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“Buscando primero el Reino”Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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El privilegio de servir en Betel
Algunos son miembros de la familia mundial de Betel. Esta se compone de ministros de tiempo completo que se han ofrecido voluntariamente para hacer lo que se les asigne en lo relacionado con la preparación y publicación de literatura bíblica, trabajos de oficina y todo otro servicio necesario para tales labores. No es un trabajo que les dé prominencia ni bienes materiales. Su deseo es honrar a Jehová, y están contentos con las provisiones que reciben: alimento, vivienda y un reembolso módico para sus gastos personales. Debido al modo de vivir de la familia de Betel, los gobiernos (como el de Estados Unidos) ven a los miembros de esta como una orden religiosa que ha hecho un voto de pobreza. Es un gozo para los que están en Betel usar su vida a plenitud en el servicio de Jehová y hacer trabajo que beneficia a muchos de sus hermanos cristianos y a muchas personas recién interesadas en la verdad, a veces a nivel internacional. Al igual que otros testigos de Jehová, también participan regularmente en el ministerio del campo.
La primera familia de Betel (o familia de la Casa Bíblica, como entonces se la conocía) estuvo en Allegheny (Pensilvania). En 1896 constaba de doce miembros. Para 1992 esta familia tenía más de 12.900 miembros que servían en 99 países. Además, cuando no ha habido alojamiento suficiente en los edificios de la Sociedad, otros centenares de voluntarios han viajado diariamente desde su propio hogar a los hogares Betel y a las fábricas para ayudar con el trabajo. Estos han considerado un privilegio participar en la obra que se efectúa en Betel. Según surge la necesidad, otros miles de Testigos prescinden de su empleo seglar y otras actividades por algún tiempo para ayudar a construir imprentas y otros edificios que la Sociedad utiliza en la obra de la predicación mundial de las buenas nuevas del Reino de Dios.
Muchos miembros de la familia internacional de Betel han hecho de este servicio la carrera de su vida. Frederick W. Franz, quien en 1977 llegó a ser el cuarto presidente de la Sociedad Watch Tower, para aquel tiempo había sido miembro de la familia de Betel de Nueva York durante cincuenta y siete años, y continuó en el servicio de Betel por otros quince años, hasta su muerte en 1992. En 1911 Heinrich Dwenger comenzó su servicio en el Betel de Alemania, y después, sirvió humildemente dondequiera que se le asignó; en 1983, el año en que murió, aún disfrutaba de su servicio como miembro de la familia de Betel de Thun (Suiza). George Phillips, de Escocia, aceptó una asignación en la sucursal sudafricana en 1924 (cuando esta supervisaba la predicación desde Ciudad del Cabo hasta Kenia), y siguió sirviendo en Sudáfrica hasta su muerte en 1982 (para entonces había siete sucursales de la Sociedad y unos 160.000 Testigos activos en aquella zona). Algunas hermanas cristianas como Kathryn Bogard, Grace DeCecca, Irma Friend, Alice Berner y Mary Hannan dedicaron su vida también al servicio de Betel hasta su muerte. Como ellas, muchos otros miembros de la familia de Betel han disfrutado de este servicio por diez, treinta, cincuenta, setenta años y más.g
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“Buscando primero el Reino”Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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[Fotografías en las páginas 296 y 297]
Servicio de Betel
En 1992 había 12.974 personas en el servicio de Betel en 99 países
[Fotografías]
El estudio personal es importante para los miembros de la familia de Betel
España
En todos los hogares Betel el día comienza con el análisis de un texto bíblico
Finlandia
Al igual que los testigos de Jehová de todas partes, los miembros de la familia de Betel participan en el servicio del campo
Suiza
Los lunes por la noche la familia de Betel estudia “La Atalaya”
Italia
El trabajo es variado, pero todo se hace en apoyo de la proclamación del Reino de Dios
Francia
Papua Nueva Guinea
Estados Unidos
Alemania
Filipinas
México
Gran Bretaña
Nigeria
Japón
Brasil
Países Bajos
Sudáfrica
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