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AustriaAnuario de los testigos de Jehová para 1989
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La lucha por los derechos legales
A medida que se extendía la obra de evangelizar, no era infrecuente que se convocara a los hermanos para que comparecieran ante los funcionarios locales por motivo de su predicación. Siempre que podían hacerlo, ellos eran sus propios defensores. En algunos casos, se les prestó asistencia legal. Pero las medidas legales no siempre los favorecieron.
No obstante, inscribir legalmente la sucursal local de la Sociedad Watch Tower resultó una tarea mucho más complicada que la de eludir veredictos desfavorables. Sencillamente, aún no era posible obtener reconocimiento legal como religión organizada. Los hermanos intentaron por lo menos inscribirse como asociación, pero las autoridades objetaron con este razonamiento: “Su intención es formar una organización religiosa, y una organización de tal índole no puede ser constituida bajo la legislación austriaca”.
Los hermanos interpusieron un recurso ante el Tribunal Constitucional, quejándose de que se les negaba su derecho legal a formar una asociación. La reacción inmediata del Tribunal Constitucional de Austria fue desestimar la apelación el 7 de diciembre de 1929. A continuación, los hermanos intentaron inscribir una asociación para la distribución de Biblias y publicaciones bíblicas, sin cometido alguno de carácter religioso. Esta solicitud no se denegó. De manera que el 24 de mayo de 1930 se constituyó una asociación local que serviría a los hermanos de instrumento legal.
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AustriaAnuario de los testigos de Jehová para 1989
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Durante el tiempo en que el doctor Dollfuss se mantuvo en el poder, se restringieron marcadamente las libertades civiles. Aprovechándose hábilmente de una situación de emergencia ocurrida en 1933, disolvió el Parlamento. Entonces, con todos los hilos políticos ya en su mano, estableció lo que denominó “el primer gobierno católico ejemplar de Europa”. En círculos clericales se describía a Dollfuss como el estadista católico ideal.
En medio de estas circunstancias, ¿sería una sorpresa que se intentara prohibir nuestras reuniones cristianas? Tal prohibición se llevó a efecto poco después en Graz, donde centenares de personas asistían a las reuniones. Los hermanos no se dejaron intimidar. Presentaron inmediatamente una apelación, algo que no se les podía impedir, pues no habían infringido ninguna ley. Sin embargo, las autoridades retiraron los permisos de residencia de algunos precursores y así les obligaron a marchar de la ciudad. Prácticamente todas las semanas se presentaban acusaciones falsas contra los hermanos.
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