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Aprendimos a no decirle nunca que no a JehováLa Atalaya (estudio) 2021 | enero
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Unos años después de la muerte de Harvey, el Cuerpo Gobernante pensó que debido a mi edad lo mejor para mí sería volver a Australia. Al principio pensé: “No quiero irme de Taiwán”. Pero Harvey me enseñó a nunca decirle que no a la organización de Jehová. Así que decidí volver. Con el tiempo entendí que eso fue lo más sabio.
Me encanta hablar japonés y chino con los que vienen a Betel.
Ahora sirvo en la sucursal de Australasia durante la semana y predico con una congregación los fines de semana. Sirvo de guía para los que vienen a visitar Betel y hablan chino o japonés, ¡y me encanta! Pero estoy deseando que se cumpla la promesa de la resurrección. Y sé que Harvey, que aprendió a no decirle nunca que no a Jehová, está en el lugar más seguro: en su memoria (Juan 5:28, 29).
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