-
SangreRazonamiento a partir de las Escrituras
-
-
Se manda a los cristianos que se ‘abstengan de la sangre’
Hech. 15:28, 29: “Al espíritu santo y a nosotros mismos [el cuerpo gobernante de la congregación cristiana] nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos y de sangre y de cosas estranguladas [o a las que se haya dado muerte sin escurrirles la sangre] y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!” (Ahí el comer sangre se equipara a la idolatría y la fornicación, cosas en las cuales no deberíamos querer participar.)
-
-
SangreRazonamiento a partir de las Escrituras
-
-
¿Cómo entendieron los mandatos bíblicos respecto a la sangre los que durante los primeros siglos de la era común afirmaron ser cristianos?
Tertuliano (c. 160-230 E.C.): “Avergüéncese vuestro error si pensó comían sangre de los que no pueden comer sangre de reses. Los cristianos no comemos sangre de animales ni morticinios [...] Finalmente, entre las invenciones con que tentáis la observancia de nuestra ley, una es darnos una morcilla de sangre, porque os persuadís con certeza de que el cristiano que come sangre se desvía de su ley. Quien esto sabe, ¿con qué ilación puede legítimamente inferir que apetece sangre de hombres el que aborrece sangre de reses?” (Quinto Septimio F. Tertuliano, Apología contra los gentiles, Colección Austral, 1947, pág. 40).
Minucio Félix (siglo III E.C.): “Tanto nos retraemos de la sangre humana, que en nuestro alimento no usamos sangre ni de animales comestibles”. (The Ante-Nicene Fathers [Los padres de antes del Concilio de Nicea], Grand Rapids, Mich., 1956, edición preparada por A. Roberts y J. Donaldson, tomo IV, pág. 192.)
-