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De esclavos ladrilleros... ¡a pueblo libre!La Atalaya 1987 | 15 de noviembre
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Y siguieron amargándoles la vida con dura esclavitud en trabajos de argamasa de barro y ladrillos”. (Éxodo 1:7-14.)
A la derecha usted puede ver los ladrillos que todavía se hacen en Egipto, algunos secados en hornos como el que se ve ahí. (Compárese con Génesis 11:1-3; 19:28.) Sin embargo, evidentemente la mayoría de los ladrillos del Egipto antiguo se secaban al sol. Lo que continúa aún es el uso de paja para hacer los ladrillos. Se puede ver la paja en ladrillos que se hallaron en ruinas desenterradas en la antigua Beerseba (recuadro).
La paja añadida fortalecía los ladrillos. Para hacerlos se pisaba lodo (o barro) mezclado con agua y paja, lo cual se prensaba en moldes, y finalmente se ponían a secar los ladrillos. Imagínese el afanarse en este tipo de trabajo día tras día. De seguro usted puede comprender por qué los israelitas ‘suspiraban a causa de la esclavitud y clamaban en son de queja, y su clamor por ayuda siguió subiendo al Dios verdadero’. (Éxodo 2:23.)
Jehová oyó la queja de ellos y envió a Moisés a donde Faraón para pedir la libertad de los israelitas. En vez de permitirles salir, el orgulloso Faraón aumentó su carga. Ahora tendrían que recoger su propia paja, y todavía tenían que entregar su cuota de ladrillos como antes. ¡Aquello era como una sentencia de muerte! Dios dijo: “Ahora verás lo que yo le haré a Faraón, porque a causa de una mano fuerte los enviará”. (Éxodo 5:1–6:1.)
Usted probablemente sabe lo que sucedió después. Jehová podía derrotar al tiránico Faraón. Después de la décima plaga, Dios “sacó de la tierra de Egipto a los hijos de Israel”. (Éxodo 12:37-51.) El pueblo de Israel, dejando atrás las pirámides, los ladrillos y la dura esclavitud, marchó adelante hacia la Tierra Prometida.
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De esclavos ladrilleros... ¡a pueblo libre!La Atalaya 1987 | 15 de noviembre
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[Ilustración de la página 31 (completa)]
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