En Yangón, Myanmar, se dedicó el 29 de junio de 2013 un nuevo edificio de oficinas de tres plantas en Betel. Guy Pierce, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación ante un auditorio de 1.013 personas, entre ellos invitados de 11 países. Un grupo de hermanos fue a recibir a estos visitantes en el aeropuerto internacional de Yangón. Mientras sostenían pancartas que decían “Bienvenidos, testigos de Jehová”, se les acercó un hombre que venía de un país donde nuestra obra está prohibida y les preguntó: “¿Están esperando a testigos de un juicio?”. “No, a nuestros amigos”, contestaron ellos. “Entonces, ¿quién es ese Jehová?”, preguntó el hombre. Sobra decir que los hermanos le dieron un magnífico testimonio. Al día siguiente de la dedicación se llevó a cabo una reunión especial en el Centro de Convenciones de Myanmar, donde el hermano Pierce habló del tema “Sirvamos a Jehová con un corazón entendido”. El programa se transmitió telefónicamente a otras seis ciudades de Myanmar, haciendo posible que 2.963 personas escucharan tan oportuna información. Uno de los conductores de autobús que llevó a hermanos a la reunión especial de Yangón dijo: “Veo que ustedes son completamente diferentes de otras religiones. Se saben comportar, van bien vestidos y son muy amables. Llevo años transportando grupos, pero nunca he visto personas tan buenas”.