-
¡Sammy murió del SIDA!¡Despertad! 1986 | 8 de mayo
-
-
¡Sammy murió del SIDA!
LOS padres de Sammy Kushnick, Jerrold y Helen, no tenían la menor idea de que su hijito estaba muriéndose del SIDA. ¿Cómo era posible que un niño de tres años de edad, que esta familia judía amaba y cuidaba tanto, contrajera esta terrible enfermedad?
Cierto especialista dijo a los padres: “Lo contrajo mediante una transfusión de sangre”.
Los Kushnick dijeron: “No sabíamos que le habían hecho transfusiones”. Sin que ellos lo supieran, su bebé había recibido 20 transfusiones de 13 diferentes donantes antes que el hospital lo diera de alta. Jerry Kushnick dijo más tarde al corresponsal de ¡Despertad! que las transfusiones oscilaron “entre 5cc y 17cc... desde menos de una cucharadita hasta aproximadamente una cucharada”. A los donantes se les dice que las transfusiones son un don de la vida, pero por lo menos una de estas resultó ser, en realidad, el don de la muerte.
Sam y su hermana gemela Sara nacieron siete semanas antes de tiempo, el 19 de agosto de 1980. Ambos tuvieron problemas respiratorios y otros problemas comunes en infantes prematuros, pero salieron bien de estos. Los padres sintieron alivio cuando se llevaron a Sara a la casa después de seis semanas de nacida, y a Sam después de siete semanas. El padre comentó: “Creímos que estábamos llevando a casa a dos niños saludables; estábamos muy contentos de tenerlos. Ambos eran hermosos”.
La madre dijo: “Sam no creció tan rápidamente como Sara, pero nos dijeron que el desarrollo de los varoncitos no es tan rápido como el de las niñitas”.
Entonces comenzaron a surgir otros problemas. A fines de 1982, Sam contrajo un catarro que no se le quitaba. En febrero desarrolló una infección en un oído, y comenzaron a darle antibióticos. Le dio diarrea, pero el médico pensó que era debido a los antibióticos.
Los señores Kushnick insistieron en que se le hiciera una serie de exámenes, pero los médicos hallaron que solo tenía un poco de anemia y un alto nivel de gammaglobulina. El pediatra dijo que esto significaba que Sam tenía muy fuertes defensas del cuerpo. Más tarde se dieron cuenta de que esto era en realidad una señal de que algo grave había ocurrido con el sistema inmunológico de su cuerpo.
Después Sam desarrolló afta oral —candida—, una mancha blanca en la boca. Entonces contrajo otra infección y luego una fiebre que nunca se le quitó. Su madre comentó: “Él simplemente le perdió interés a todo, se sentía literalmente agotado”. Luego un domingo, el color de los labios comenzó a cambiar a azul. Su madre dijo al respecto: “Lo llevé al hospital. La sangre que le sacaron era de color morado debido a falta de oxígeno”.
“Tiene SIDA”
El informe que se recibió del laboratorio fue muy desagradable. Sam había contraído un extraño tipo de neumonía conocida como Pneumocystis carinii. Jerry dijo que el médico le explicó lo siguiente: “Cuando decimos Pneumocystis carinii, queremos decir SIDA”. ¡Imagínese el golpe que recibieron al oír esto! Helen recuerda que el médico había dicho que “el niño no tenía probabilidad de sobrevivir, que ahora solo era cuestión de cuánto tiempo viviría, pero que de tal enfermedad no había recobro”. Sammy Kushnick murió en menos de tres semanas.
Su padre comentó: “Hubo muchos, muchos médicos atentos”. Uno de ellos fue el Dr. Arthur Ammann, uno de los principales expertos en transfusiones de sangre y el SIDA, a quien los señores Kushnick trajeron desde San Francisco el día antes de Sam morir. El Dr. Ammann había informado en 1982 acerca del caso de un niño de 20 meses de nacido que fue víctima del SIDA después de habérsele transfundido sangrea. Helen recuerda que él dijo acerca de Sam: “Tiene SIDA, y lo contrajo mediante una transfusión de sangre. Después de revisar su registro médico, yo diría que probablemente lo adquirió de uno de estos cinco donantes, es a estos a quienes se les debería investigar primero”.
El padre de Sam dijo al corresponsal de ¡Despertad! que los médicos “no querían que el certificado de defunción indicara que el niño había muerto de SIDA”, pero finalmente cambiaron de parecer. Helen añadió: “El hospital y el personal del banco de sangre querían detenernos de tomar acción, pues nos seguían diciendo que era imposible que Sam hubiera contraído el SIDA mediante una transfusión de sangre. Luego nos enteramos de que Sam era el cuarto niño que había muerto en Los Ángeles, E.U.A., durante un período de ocho meses, de lo que los pediatras llamaban síndrome de inmunodeficiencia adquirida... SIDA pediátrico”.
Los señores Kushnick están convencidos de que hay muchos otros casos de SIDA pediátrico debido a transfusiones de sangre que los que las estadísticas muestran.
-
-
¡Sammy murió del SIDA!¡Despertad! 1986 | 8 de mayo
-
-
Cunde el peligro
Los síntomas del SIDA pueden tomar hasta más de cinco años en manifestarse, así que nadie sabe cuántas personas andan por las calles con esta enfermedad. Jerry teme que las prostitutas adictas a las drogas transmitan esta enfermedad a los hombres que, en cambio, contagien a su esposa, quien mediante un embarazo puede finalmente pasarla a su hijo. Él opina que se debe informar al público sobre los peligros que encierra el tener relaciones sexuales con más de una persona.
Jerry Kushnick es abogado teatral. Su esposa es administradora teatral. Entre sus clientes están importantes productores, escritores y comediantes de la televisión estadounidense. Él comentó al corresponsal de ¡Despertad!: “Desde que nuestro hijo murió hemos sentido un gran vacío en nuestra vida, uno que siempre estará ahí. Mi sentido de valores en la vida ha cambiado drásticamente. Ya no me interesan las cosas materiales. Desde que nuestro hijo murió, siento poco deseo de comprar cosas nuevas. ¡Ciertamente daría todo lo que tenemos por tener a Sam de nuevo con nosotros!”.
Los Kushnick dijeron que pensaron mucho en cuanto a si deberían dar a conocer al público su experiencia o no, pues no todos los padres que están en una posición como la de ellos han querido que se sepa que sus hijos fueron víctimas del SIDA; la experiencia de la pequeña Sara ayuda a explicar por qué. Helen dijo: “Consideramos el asunto y decidimos que si no lo hacíamos, seríamos cómplices de asesinato. Pensamos en que teníamos que hacerle saber a otros padres acerca de los problemas que pueden causar las transfusiones de sangre”.
Ellos opinan que el almacenar sangre ha llegado a ser un negocio grande, cuyas normas son establecidas principalmente por la misma industria de los bancos de sangre. Helen también pasó a explicar: “Queríamos hacerle saber a la gente que el temor no es un remedio para esta enfermedad. Lo que se debe hacer es suministrar un fondo de investigación para hallar el remedio apropiado”.
Los señores Kushnick han sido entrevistados por televisión en los Estados Unidos, Australia e Inglaterra. Su experiencia ha sido publicada en periódicos y revistas por todo el mundo, incluso en los periódicos Los Angeles Times, The Washington Post, The Wall Street Journal y en la revista People. Ellos opinan que han salvado la vida de muchas personas al darles aviso en cuanto al papel que desempeña la sangre en la transmisión del SIDA.
-