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Jehová nos consuela en todas nuestras pruebasLa Atalaya (estudio) 2017 | junio
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6-8. ¿Cómo podría sentirse una pareja que no tiene hijos aunque lo desee?
6 Algunos matrimonios enfrentan otro problema: no tienen hijos aunque lo desean muchísimo. Ni el matrimonio ni los hijos garantizan una vida sin preocupaciones, pero desear tener hijos y no lograrlo puede ser una forma de tribulación. Algunas esposas sienten mucha angustia porque no consiguen quedar embarazadas (Prov. 13:12). En tiempos bíblicos, no poder tener hijos solía considerarse una deshonra. Raquel, esposa de Jacob, se deprimió muchísimo cuando vio que su hermana tenía hijos y ella no (Gén. 30:1, 2). A algunos misioneros que sirven en países donde la gente tiene muchos hijos les preguntan por qué no han tenido ninguno. Aunque ellos expliquen con tacto las razones, a veces les responden: “¡Qué pena! Oraremos por ustedes”.
7 Veamos el caso de una hermana de Inglaterra que no consiguió tener hijos aunque lo deseaba mucho. Cuando llegó a la edad en que ya no podía tenerlos, se sintió destrozada, porque se dio cuenta de que no se cumpliría su deseo en este sistema. Así que ella y su esposo decidieron adoptar un niño. Sin embargo, ella reconoció: “Pasé por un período parecido a un duelo. Sabía que no era lo mismo dar a luz a tu propio hijo que adoptar uno”.
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Jehová nos consuela en todas nuestras pruebasLa Atalaya (estudio) 2017 | junio
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10. ¿Qué consoló a Ana? (Vea el dibujo del principio).
10 Ana, la amada esposa de Elqaná, tuvo una prueba difícil: no podía tener hijos, mientras que Peniná, la otra esposa de Elqaná, sí los tenía (lea 1 Samuel 1:4-7). Año tras año, Ana tenía que aguantar las burlas de Peniná, y esto la angustiaba mucho. ¿Qué la consoló? La Biblia dice que “oraba prolongadamente delante de Jehová” para contarle su problema. Sin duda, esperaba que Dios respondiera su oración. En cualquier caso, “su rostro no volvió a mostrar preocupación” (1 Sam. 1:12, 17, 18). Confiaba en que Jehová le daría un hijo o la consolaría de alguna otra forma.
11. ¿Cómo nos consuela la oración?
11 Seguiremos sufriendo pruebas mientras seamos imperfectos y vivamos en un mundo controlado por Satanás (1 Juan 5:19). Pero sabemos que podemos contar con “el Dios de todo consuelo”. Él puede ayudarnos cuando pasamos por dificultades si, igual que Ana, le oramos de todo corazón. Como ella, tenemos que hacer más que solo contarle nuestros problemas; debemos decirle exactamente cómo nos sentimos y suplicarle intensamente, desde el corazón, que nos ayude (Filip. 4:6, 7).
12. ¿Qué ayudó a Ana a ser feliz?
12 Podemos hallar consuelo incluso si no tener hijos o la muerte de un ser querido dejan un gran vacío en nuestra vida. Recordemos a una profetisa de los días de Jesús, también llamada Ana. Se había quedado viuda después de solo siete años de matrimonio, y la Biblia no dice que haya tenido hijos. A los 84 años de edad, “nunca faltaba del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día con ayunos y ruegos” (Luc. 2:37). Adorar a Jehová consoló a Ana y la hizo feliz.
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