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Jehová es “un Revelador de secretos”La Atalaya 2012 | 15 de junio
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LA TERCERA CABEZA: BABILONIA
9, 10. a) ¿Qué permitió Jehová que hicieran los babilonios? b) Para que las profecías se cumplieran, ¿qué era necesario que ocurriera?
9 La tercera cabeza de la bestia que vio Juan representa al reino cuya capital era Babilonia. Jehová permitió que los babilonios conquistaran Jerusalén y se llevaran cautivos a sus habitantes. Dios les había advertido a los rebeldes israelitas que sufrirían aquella trágica humillación (2 Rey. 20:16-18). Profetizó que se cortaría la sucesión de reyes humanos que debían sentarse “sobre el trono de Jehová” en Jerusalén (1 Cró. 29:23). No obstante, también prometió que un descendiente del rey David —alguien con “el derecho legal”— vendría y reclamaría esa autoridad (Eze. 21:25-27).
10 Según otra profecía, cuando llegara el Mesías prometido —el Ungido de Jehová—, los judíos aún estarían adorando a Dios en el templo de Jerusalén (Dan. 9:24-27). Y una profecía anterior, escrita antes de que los israelitas fueran desterrados a Babilonia, anunció que el Mesías nacería en Belén (Miq. 5:2). Para que estas predicciones se cumplieran, era necesario que los judíos fueran liberados, volvieran a su tierra y reconstruyeran el templo. Sin embargo, los babilonios no tenían por norma soltar a sus cautivos. ¿Cómo se superaría este obstáculo? Jehová despejó la incógnita a través de sus profetas (Amós 3:7).
11. ¿De qué distintas maneras se representa al Imperio babilónico? (Véase la nota.)
11 Uno de los israelitas llevados a Babilonia fue Daniel (Dan. 1:1-6). Jehová utilizó a este profeta para revelar mediante diversos símbolos qué potencias mundiales surgirían después de Babilonia. Por ejemplo, hizo que el rey Nabucodonosor soñara con una inmensa estatua compuesta de varios metales (léase Daniel 2:1, 19, 31-38). Por medio de Daniel, Dios le explicó que la cabeza de oro de la imagen simbolizaba al Imperio babilónico.b
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Jehová es “un Revelador de secretos”La Atalaya 2012 | 15 de junio
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b Tanto la cabeza de la estatua del libro de Daniel como la tercera cabeza de la bestia salvaje de Revelación representan a Babilonia. Véase la tabla de las páginas 12 y 13.
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