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¡Regocijémonos en Jehová!La Atalaya 1994 | 1 de septiembre
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Incontables razones para regocijarse
11. a) ¿Qué no debe darse por sentado nunca, y por qué no? b) ¿Qué efecto tuvo en un asambleísta y su esposa asistir a una asamblea internacional?
11 Al hablar de las razones para regocijarse, no olvidemos nuestra hermandad internacional. (1 Pedro 2:17.) Mientras que los grupos nacionales y étnicos del mundo se odian intensamente unos a otros, el pueblo de Dios se une aún más en amor. Su unidad queda muy patente en las asambleas internacionales. Con respecto a la que se celebró en 1993 en Kiev (Ucrania), un asambleísta de Estados Unidos escribió: “Las lágrimas de gozo, los ojos radiantes, los abrazos constantes y amorosos, así como los saludos que enviaban los concurrentes sentados al otro lado del terreno de juego ondeando sus paraguas y pañuelos de muchos colores, fueron prueba de la unidad teocrática. Nuestro corazón está lleno de orgullo debido a lo que Jehová ha realizado milagrosamente en la hermandad mundial. Esta experiencia nos ha conmovido profundamente a mi esposa y a mí y ha dado una nueva dimensión a nuestra fe”.
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¡Regocijémonos en Jehová!La Atalaya 1994 | 1 de septiembre
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[Fotografía en la página 16]
Testigos rusos y alemanes se regocijan de ser parte de una hermandad internacional
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