-
Decidido a no dejar caer las manosLa Atalaya (estudio) 2018 | agosto
-
-
El día de nuestra boda
En 1976, se prohibió nuestra obra en la República Centroafricana, así que me asignaron a Yamena, la capital del vecino país de Chad. Lo bueno fue que conocí a Happy, una entusiasta precursora especial de Camerún. Nos casamos el 1 de abril de 1978. Tristemente, ese mismo mes estalló una guerra civil y, como muchas personas, huimos al sur del país. Cuando acabó la guerra, regresamos y descubrimos que nuestra casa se había convertido en el cuartel de un grupo armado. No solo habían desaparecido las publicaciones, sino también el vestido de novia de Happy y nuestros regalos de boda. Pero no dejamos caer las manos. Todavía nos teníamos el uno al otro y estábamos impacientes por seguir trabajando para Jehová.
-