-
No se deje vencer por sus temoresMinisterio del Reino 2012 | noviembre
-
-
No se deje vencer por sus temores
1. ¿Por qué algunos no se atreven a ofrecer estudios bíblicos?
1 ¿Se le hace difícil ofrecer estudios bíblicos porque teme que no será un buen maestro? Algunos siervos fieles del pasado, como Moisés y Jeremías, también se sentían incapaces de cumplir con su asignación (Éx. 3:10, 11; 4:10; Jer. 1:4-6). Así que es normal que a veces nos sintamos así. ¿Qué podemos hacer?
2. ¿Por qué no deberíamos limitarnos a ir de casa en casa y dejar que otros se encarguen de dirigir estudios?
2 Primero debemos recordar que Jehová nunca nos pide más de lo que podamos dar (Sal. 103:14). Eso significa que si nos manda hacer discípulos y enseñarles, es porque podemos hacerlo (Mat. 28:19, 20). Jehová no le ha confiado ese privilegio solo a los más experimentados y capaces (1 Cor. 1:26, 27). Por eso, no deberíamos limitarnos a ir de casa en casa y dejar que otros se encarguen de dirigir estudios.
3. ¿Cómo nos capacita Jehová para dirigir estudios bíblicos?
3 Jehová nos capacita. Jehová mismo es quien nos prepara para hacer discípulos (2 Cor. 3:5). Por medio de su organización, él nos ha revelado verdades que ni siquiera los sabios de este mundo conocen (1 Cor. 2:7, 8). En la Biblia vemos los distintos métodos de enseñanza que empleó Jesús, el Gran Maestro. Y en la congregación recibimos instrucciones constantemente. Además, contamos con útiles publicaciones, como el libro Enseña, que explican de forma lógica y sencilla las verdades fundamentales de la Biblia. ¡Dirigir un estudio bíblico es mucho más fácil de lo que parece!
4. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová nos ayudará?
4 Con la ayuda de Jehová, tanto Moisés como Jeremías pudieron cumplir con sus asignaciones (Éx. 4:11, 12; Jer. 1:7, 8). Por tanto, pidamos a Jehová que nos ayude. Podemos estar seguros de que lo hará, pues al dirigir estudios bíblicos hacemos algo que le agrada: enseñar la verdad sobre él (1 Juan 3:22). Así que pongámonos la meta de empezar un estudio bíblico. Lo disfrutaremos mucho y recibiremos grandes bendiciones.
-
-
No se deje vencer por un horario apretadoMinisterio del Reino 2012 | noviembre
-
-
No se deje vencer por un horario apretado
1. ¿Por qué hay quienes no ofrecen estudios bíblicos?
1 Hay quienes no quieren comprometerse a dirigir un estudio bíblico porque llevan una vida muy ajetreada. Lo cierto es que atender a un estudiante consume tiempo: hay que prepararse, estudiar con él y ayudarle a afrontar las pruebas. El apóstol Pablo dijo que él se había entregado de lleno a enseñar la verdad a los tesalonicenses (1 Tes. 2:7, 8). ¿Cómo se puede sacar tiempo para dirigir estudios bíblicos?
2. ¿Cómo debería influir el amor por Jehová en cómo usamos nuestro tiempo?
2 Servir a Jehová exige tiempo. Nuestra adoración a Dios incluye muchas actividades. Todas las semanas sacamos tiempo para asistir a las reuniones, predicar, leer la Biblia y orar. Pensemos en lo siguiente: una persona casada —por muy ocupada que esté— con gusto le dedica tiempo a su amado cónyuge. Pues nosotros, que amamos tanto a Jehová, con gusto deberíamos comprar tiempo para adorar a Jehová (Efes. 5:15-17; 1 Juan 5:3). Pues bien, Jesús dijo que una parte esencial de nuestra adoración es cumplir con el mandato de hacer discípulos (Mat. 28:19, 20). Pensar en eso nos ayudará a asumir esa responsabilidad.
3. ¿Cómo podemos dirigir estudios bíblicos si nuestro horario se ve afectado por las circunstancias?
3 Pero ¿qué pasa si a veces nuestro horario se ve afectado por una enfermedad crónica, por cuestiones de trabajo o por asignaciones teocráticas? Por motivos de salud, en ocasiones algunos piden a sus estudiantes que vengan a su casa. Otros publicadores que tienen que ausentarse periódicamente dirigen sus estudios por teléfono o computadora. Y algunos hermanos han hablado con publicadores confiables de la congregación para que se encarguen de sus estudiantes cuando ellos no puedan.
4. ¿Qué recompensa obtendremos si dirigimos estudios?
4 Pablo sintió mucha felicidad al dar de su tiempo y energías para ayudar a otros a conocer la verdad (Hech. 20:35). Ver el fruto de su labor en Tesalónica lo impulsó a darle gracias a Jehová (1 Tes. 1:2). Si no permitimos que un horario apretado nos prive de dirigir estudios bíblicos, disfrutaremos más del ministerio.
-