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He servido donde ha hecho faltaLa Atalaya 2001 | 1 de febrero
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Al campo misional
Cuando vimos la invitación a asistir a la segunda clase de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, pensamos: “Se han equivocado. ¿Por qué querrían a dos humildes jóvenes de Misisipí en esa escuela?”. Aunque nos imaginábamos que buscaban personas con estudios, fuimos de todos modos. Éramos cien alumnos, y el curso duró cinco meses. La graduación se celebró el 31 de enero de 1944, y estábamos ansiosos de servir en el extranjero. Los trámites de obtención del pasaporte y el visado eran lentos en ese entonces, así que los estudiantes recibimos una asignación provisional en Estados Unidos. Después de servir de precursores durante un tiempo en Alabama y Georgia, a Bennett y a mí por fin nos notificaron nuestro destino: Barbados (las Antillas).
Todavía se libraba la segunda guerra mundial, y la obra y el material impreso de los testigos de Jehová estaban proscritos en muchos lugares, entre ellos Barbados. Al llegar a la aduana, los funcionarios abrieron e inspeccionaron nuestro equipaje, y hallaron las publicaciones que habíamos escondido. Pensamos: “Hasta aquí llegamos”. Pero un agente se limitó a decirnos: “Lamentamos haber registrado sus maletas; algunas de estas publicaciones están prohibidas en el país”. Aun así, nos dejaron entrar con todas las que llevábamos. Más adelante, cuando dimos testimonio a los funcionarios del gobierno, manifestaron que no sabían por qué no estaban permitidas. La proscripción se levantó a los pocos meses.
En Barbados logramos muy buenos resultados en el ministerio. Dirigíamos al menos quince estudios bíblicos cada uno, y la mayoría de los estudiantes progresaron espiritualmente. Nos sentíamos felices de que algunos asistieran a las reuniones de la congregación. Sin embargo, nuestras publicaciones habían estado proscritas por un tiempo, de modo que debían actualizarse los procedimientos para dirigir las reuniones. Por ello, preparamos sin demora a un grupo de hermanos competentes. Tuvimos el placer de ayudar a muchos estudiantes a iniciarse en el ministerio cristiano y de ver crecer la congregación.
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He servido donde ha hecho faltaLa Atalaya 2001 | 1 de febrero
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Mi hermano Bennett siguió sirviendo en Barbados muchos años. Más tarde se casó con una misionera, y juntos participaron en la obra viajante en las islas. Con el tiempo tuvieron que volver a Estados Unidos por motivos de salud,
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