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  • Edifican juntos a escala mundial
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • Se obtienen los Salones de Asambleas necesarios

      Con el transcurso de los años se han usado diferentes lugares para las asambleas de circuito. Los testigos de Jehová han alquilado auditorios públicos, escuelas, teatros, armerías, campos deportivos y parques de atracciones. En algunos lugares se podían conseguir instalaciones magníficas a un precio módico. Pero la mayoría de las veces había que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a limpiar el lugar, instalar el equipo de sonido, construir la plataforma y transportar las sillas. A veces se presentaban cancelaciones de última hora. Al multiplicarse el número de congregaciones, se hacía cada vez más difícil hallar suficientes lugares adecuados. ¿Qué se podía hacer?

      De nuevo la solución era que los testigos de Jehová contaran con sus propios locales. Esto implicaría la renovación de algunos edificios adecuados y la construcción de otros. El primero de tales Salones de Asambleas en Estados Unidos fue un teatro en Long Island City (Nueva York), que se restauró y empezó a funcionar a finales de 1965.

      Para el mismo tiempo, los Testigos de la isla caribeña de Guadalupe diseñaron un Salón de Asambleas que necesitaban. Les parecía conveniente tener sus asambleas de circuito en muchos lugares distintos. Pero la mayoría de los pueblos no contaban con instalaciones suficientemente grandes. Así que los Testigos construyeron una armazón portátil de tubos de acero y techo de aluminio, con cabida para unas setecientas personas, que se podía levantar dondequiera que hubiera un terreno relativamente llano. Tuvieron que agrandarla varias veces, hasta que llegó a tener capacidad para 5.000 personas. ¡Imagínese lo que suponía transportar, instalar y desarmar treinta toneladas de materiales para cada asamblea! Aquel Salón de Asambleas se montó y desmontó varias veces al año durante trece años, hasta que se hizo muy difícil encontrar dónde levantarlo y fue preciso comprar un solar para erigir un Salón de Asambleas fijo, que en la actualidad se utiliza para las asambleas de circuito y de distrito.

      En no pocos lugares se habilitaron edificios ya existentes como Salones de Asambleas. En Hays Bridge (Surrey, Inglaterra) se compró y se reformó un complejo escolar que tenía cincuenta años. Está en un hermoso campo de 11 hectáreas. Se restauraron y pusieron en servicio algunas salas de cine antiguas y un depósito o almacén industrial en España, una fábrica textil que no se usaba en Australia, una sala de bailes en Quebec (Canadá), una bolera en Japón y un almacén en la República de Corea. Todos se convirtieron en hermosos Salones de Asambleas que podían emplearse también como grandes centros de educación bíblica.

      Otros Salones de Asambleas eran totalmente nuevos, desde los cimientos hasta el techo. El salón de Hellaby (South Yorkshire, Inglaterra) motivó un artículo en la revista del Instituto de Ingenieros de Construcción, no solo por su particular forma octagonal, sino también porque la mayor parte del trabajo lo realizaron trabajadores voluntarios. El Salón de Asambleas de Saskatoon (Saskatchewan, Canadá) se construyó con capacidad para 1.200 personas; pero basta con correr unas paredes interiores para formar cuatro Salones del Reino contiguos. El Salón de Asambleas de Haití (prefabricado y enviado desde Estados Unidos) tenía dos lados sin paredes, a fin de que el auditorio se refrescara constantemente con los vientos predominantes que les aliviaban del ardiente sol haitiano. El salón de Port Moresby (Papua Nueva Guinea) se edificó de tal modo que algunas secciones de las paredes se pudieran abrir como si fueran puertas para acomodar a muchas más personas de las que normalmente cabrían.

      La decisión de construir un Salón de Asambleas no la toma un grupo reducido de superintendentes esperando que los demás los apoyen. Antes de construir un Salón, la Sociedad procura que se haga un análisis minucioso para determinar cuánto se le necesita y la frecuencia con que se ha de usar. No solo se considera el entusiasmo de los hermanos locales por el proyecto, sino también las necesidades generales del campo. Se trata el asunto con todas las congregaciones implicadas, para comprobar si los hermanos realmente desean apoyarlo y disponen de los recursos necesarios.

      Cuando la obra se pone en marcha, los testigos de Jehová de la zona la apoyan de todo corazón. La construcción de todos estos salones es financiada por los mismos Testigos. Aunque se les explica cuánto dinero se necesita, sus contribuciones son voluntarias y anónimas. La planificación se hace de antemano cuidadosamente, y se aprovecha la experiencia adquirida en la construcción de Salones del Reino y, a menudo, de Salones de Asambleas en otros lugares. A veces es preciso conceder algunas porciones del trabajo a contratistas comerciales, pero por lo general casi todo el trabajo lo hacen los entusiastas Testigos. Esto pudiera reducir los costos a la mitad.

      Usualmente el trabajo avanza con rapidez gracias a trabajadores que son profesionales experimentados y a otros que ofrecen su tiempo y aptitudes. Algunas obras pueden tomar más de un año. No obstante, en 1985 unos cuatro mil quinientos voluntarios terminaron un Salón de Asambleas de 2.300 metros cuadrados en la isla de Vancouver (Canadá) en tan solo nueve días. El edificio incluye un Salón del Reino con asientos para 200 personas, en el que se reúnen las congregaciones de aquella zona. En Nueva Caledonia, a pesar de que en 1984 se impuso el toque de queda a raíz de unos disturbios políticos, más de cuatrocientos voluntarios trabajaron en el Salón de Asambleas a la vez y lo terminaron en solo cuatro meses. Cerca de Estocolmo (Suecia) se edificó en siete meses un práctico y hermoso Salón de Asambleas con 900 sillas de roble acolchadas.

      A veces se ha tenido que insistir en los tribunales para obtener los permisos de construcción de los Salones de Asambleas. Esto sucedió en Surrey (Columbia Británica, Canadá). Cuando se compró el terreno, el reglamento de zonificación permitía la construcción de un lugar de adoración de este tipo. Pero después que se presentaron los planos para su aprobación en 1974, el Concejo Municipal de Surrey aprobó una ordenanza que estipulaba que solo se podían construir iglesias y salones de asambleas en la Zona P-3, ¡la cual no existía! Sin embargo, anteriormente se habían construido 79 iglesias en aquel municipio sin ningún problema. El caso se llevó a los tribunales. Estos pronunciaron varios fallos a favor de los testigos de Jehová. Cuando por fin se eliminaron los obstáculos que ponían estos funcionarios con prejuicios, los trabajadores voluntarios se dieron a la obra con tanto entusiasmo que la terminaron en unos siete meses. Así como los esfuerzos de Nehemías por reconstruir los muros de la antigua Jerusalén tuvieron la bendición divina, del mismo modo los hermanos vieron que la ‘mano de Dios estuvo sobre ellos’ para que se completara el trabajo. (Neh. 2:18.)

      Cuando los testigos de Jehová de Estados Unidos compraron el teatro Stanley, de Jersey City (Nueva Jersey), el nombre de este edificio estaba en el registro estatal de lugares históricos. Aunque el edificio se hallaba en condiciones deplorables, podía llegar a ser un excelente Salón de Asambleas. Sin embargo, los funcionarios municipales rehusaron otorgar a los Testigos el permiso para hacer las reparaciones necesarias. El alcalde no quería a los testigos de Jehová en la zona porque tenía otros planes para la propiedad. Fue menester presentar una demanda para impedir que aquellos funcionarios abusaran de su autoridad. El tribunal falló a favor de los Testigos. Poco después, los vecinos votaron por la destitución del alcalde. Las obras en el salón avanzaron velozmente. El resultado fue un precioso Salón de Asambleas con capacidad para más de cuatro mil personas. Tanto los hombres de negocios como los residentes del lugar se enorgullecen de ese edificio.

      En los pasados veintisiete años los testigos de Jehová han construido por todo el mundo Salones de Asambleas hermosos y prácticos como centros de educación bíblica. Se encuentran en cantidad cada vez mayor en América del Norte y del Sur, Europa, África y el Oriente, así como en muchas islas. En algunos países —por ejemplo, en Nigeria, Italia y Dinamarca— los testigos de Jehová han construido incluso instalaciones fijas más grandes, al aire libre, para sus asambleas de distrito.

  • Edifican juntos a escala mundial
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • [Recuadro/Fotografías en la página 330]

      Salones de Asambleas de los testigos de Jehová

      A fin de celebrar sus asambleas periódicas, los testigos de Jehová de algunas zonas han hallado práctico construir sus propios Salones de Asambleas. La mayor parte del trabajo lo realizan los Testigos locales. Aquí se muestran solo algunos salones que se utilizaban a principios de los años noventa

      Gran Bretaña

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      Japón

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