De nuestros lectores
El infarto Estoy muy agradecida de pertenecer a una organización que, además de brindarnos orientación espiritual, se preocupa de nuestro bienestar físico. La serie de artículos “Infarto. ¿Qué medidas tomar?” (8 de diciembre de 1996) explicó cómo reconocer los síntomas de un infarto. Al observar que mi suegro los tenía, comprendimos que su estado podía ser grave y lo llevamos al hospital. Se trataba de un infarto; pero tras veinticuatro días de hospitalización, ya ha salido de peligro.
E. S., Brasil
Como mi padre murió de aneurisma aórtico en 1995, no tuve el valor de leer este número sino hasta un mes después; lo cierto es que los artículos me reconfortaron, pues vi que otras familias han padecido el dolor que ocasiona una enfermedad cardíaca.
S. J., Canadá
El pasado mes de julio, mi esposo se desplomó cuando predicaba de casa en casa y hubo que llevarlo con urgencia al hospital. Afortunadamente, se ha repuesto. Sus artículos nos llegaron en el momento preciso. Lloramos con la sección “Las familias necesitan apoyo”, pues era un fiel reflejo de nuestros sentimientos.
M. A., Japón
El domingo pasado sentí un dolor persistente en el brazo izquierdo y perdí la sensibilidad en las puntas de los dedos. Pensé que solo eran achaques. Pero al leer los artículos del infarto me di cuenta de que eran los síntomas descritos. Fui a Emergencias y los médicos descubrieron que tenía obstruida una de las principales arterias del corazón. Al día siguiente me operaron. Es muy posible que si no hubieran escrito los artículos no estaría aquí para agradecérselo en una nota.
N. S., Estados Unidos
Les agradezco en especial el recuadro “Síntomas de un infarto”, pues me hizo ver que se interesan de verdad en nuestros problemas y nos proporcionan lo necesario para encararlos.
M. B., Senegal
Desde que mi padre tuvo un infarto, la vida de mi familia cambió radicalmente. En estos momentos difíciles, los artículos nos han sido de gran consuelo.
P. G., Italia
La sujeción de la esposa Me encantó el artículo “El punto de vista bíblico. ¿Qué implica la sumisión de la esposa?” (8 de diciembre de 1996). Mi marido no es creyente, y a veces se me hace difícil someterme. Deseo dar un buen ejemplo para ganármelo. (1 Pedro 3:1.) Al mismo tiempo, quiero permanecer firme en el servicio a Jehová. El artículo fue alentador; me alegró saber que Dios vela por mí.
M. S., Estados Unidos
El artículo me pareció muy instructivo. Ante las crecientes presiones satánicas, necesitamos este tipo de información para seguir en la fe. Me agradó en especial el ejemplo bíblico de Abigail, y el punto de que la esposa debe tener discernimiento y que no debe hacérsele sentir culpable por tomar la iniciativa en ciertas situaciones.
D. M., Estados Unidos
Louis Pasteur Tengo 12 años y quiero darles las gracias por el artículo “Louis Pasteur. Los frutos de su investigación” (8 de diciembre de 1996). Estamos estudiando su vida en la clase de Ciencias. Utilicé el artículo para preparar un informe, lo que me valió que me subieran 10 puntos la nota.
A. P., Estados Unidos