-
Libro bíblico número 23: Isaías“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
-
-
Se pronuncia la ruina de Babilonia (13:1–14:27). Isaías mira ahora a más allá de los días de Asiria, al tiempo del apogeo de Babilonia. ¡Escuche! ¡El sonido de un pueblo numeroso, el alboroto de reinos, de naciones reunidas! ¡Jehová reúne en formación militar al ejército de guerra! Es un día oscuro para Babilonia. Los rostros, asombrados, se inflaman, y los corazones se derriten. Los despiadados medos derribarán a Babilonia, “la decoración de reinos”. Ella ha de llegar a ser una desolación inhabitada y un lugar frecuentado por criaturas salvajes “por generación tras generación” (13:19, 20). Se sacude a los muertos en el Seol para que reciban al rey de Babilonia. Las cresas llegan a ser su lecho, y gusanos su cubierta. ¡Qué caída para este ‘resplandeciente, el hijo del alba’ (14:12)! Aspiraba a elevar su trono, pero ha llegado a ser un cadáver arrojado fuera, cuando Jehová barre a Babilonia con la escoba de la aniquilación. ¡No ha de quedar nombre, ni resto, ni progenie, ni posteridad!
-
-
Libro bíblico número 23: Isaías“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
-
-
Venganza sobre Babilonia (45:1–48:22). Por amor de Israel, Jehová nombra a Ciro para que venza a Babilonia. Se hará saber a los hombres que solo Jehová es Dios, el Creador de los cielos, la Tierra y el hombre que está sobre ella. Jehová se burla de Bel y Nebo, los dioses de Babilonia, porque solo Él puede declarar el final desde el principio. La hija virgen de Babilonia se sentará en el polvo, destronada y desnuda, y la multitud de sus consejeros será quemada como rastrojo. Jehová dice a los israelitas adoradores de ídolos ‘cuya cerviz es un tendón de hierro y su frente es cobre’ que ellos podrían tener paz, justicia y prosperidad si le escucharan, pero ‘no hay paz para los inicuos’ (48:4, 22).
-