Balaam: ¿Historia, o mito?
DE ACUERDO con el libro bíblico de Números, Balaam hijo de Beor se alquilaba como profeta. (Números, capítulos 22 a 24.) De hecho, su nombre aparece en ocho diferentes libros de la Biblia, entre ellos cartas de los escritores cristianos Pedro y Judas. Balaam vivió en el siglo XV a.E.C. en la parte superior del valle del Éufrates. Se dejó contratar por Balaq, rey de Moab, quien quería que Balaam pronunciara maldiciones sobre la nación de Israel. Ahora bien, ¿fue Balaam un personaje histórico, o meramente una invención judía?
Según se informó en la revista Biblical Archaeology Review (septiembre/octubre de 1985), arqueólogos que trabajaban en la sección media del valle del Jordán han encontrado notable confirmación de que Balaam verdaderamente existió. Estaban excavando en Tell Deir Alla, al norte del río conocido en la Biblia como Jaboq, cuando descubrieron fragmentos de yeso con escritos semíticos antiguos. En los últimos años estos fragmentos han sido fechados, compilados y descifrados cuidadosamente.
El investigador francés André Lemaire explica que los fragmentos fueron sometidos a pruebas de datación por radiocarbono y declara: “De acuerdo con estas pruebas, las inscripciones fueron fechadas de alrededor del año 800 a.E.C., con un margen de corrección de 70 años más o 70 años menos”. Y ¿qué dicen? De acuerdo con el texto restaurado por Lemaire, en parte dicen (las letras entre corchetes han sido añadidas donde faltan fragmentos):
“1. Inscripción de [Ba]laam [hijo de Beo]r, el hombre que era vidente de los dioses. ¡He aquí!, los dioses vinieron a él de noche y [hablaron con] él 2. De acuerdo con estas pala[bra]s, y dijeron a [Balaa]m, hijo de Beor [...] y él lloró 4. Intensamente y su pueblo vino adonde él y d[ijo] a Balaam, hijo de Beor: ‘¿Por qué ayunas y por qué lloras?’”.
Evidentemente el texto podía ser leído por el público hace unos 2.800 años, puesto que era parte de una inscripción bastante larga en una pared. A pesar de que hay espacios en blanco en el texto, claramente se nombra a Balaam. Aunque esto se escribió unos setecientos años después de los sucesos, obviamente se aceptaba a Balaam como personaje histórico y como profeta.
Estas inscripciones están cientos de años más cerca de los acontecimientos descritos en la Biblia que los manuscritos más antiguos existentes en la actualidad. Son una prueba más que se añade a la evidencia de que la Biblia presenta un registro confiable de la historia antigua. (2 Timoteo 3:16, 17.)