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Construcciones que dan gloria a JehováEl Reino de Dios ya está gobernando
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Se ofrecen “de buena gana”
15-17. a) ¿Quiénes realizan la mayor parte del trabajo de construcción? b) ¿Qué aprendemos de los comentarios de los matrimonios que han colaborado en la obra de construcción internacional?
15 Gran parte del trabajo implicado en la construcción de Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales lo realizan hermanos y hermanas de la localidad. Pero, a menudo, los ayudan hermanos de otros países que tienen experiencia en construcción. Algunos de estos voluntarios han hecho los planes necesarios para colaborar en un proyecto internacional de construcción durante varias semanas; otros se han ofrecido para servir por muchos años y han ido de un país a otro.
Timo y Lina Lappalainen (Vea el párrafo 16)
16 La obra de construcción internacional presenta dificultades singulares, pero también brinda satisfacciones. Timo y Lina, por ejemplo, han viajado a países de Asia, Europa y Sudamérica para construir Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales. Timo relata: “Por los pasados treinta años me han cambiado de asignación, como promedio, cada dos años”. Lina, que se casó con Timo hace veinticinco años, dice: “Hemos servido juntos en 10 países. Se necesita mucha energía y tiempo para adaptarse a comidas, climas, idiomas y territorios diferentes, y para hacer nuevos amigos”.c ¿Han valido la pena sus esfuerzos? “Las dificultades —menciona ella— nos han traído las mayores bendiciones. Hemos sentido el amor y la hospitalidad cristianos y el tierno cariño que Jehová nos tiene. También hemos visto cumplida la promesa que Jesús hizo a sus discípulos, que se registra en Marcos 10:29, 30. Tenemos 100 veces más en lo que se refiere a hermanos, hermanas y madres espirituales.” Timo añade: “Sentimos una enorme satisfacción al poder utilizar nuestras destrezas para el más noble de los objetivos: participar en la expansión de los bienes del Reino”.
17 Darren y Sarah, que han participado en proyectos de construcción en África, Asia, Centroamérica, Europa, el Pacífico sur y Sudamérica, creen que han recibido más de lo que han dado. A pesar de los desafíos, Darren señala: “Ha sido un privilegio trabajar con hermanos de distintas partes del mundo. He visto que el amor que compartimos por Jehová es como un cordel que rodea la Tierra y nos une a todos”. Sarah menciona: “He aprendido muchísimo de los hermanos de otras culturas. Ver los sacrificios que hacen para servir a Jehová me motiva a seguir dando lo mejor de mí”.
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