De nuestros lectores
La lee de principio a fin Aunque siempre me ha gustado la revista ¡Despertad!, por lo general leía solo los artículos que me llamaban la atención. Ahora la leo de principio a fin, y me he aficionado a temas que antes me hubiera saltado. Por ejemplo, acabo de terminar el reportaje “Antigua tradición amerindia” (8 de marzo de 1996), y lo cierto es que me ha encantado.
E. A. S., Brasil
Ofensas al prójimo El artículo “El punto de vista bíblico. Qué hacer cuando se ofende a alguien” (8 de febrero de 1996) fue muy oportuno. A una hermana cristiana le dio por negarme la palabra. Le pregunté si le había ofendido en algo y le ofrecí mis disculpas. Pero ni así cambió de actitud. Aquello me dolió mucho, y creí que Jehová ya no aceptaba mi servicio. Fue un gran consuelo leer el último párrafo del artículo, que dice: “Si agota todas las posibilidades para hacer las paces, Jehová aceptará con gusto la adoración que usted le rinda”.
M. R., La Argentina
La Cobra Me interesó mucho el reportaje “¿Le gustaría conocer a la cobra?” (22 de marzo de 1996). Sin embargo, la leyenda de una foto de la página 16 reza así: “Cobra negra dilatando el cuello mientras toma el sol en una roca”. A mi entender, la cobra solo dilata la capucha cuando percibe peligros o se la molesta.
R. F., Alemania
Ya se explicó este hecho en la página 18, párrafo 2, y en la página 20, párrafo 2, del reportaje. Nuestro corresponsal en la India señala que la cobra de la fotografía estaba reaccionando ante la provocación del ayudante del fotógrafo.—La Redacción.
Conductor discapacitado El artículo “Impedimentos que no me impiden conducir” (8 de mayo de 1996) llegó justo a tiempo. Dado que soy minusválida, veo muy limitado mi ministerio cristiano. Gracias a Jehová, ahora poseo un automóvil modificado, y el artículo me ha animado a ampliar mi ministerio.
A. A. V., Brasil
El baile Para divertirme, me gusta bailar música clásica, ritmos latinos y pop suave. Les agradezco sinceramente el artículo “El punto de vista bíblico. ¿Está bien que los cristianos bailen?” (8 de mayo de 1996). Me ayudó a analizar con más rigor este tipo de entretenimiento. Se plantearon preguntas para un autoexamen que me ayudarán a permanecer intachable y “sin mancha del mundo”. (Santiago 1:27.)
D. D. G., Trinidad
Tengo 15 años y se me ha hecho muy difícil decidir si un baile es decoroso o no. Pero gracias a la orientación que da el artículo, así como a los textos bíblicos citados, ahora puedo decidir qué es decoroso.
M. R., Estados Unidos
Servicio a los sordos Soy sorda y ciega, y deseo darles las gracias por el artículo “Manos que hablan para ayudar” (8 de abril de 1996). Habló de las Asambleas de Distrito de los Testigos de Jehová “Alabadores Gozosos” celebradas en Lenguaje Americano de Señas. Me animó mucho enterarme de que asistieron muchos ciegos y sordos. Estoy muy agradecida a quienes me interpretaron las sesiones en nuestra asamblea, celebrada en diciembre de 1995. Como nunca he estudiado braille, he aprendido de memoria 121 textos bíblicos a fin de predicar. Anhelo ver cumplida la promesa de Isaías 35:5, 6 de que el sordo oirá y el mudo hablará. Quiero poder cantar alabanzas a Jehová en el Paraíso venidero.
A. F. A., La Argentina