-
BabiloniaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
estaba rodeada por un doble sistema de muros que la hacían parecer inexpugnable.
La antigua ciudad de Babilonia
La muralla interior, construida con ladrillos de adobe, consistía en dos muros. El interno tenía 6,5 m. de espesor, mientras que el externo, levantado a unos 7 m. del primero, tenía unos 3,5 m. de espesor. Estos muros estaban apuntalados por torres de defensa que los reforzaban estructuralmente. A unos 20 m. del muro externo había un muelle hecho de ladrillos cocidos unidos con betún, rodeado por un foso que conectaba con el Éufrates al N. y al S. de la ciudad. Este foso suministraba agua a la población, así como protección contra los ejércitos enemigos. Según los documentos de Babilonia, ocho puertas daban acceso al interior de la ciudad, pero hasta la fecha se han descubierto y excavado cuatro.
Nabucodonosor II (quien destruyó el templo de Salomón) añadió la muralla exterior, que estaba situada al E. del Éufrates y encerraba una gran superficie al N., E. y S. de la ciudad, donde la gente que vivía en sus aledaños podía refugiarse en caso de guerra. Esta muralla externa también consistía en dos muros. El interior, hecho de adobe, tenía unos 7 m. de espesor y estaba reforzado por torres de defensa. Más allá, a unos 12 m. de distancia, se encontraba el muro externo de ladrillos cocidos, que a su vez era doble. Sus dos muros, uno de casi 8 m. de espesor y el otro contiguo de unos 3,5 m., estaban interconectados por algunas de las torres.
Nabonido unió los extremos de la muralla exterior construyendo un muro a lo largo de la orilla oriental del río. Este muro, de unos 8,5 m. de ancho, también tenía torres, así como un muelle de una anchura de 3,5 m.
Heródoto, historiador griego del siglo V a. E.C., dice que dos muelles continuos flanqueaban el río Éufrates, separados de la ciudad propiamente dicha por muros con puertas. Según este historiador, los muros de la ciudad medían unos 90 m. de alto, 26,5 m. de espesor y unos 95 Km. de longitud. Sin embargo, parece que estos datos de Heródoto son exagerados. La prueba arqueológica muestra que el tamaño de Babilonia era mucho menor y que su muralla exterior era mucho más corta y baja. No se ha hallado ningún resto que confirme la existencia de un muelle a lo largo de la orilla occidental del río.
De las puertas de los imponentes muros salían las calles que entretejían la ciudad. La gran vía procesional, el bulevar principal, estaba pavimentada, y los muros que la flanqueaban se hallaban decorados con leones. (GRABADO, vol. 2, pág. 323.)
-