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  • Todo el mundo quiere asegurarse un buen futuro
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 3
    • Unos padres con su hijita disfrutan mirando las flores de un cerezo.

      Todo el mundo quiere asegurarse un buen futuro

      ¿Cómo le gustaría que fuera su vida y la de su familia en el futuro? Seguro que usted quiere una vida feliz, con buena salud, paz y prosperidad. En realidad, eso es lo que todo el mundo desea: un buen futuro.

      Sin embargo, muchos piensan que es muy difícil conseguir un futuro así. Han visto que las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana. Por culpa de sucesos como la pandemia del COVID-19, la vida de mucha gente ha empeorado, la economía se ha hundido y muchas personas han perdido la vida. Por eso, muchos piensan que ese futuro que desean nunca se hará realidad.

      Con tanta incertidumbre, la gente busca desesperadamente algo que le ayude a tener un futuro mejor. Algunos confían en fuerzas misteriosas, como el destino o la suerte. Muchos están convencidos de que los estudios y el dinero les darán lo que quieren. Y otros piensan que para tener una buena vida basta con ser una buena persona.

      ¿Pero de veras puede alguna de estas cosas darle a usted el futuro que siempre ha querido? Para descubrirlo, piense en lo siguiente:

      • ¿Qué controla su futuro?

      • ¿Pueden los estudios y el dinero garantizarle una vida mejor?

      • ¿Ser buena persona le asegura un futuro mejor?

      • ¿Dónde puede encontrar una guía confiable para asegurar su futuro?

      Esta revista le ayudará a encontrar las respuestas.

  • ¿Qué controla su futuro?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 3
    • Serie de imágenes: 1. Una mujer le lee las cartas del tarot a una clienta. 2. Una brújula de feng shui junto a los planos de una casa. 3. Una persona ofrece incienso, frutas y flores a un antepasado.

      ¿Qué controla su futuro?

      Mucha gente cree que hay fuerzas misteriosas que controlan su futuro. Por eso, hacen cosas que según ellos mejorarán su vida.

      LO QUE MUCHOS CREEN

      LA ASTROLOGÍA. Muchas personas piensan que su futuro depende de cómo estaban alineadas las estrellas el día en que nacieron. Así que leen el horóscopo para saber qué les va a pasar, y toman medidas para evitar problemas o triunfar en la vida.

      EL FENG SHUI. Otros piensan que, para que les vaya bien en la vida, es imprescindible que su entorno esté en armonía con las fuerzas invisibles de la naturaleza. Un hombre que vive en Hong Kong, llamado Lo Wing,a dice: “Un maestro de feng shui me dijo que, si ponía un cristal especial en un lugar específico de mi tienda, ganaría más dinero”.

      LA ADORACIÓN A LOS ANTEPASADOS. Otros creen que deben adorar a los antepasados o a varios dioses para que estos los protejan y los bendigan. Van, una mujer que vive en Vietnam, dice: “Creía que, si honraba a mis antepasados, mi vida mejoraría ahora y mis hijos y yo tendríamos el futuro asegurado”.

      LA REENCARNACIÓN. Muchos creen que cuando morimos volvemos a nacer y que este ciclo se repite una y otra vez. En su opinión, las cosas buenas o malas que les ocurren ahora son el resultado de lo que hicieron en una vida anterior.

      Aunque en el fondo muchos piensan que todo esto son supersticiones, no les importa probar el horóscopo, la tabla Ouija®, las cartas del tarot, que les lean las manos…, por si acaso alguna de estas cosas les ayuda a conocer su futuro.

      LOS RESULTADOS

      ¿Tienen una vida mejor y su futuro asegurado los que creen en estas cosas?

      Veamos lo que le pasó a Hào, que vive en Vietnam. Él dejó que la astrología, el feng shui y la adoración a los antepasados guiaran su vida. Pero ¿le fue bien? Hào dice: “Mi negocio fracasó, me llené de deudas, tuve problemas familiares y acabé emocionalmente destruido”.

      Qiuming, de Taiwán, creía en la astrología, la reencarnación, el destino, el feng shui y la adoración a los antepasados. Pero después de analizar a fondo estos temas dijo: “Me di cuenta de que estas creencias y costumbres se contradicen entre ellas y son confusas. La astrología se equivoca con frecuencia. Y sobre la reencarnación…, bueno, si no te acuerdas de lo que hiciste en tu vida anterior, ¿cómo vas a cambiar y mejorar en la próxima?”.

      “Me di cuenta de que estas creencias y costumbres se contradicen entre ellas y son confusas” (QIUMING, TAIWÁN)

      Hào, Qiuming y muchas otras personas se han dado cuenta de que el destino, las estrellas, los antepasados o la reencarnación no definen nuestro futuro. Pero, entonces, ¿significa eso que no tenemos ningún control sobre él?

      NUESTRAS DECISIONES INFLUYEN EN NUESTRA VIDA

      Aunque no podemos controlar todo lo que nos ocurre, por lo general, las decisiones que tomamos sí influyen en nuestro futuro. Por ejemplo, durante una epidemia o una pandemia como la del COVID-19, decidimos lavarnos más las manos y usar la mascarilla o el cubrebocas. ¿Por qué? Porque hacerlo protege nuestra salud. Esto muestra que nuestras decisiones influyen en nuestra vida.

      Pero, obviamente, si queremos que nos vaya bien, tenemos que tomar buenas decisiones. Hace unos 2.000 años un sabio maestro lo explicó así: “Lo que uno esté sembrando es lo que cosechará”.b

      Muchos creen que, para garantizarse un futuro mejor, hay que tener estudios superiores o ser rico. Pero ¿cómo se sienten quienes han decidido seguir este camino?

      a En esta revista se han cambiado algunos nombres.

      b Estas palabras se encuentran en la Santa Biblia, en Gálatas 6:7. La misma idea se expresa en un proverbio oriental que dice: “Siembra melones y recogerás melones; siembra habas y recogerás habas”.

  • ¿Pueden los estudios y el dinero garantizarle un futuro mejor?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 3
    • Dos muchachas se dirigen a una clase en una universidad.

      ¿Pueden los estudios y el dinero garantizarle un futuro mejor?

      Muchas personas piensan que quienes han estudiado mucho y son ricos tienen el futuro asegurado. Creen que, si las personas van a la universidad, serán mejores en el trabajo, la familia y la comunidad. También opinan que, con una buena educación, se puede conseguir un trabajo bien pagado y que, cuanto más dinero gane una persona, más feliz será.

      LO QUE MUCHOS DECIDEN HACER

      Un hombre de china llamado Zhang Chen cuenta: “Yo creía que, sin un título universitario, jamás saldría de la pobreza y que un trabajo muy bien pagado me daría una vida plena y feliz”.

      Para aumentar sus posibilidades de conseguir un buen futuro, muchos quieren estudiar en universidades reconocidas aunque tengan que viajar a otros países. Esto era muy común hasta que el COVID-19 hizo que viajar fuera más difícil. Un informe del año 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos dice: “Los estudiantes asiáticos representan el 52 % de los estudiantes extranjeros matriculados en todo el mundo”.

      Muchos padres hacen grandes sacrificios para que sus hijos estudien en universidades de otros países. Qixiang, un hombre de Taiwán, recuerda: “Mis padres no tenían mucho dinero. Pero aun así enviaron a sus cuatro hijos a estudiar a Estados Unidos”. Para pagar todos estos estudios, su familia, como tantas otras, se tuvo que meter en muchas deudas.

      LOS RESULTADOS

      Tarde en la noche, una de las muchachas está sentada delante de su computadora. Está cansada y estresada.

      Muchos de los que se centran en los estudios superiores y el dinero terminan frustrados.

      Es cierto que tener estudios puede mejorar algunos aspectos de nuestra vida, pero los resultados no son siempre los que los estudiantes esperan. Por ejemplo, después de años de sacrificios y grandes deudas, muchos no pueden encontrar el trabajo que quieren. Un reportaje de la periodista Rachel Mui para el Business Times, de Singapur, menciona: “El desempleo entre los universitarios parece ser un problema que va en aumento”. Jianjie, quien tiene un doctorado y vive en Taiwán, dice: “A muchos no les queda otra opción que aceptar un trabajo que no tiene nada que ver con sus estudios”.

      Algunos consiguen trabajar en lo que estudiaron, pero puede que no tengan la vida que soñaban. Niran es un hombre de Tailandia que fue a la universidad en el Reino Unido. Al regresar a su país, encontró un trabajo relacionado con lo que estudió. Él cuenta: “Tal y como esperaba, gracias a mis estudios conseguí un trabajo bien pagado. Pero, para ganar tanto dinero, tenía que esforzarme más y trabajar más horas. Al final, la compañía despidió a la mayoría de los empleados, incluyéndome a mí. Me di cuenta de que no hay ningún trabajo seguro”.

      Los que son ricos o tienen lo que llaman “una buena vida” también se enfrentan a problemas familiares y de salud, o se preocupan demasiado por su dinero. Katsutoshi, un hombre de Japón, admite: “Aunque tenía mucho dinero no era feliz, porque otros competían conmigo, me tenían envidia y me hacían la vida imposible”. Lam, una mujer que vive en Vietnam, dice: “He visto a muchas personas esforzarse por conseguir un buen trabajo y tener estabilidad económica. Pero les pasa todo lo contrario: sufren de ansiedad y depresión, tienen otros problemas de salud y no se sienten seguras”.

      LOS ESTUDIOS Y EL DINERO NO SON SUFICIENTES

      Es verdad que hace falta cierto nivel de educación y dinero para cubrir nuestras necesidades y las de nuestra familia. Sin embargo, estas cosas no son suficientes para garantizarnos un buen futuro. ¿Por qué no? Note lo que dicen las Sagradas Escrituras.

      LOS ESTUDIOS SUPERIORES NO SIEMPRE GARANTIZAN EL ÉXITO

      “Los veloces no siempre ganan la carrera […], ni los inteligentes tienen siempre riquezas, ni siempre les va bien a los que tienen conocimiento, ya que a todos les llega algún mal momento y algún suceso imprevisto” (ECLESIASTÉS 9:11).

      Muchas veces, incluso los que están más preparados para tener éxito no lo consiguen por razones que están fuera de su control. Por ejemplo, la inestabilidad económica, las injusticias sociales y los prejuicios pueden impedir que alcancen sus sueños.

      LAS RIQUEZAS PUEDEN DESAPARECER

      “No te desvivas consiguiendo riquezas. Detente y muestra que tienes entendimiento. Cuando pones los ojos en ellas, desaparecen, porque sin falta les saldrán alas como las del águila y se irán volando por el cielo” (PROVERBIOS 23:4, 5).

      Cualquier seguridad que el dinero nos ofrezca es temporal. Por ejemplo, una crisis financiera puede acabar con los ahorros de toda una vida de la noche a la mañana. Y los desastres naturales, como terremotos, incendios y tifones o huracanes, pueden dejar a una persona sin hogar y sin dinero.

      LAS RIQUEZAS SUELEN TRAER PROBLEMAS

      “La abundancia del rico no lo deja dormir” (ECLESIASTÉS 5:12).

      Eso es justo lo que le ocurrió a Franklin, que vive en Hong Kong. Él tenía estudios universitarios y un trabajo muy bien pagado, y hasta lo nombraron gerente. Pero él comenta: “El estrés estaba afectando mi salud. Me sentía tan agobiado que ni dormía”. Franklin ya no podía más. “Comencé a preguntarme por qué vivía así, y eso me llevó a pensar más en el sentido de la vida”, recuerda él.

      “No te desvivas consiguiendo riquezas” (PROVERBIOS 23:4)

      Al igual que Franklin, muchos han llegado a esta conclusión: que los estudios superiores y las riquezas no lo son todo en la vida. En vez de centrarse en las cosas materiales, otros buscan un futuro mejor esforzándose por ser buenas personas y haciendo el bien a los demás. ¿Será esta la clave para asegurarnos un buen futuro? El próximo artículo nos da la respuesta.

  • ¿Ser buena persona le asegura un futuro mejor?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 3
    • Una mujer le cede su asiento en el autobús a una señora mayor.

      ¿Ser buena persona le asegura un futuro mejor?

      Durante siglos, mucha gente ha pensado que ser buena persona es la clave para tener un buen futuro. Por ejemplo, Confucio, un maestro y filósofo que vivió entre el 551 y el 479 antes de nuestra era, dijo: “No hagas a los demás lo que no desees que te hagan a ti”.a Muchos asiáticos están de acuerdo con esas palabras.

      LO QUE MUCHOS HACEN

      Muchas otras personas también creen que, para tener un futuro mejor, tienen que portarse bien. Por eso, se esfuerzan por ser respetuosas, tener buenos modales, cumplir con su papel en la sociedad y tener la conciencia tranquila. Linh, una mujer que vive en Vietnam, dice: “Siempre pensé que si era honrada y sincera me iría bien”.

      La misma mujer le sirve comida a personas pobres y sin hogar.

      Algunos hacen cosas buenas porque eso es lo que les enseña su religión. Un hombre que vive en Taiwán, llamado Hsu-Yun, nos cuenta: “Me enseñaron que, cuando una persona muere, es feliz o sufre por toda la eternidad dependiendo de lo que haya hecho durante su vida”.

      LOS RESULTADOS

      Al acabar el día, la misma mujer, triste y agotada, mece a su niño en sus brazos.

      Es verdad que cuando hacemos cosas buenas por otros nos va mejor. Sin embargo, mucha gente que ayuda a los demás se da cuenta de que las cosas no siempre salen como ellos esperan. Shiu Ping, una mujer que vive en Hong Kong, comenta: “Por experiencia propia, puedo decir que los que hacen cosas buenas no siempre reciben cosas buenas. Yo hice todo lo que pude por cuidar de mi familia y por hacer bien las cosas, pero mi matrimonio fue un fracaso y mi esposo nos abandonó a mi hijo y a mí”.

      Muchos se han dado cuenta de que la religión no necesariamente hace mejores a las personas. Etsuko, una mujer que vive en Japón, reconoce: “Estuve en una organización religiosa y fui directora de actividades para jóvenes. Quedé muy decepcionada al ver que la gente de mi religión tenía tan pocos valores morales, se peleaba por el poder y usaba mal el dinero de la iglesia”.

      “Yo hice todo lo que pude por cuidar de mi familia y por hacer bien las cosas, pero mi matrimonio fue un fracaso y mi esposo nos abandonó a mi hijo y a mí” (SHIU PING, HONG KONG)

      Algunas personas muy religiosas se sienten muy frustradas cuando ven que todo el bien que hicieron no sirvió de nada. Así fue como se sintió Van, una mujer de Vietnam. Ella dijo: “Todos los días ponía frutas, flores y comida en los altares de mis antepasados con la esperanza de recibir alguna bendición en el futuro. ¡Tantos años de buenas obras y ritos religiosos…! Y al final mi esposo se enfermó muchísimo. Y luego murió mi hija, que estaba estudiando en el extranjero; solo tenía 20 años”.

      POR QUÉ NO ES SUFICIENTE CON SER BUENA PERSONA

      Aunque es importante ser bueno con los demás, eso no es suficiente para asegurarnos el futuro. ¿Por qué no? Vea lo que dicen las Sagradas Escrituras.

      NO TODO EL MUNDO QUIERE HACER LAS COSAS BIEN

      “Un solo pecador puede destruir mucho bien” (ECLESIASTÉS 9:18).

      Aunque uno se esfuerce mucho por ser buena persona, las acciones egoístas de otros pueden poner en peligro su futuro. Por ejemplo, durante una pandemia, puede que usted obedezca a las autoridades y evite el contacto estrecho con los demás. Pero ¿y si otros desobedecen? Su conducta puede poner en peligro la salud de quienes quieren hacer las cosas bien.

      MUCHOS NO SABEN LO QUE ESTÁ BIEN Y LO QUE ESTÁ MAL

      “Hay un camino que al hombre le parece correcto, pero al final lleva a la muerte” (PROVERBIOS 14:12).

      La historia está llena de personas que estaban convencidas de que lo que hacían estaba bien, pero luego se dieron cuenta de que estaban equivocadas. Las buenas intenciones no nos libran de las consecuencias de nuestras malas decisiones.

      LA VIDA ES IMPREDECIBLE

      “Ustedes no saben qué será de su vida mañana” (SANTIAGO 4:14).

      Hasta la mejor persona del mundo se puede morir en cualquier momento. Por ejemplo, durante la pandemia del COVID-19, muchos voluntarios perdieron la vida por ayudar a otros. O veamos lo que le pasó a Liting, una mujer de China que perdió a su padre en un accidente de tránsito. Ella dice: “No lo podía entender. ¿Por qué tuvo que morir una persona tan buena? Mi padre era un hombre trabajador, humilde y sincero, y fue el único del vehículo que perdió la vida”.

      Así que, si ser una buena persona no es la solución para asegurarnos un buen futuro, entonces, ¿cuál es? Para saberlo, necesitamos una guía confiable, una fuente de información que responda nuestras preguntas y nos indique cómo tener un futuro mejor. ¿Dónde podemos encontrar esa guía?

      a Si desea saber más sobre las enseñanzas de Confucio, lea los párrafos 31 a 35 del capítulo 7 del libro El hombre en busca de Dios, editado por los testigos de Jehová y disponible en www.pr418.com.

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