramente que los humanos imperfectos pueden recibir la aprobación de Dios? b) ¿Quiénes son los “hombres de buena voluntad”?
5 ¿Es posible, también, que humanos imperfectos como nosotros seamos aprobados por Dios? La respuesta, para alegría nuestra, es: sí. Cuando Jesús nació, unos ángeles anunciaron: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad [eu·do·kí·as]”. (Lucas 2:14.) En el griego literal, los ángeles cantaban sobre una bendición venidera a “hombres del bien pensar” u “hombres a quienes Dios aprueba”a. El profesor Hans Bietenhard escribe lo siguiente sobre este uso de en an·thró·pois eu·do·kí·as: “La frase se refiere a los hombres que tenían el beneplácito de Dios [...] Por lo tanto, lo que consideramos aquí no es la buena voluntad de los hombres [...] Consideramos la voluntad soberana y benévola de Dios, que elige para sí a un pueblo que ha de recibir salvación”. Así, como por mucho tiempo han explicado los testigos de Jehová, Lucas 2:14 indica que por la dedicación y el bautismo es posible que humanos imperfectos lleguen a ser hombres de buena voluntad, ¡hombres a quienes Dios apruebab!
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