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¿Hay razones para creer en Dios?La Atalaya 2009 | 1 de octubre
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Otras razones para no creer
Generalmente se enseña que la evolución es un hecho establecido. Anila, por ejemplo, estudió en Albania, país donde predominaba el ateísmo. “En clase aprendimos que quienes creen en Dios son ingenuos y anticuados —cuenta ella—. Me maravillaba de lo que aprendía sobre las plantas y la vida orgánica, pero todo lo atribuía a la evolución, pues eso nos hacía sentir que estábamos al nivel del pensamiento científico.” Hoy, ella admite que tenía que aceptar ciegamente todo lo que le enseñaban.
El resentimiento puede ser un obstáculo para algunos. Los testigos de Jehová a menudo lo perciben cuando van de puerta en puerta hablando de la esperanza que ofrece la Biblia. Bertil, mencionado antes, recibió la visita de un joven Testigo y recuerda haber pensado: “Pobre fanático. Has venido al lugar equivocado”. Y continúa: “Lo dejé entrar, y muy indignado le dije todo lo que opinaba sobre Dios, la Biblia y la religión”.
En cambio, a Gus, de Escocia, le preocupaban las injusticias. Al principio era muy polémico y desafiante cuando hablaba con los testigos de Jehová. Planteaba preguntas parecidas a las del profeta hebreo Habacuc, quien dijo a Dios: “¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo sólo pleitos y peleas” (Habacuc 1:3, Traducción en lenguaje actual).
La aparente indiferencia de Dios hacia la maldad ha perturbado a las personas por mucho tiempo (Salmo 73:2, 3). Simone de Beauvoir, escritora francesa, comentó en cierta ocasión: “Me resultaba más fácil creer en un mundo sin creador que en un creador cargado con todas las contradicciones del mundo”.
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¿Hay razones para creer en Dios?La Atalaya 2009 | 1 de octubre
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“CUANDO contemplaba la posibilidad de que existiera un Creador, me enfurecía pensar que él tuviera el poder de impedir el sufrimiento pero que no hiciera nada.” Así se expresó un ex ateo que perdió a varios familiares durante el Holocausto. Y él no era el único que se sentía así.
Cuando sufren atrocidades, a muchos se les hace difícil creer en Dios, o se consuelan pensando que no existe.
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