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República ChecaAnuario de los testigos de Jehová 2000
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Cuando no se actuaba con prudencia
En ocasiones, cuando la obra prosperaba, era fácil olvidar que los testigos de Jehová estaban aún proscritos. Los hermanos encargados de la superintendencia fomentaban la sensatez en todas las acciones, pero no todos estaban satisfechos con los métodos que se utilizaban. Querían resultados más rápidos.
Un día de 1963, dos hermanos reunieron a un gran número de personas en un parque de Praga. Uno de los hermanos se subió a un banco y empezó a dar un sermón. Cuando un señor del auditorio expresó sus objeciones al respecto, el hermano lo tildó de agente del Diablo. Llegó la policía e hizo que los hermanos dieran sus nombres, pero el asunto no acabó allí. Aquel suceso provocó un gran despliegue policial. A los pocos días habían detenido a más de cien hermanos y hermanas de Praga, lo que terminó en procesos judiciales y en una lección para los hermanos. A seis de los detenidos se les juzgó y condenó.
Aquel incidente no hizo que los hermanos aminoraran el paso en el ministerio, pero sí les recordó la necesidad de actuar con sabiduría práctica (Pro. 3:21, 22). Esta cualidad fue especialmente importante a fines de la década de los sesenta, ya que había esperanza de que se levantara la proscripción.
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República ChecaAnuario de los testigos de Jehová 2000
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Se vislumbra la libertad de cultos
Durante 1968 se vivieron cambios inesperados. Los llamados comunistas reformadores se alzaron con el poder y emprendieron el camino de la democratización. El pueblo acogió gratamente tales cambios, y se hablaba del “socialismo con rostro humano”.
¿Cómo reaccionaron los testigos de Jehová ante las reformas? Con cierta reserva. Aunque se alegraron por la liberalización del régimen, esperando quizá que se levantara la proscripción, trataron de no tomar ninguna decisión apresurada que pudieran lamentar más tarde. Los resultados demostraron que aquel fue un proceder sabio (Pro. 2:10, 11; 9:10). Tras ocho meses de relativa libertad, los ejércitos de cinco naciones pertenecientes al Pacto de Varsovia, con una dotación de 750.000 soldados y 6.000 tanques, invadieron Checoslovaquia y pusieron punto final al “socialismo con rostro humano”. Aquello fue un duro golpe para el pueblo. No obstante, la conducta neutral de los testigos de Jehová durante la “primavera de Praga” les fue de gran utilidad en años posteriores, ya que el Estado tuvo que admitir que los Testigos no supusieron ninguna amenaza para el gobierno.
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