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    ¡Despertad! 2001 | 8 de abril
    • No obstante, si nos atenemos a los números, el asno —primo del caballo, por decirlo así— es el que más abunda. Dado que se reproduce más que su pariente y puebla una zona mayor que el camello, ha caído víctima de su propia proliferación.

      El programa Judas

      Al igual que los caballos, los asnos domesticados fueron importados a fines del siglo XVIII para llevar cargas o arar los campos, y pronto se adaptaron al país. Cuando los soltaron en masa durante la década de 1920, la densidad de su población se multiplicó por treinta con respecto a las manadas de asnos salvajes.

      Puesto que están creados para la vida en zonas desérticas, como los camellos, inhiben la transpiración cuando se deshidratan y sobreviven a una pérdida de agua igual al 30% del peso corporal. (Pérdidas de entre el 12 y el 15% ocasionarían la muerte de muchos mamíferos.) Prefieren alimentarse de pastos lozanos, pero son capaces de mantenerse a base de matorrales que las reses ni siquiera tocan. En la década de 1970 barrieron la mitad del continente más de setecientos cincuenta mil ejemplares, población que, al ir creciendo, se convirtió en una amenaza para la ecología y la industria ganadera, por lo que tuvieron que tomarse medidas.

      Entre 1978 y 1993, más de quinientos mil asnos fueron sacrificados de manera sistemática tan solo en el noroeste de Australia. En la actualidad, como parte del programa Judas, se suelta a 300 especímenes dotados con radiotransmisores, se les sigue en helicóptero en el regreso a sus respectivas manadas, y luego se da muerte a sus compañeros sin hacerlos sufrir. A medida que los judas se unen a otras manadas, se las va eliminando también.

      “Es un problema a largo plazo”, dijo a ¡Despertad! un funcionario de protección agropecuaria de Australia Occidental, y advirtió: “Si dejamos pequeños grupos fértiles, en poco tiempo se recuperarán los niveles de población de la década de los setenta. La gente no entiende por qué se mata a estos animales y se dejan allí mismo; no se da cuenta de la inaccesibilidad del terreno. No hay carreteras, y la mayoría de las veces solo puede llegarse en helicóptero. Fuimos los hombres los que causamos el problema, así que hemos de tratar de limitar los daños lo más humanitariamente posible”.

  • Animales liberados
    ¡Despertad! 2001 | 8 de abril
    • [Ilustraciones de la página 18 y 19]

      Se le coloca un radiotransmisor a un judas

      [Reconocimiento]

      Agriculture Western Australia

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