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Jóvenes, ¡Jehová no olvidará la obra de ustedes!La Atalaya 2003 | 15 de abril
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5. a) ¿Cuál es una de las mejores formas de mostrar que tu corazón es completo para con Jehová? b) ¿Por qué pudiera parecerte difícil hablar a otros acerca de tu fe?
5 Una de las mejores formas en que puedes mostrar que tu corazón es completo para con Jehová es hablando de él. ¿Has tenido alguna vez la oportunidad de conversar sobre tu fe con algunos compañeros de la escuela? Puede que al principio te sientas abrumado y que tan solo pensarlo te cause un poco de temor. “¿Y si se ríen de mí? —quizá te preguntes—. ¿Y si les parece que mi religión es rara?” Jesús admitió que no todos escucharían el mensaje del Reino (Juan 15:20). Pero esto no significa que estés condenado a una vida de ridículo y rechazo. Al contrario, muchos Testigos jóvenes han encontrado un oído dispuesto a escuchar y se han ganado el respeto de sus compañeros por defender con firmeza sus convicciones.
“Jehová te ayudará”
6, 7. a) ¿Cómo dio testimonio a sus compañeras de escuela una joven de 17 años? b) ¿Qué te ha enseñado la experiencia de Jennifer?
6 Pero ¿cómo puedes armarte de valor para hablar de tu fe? ¿Por qué no te resuelves a ser veraz y directo cuando la gente te pregunte sobre tu religión? Considera la experiencia de Jennifer, de 17 años de edad. “Estaba almorzando en la escuela cuando las chicas sentadas junto a mí se pusieron a hablar de religión y una de ellas me preguntó a cuál pertenecía yo”, nos cuenta Jennifer. ¿La puso nerviosa tener que responder? “Sí —admite—, porque no estaba segura de cómo reaccionarían.” ¿Qué hizo? “Les dije que era testigo de Jehová. Al principio parecieron sorprenderse, quizá porque tenían la impresión de que los testigos de Jehová son gente rara. Eso las impulsó a hacerme preguntas, y pude aclarar ciertos conceptos equivocados que tenían. Después de ese día, algunas compañeras siguen haciéndome preguntas de vez en cuando.”
7 ¿Se arrepintió Jennifer de haber aprovechado la oportunidad de defender sus creencias? ¡Ni mucho menos! “Cuando el almuerzo terminó, me sentí muy bien por lo que había sucedido —nos dice—. Esas chicas tienen ahora una idea más exacta de quiénes son los testigos de Jehová en realidad.” Jennifer da un consejo muy sencillo: “Si se te hace difícil predicar a los compañeros de clase o a los profesores, haz una breve oración. Jehová te ayudará. Te alegrarás de haber aprovechado la ocasión para dar testimonio” (1 Pedro 3:15).
8. a) ¿Cómo ayudó la oración a Nehemías cuando se vio ante una situación inesperada? b) ¿Qué situaciones pudieran surgir en la escuela en las que quizá necesites hacer una oración breve y silenciosa a Jehová?
8 Observa que Jennifer recomienda ‘hacer una breve oración’ a Jehová cuando se presenta la oportunidad de dar testimonio de tu fe. Precisamente eso fue lo que hizo Nehemías, copero del rey persa Artajerjes, cuando se vio ante una situación inesperada. Estaba visiblemente preocupado porque se le había informado de las difíciles circunstancias que atravesaban los judíos, y se había enterado de que la muralla y las puertas de Jerusalén se hallaban en ruinas. El rey notó que Nehemías parecía inquieto, así que le preguntó qué le pasaba. Antes de responder, Nehemías oró pidiendo la guía de Jehová. A continuación tuvo el valor de solicitar permiso para regresar a Jerusalén y colaborar en la reconstrucción, y Artajerjes se lo concedió (Nehemías 2:1-8). ¿La lección? Si te sientes nervioso cuando surge la ocasión de dar testimonio de tu fe, no olvides que puedes hacer una oración silenciosa. “Ech[e]n sobre [Jehová] toda su inquietud —escribió Pedro—, porque él se interesa por ustedes.” (1 Pedro 5:7; Salmo 55:22.)
“Listos para presentar una defensa”
9. ¿Cómo pudo Leah, de 13 años, distribuir veintitrés libros Los jóvenes preguntan?
9 Veamos otra experiencia. En el descanso escolar para el almuerzo, Leah, de 13 años, estaba leyendo el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas.a Ella dice: “Había otros estudiantes que me observaban; pronto se agolparon a mi espalda para ver lo que leía y empezaron a preguntarme de qué trataba el libro”. Antes de acabar el día, cuatro chicas le pidieron a Leah un ejemplar. A su vez, estas enseguida les mostraron el libro a otros, quienes también lo quisieron. En las siguientes semanas, Leah distribuyó veintitrés libros Los jóvenes preguntan entre sus compañeros y los amigos de estos. ¿Fue fácil para ella hablar cuando le hicieron preguntas sobre lo que estaba leyendo? ¡Claro que no! “Al principio me puse nerviosa —admite—. Sin embargo, oré a Jehová y sentí su apoyo.”
10, 11. ¿Cómo contribuyó una niña israelita a que un jefe del ejército sirio aprendiera de Jehová, y qué cambios hizo este a partir de entonces?
10 La experiencia de Leah quizá te recuerde una situación similar que afrontó una niña israelita cautiva en Siria. Naamán, jefe del ejército sirio, tenía lepra, y tal vez su esposa iniciara la conversación que impulsó a la jovencita a defender su fe. La niña exclamó: “¡Si solo mi señor estuviera delante del profeta que hay en Samaria! En ese caso él le daría recobro de su lepra” (2 Reyes 5:1-3).
11 Gracias al denuedo de aquella niña, Naamán aprendió que “no ha[bía] Dios en ninguna parte de la tierra sino en Israel”, e incluso se resolvió a no ofrecer “ofrenda quemada o sacrificio a otros dioses sino a Jehová” (2 Reyes 5:15, 17). Sin lugar a dudas, Jehová bendijo el valor de la jovencita, y lo mismo puede hacer y hará por los jóvenes de hoy. Leah lo comprobó por sí misma, pues algunos de sus compañeros le dijeron que el libro Los jóvenes preguntan los había impulsado a comportarse mejor. “Me puse contenta —dice ella—, porque sabía que así estaba ayudando a otros a conocer más a Jehová y a hacer cambios en su vida.”
12. ¿Qué te fortalecerá para defender tu fe?
12 Tú puedes tener experiencias parecidas a las de Jennifer y Leah. Sigue el consejo de Pedro, quien escribió que, como cristiano, “siempre [debes estar listo] para presentar una defensa ante todo el que [te] exija razón de la esperanza que hay en [ti], pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto” (1 Pedro 3:15). ¿Cómo puedes lograrlo? Imita el proceder de los cristianos del siglo primero que oraron a Jehová para que los ayudara a predicar “con todo denuedo” (Hechos 4:29). Luego, sé valeroso y habla a otros de tus creencias. Quizá te sorprendan los resultados, y además, regocijarás el corazón de Jehová.
Videocintas y tareas especiales
13. ¿De qué oportunidades se han valido algunos jóvenes para dar testimonio? (Lee los recuadros de las págs. 20, 21.)
13 Muchos jóvenes han utilizado las videocintas para exponer su fe a profesores y compañeros de clase. A veces, las tareas escolares se han convertido en oportunidades para alabar a Jehová. Por ejemplo, como parte de su clase de historia universal, a dos jóvenes testigos de Jehová de 15 años se les mandó que escribieran un informe sobre una de las religiones del mundo. Los dos formaron un equipo y prepararon una redacción sobre los testigos de Jehová, tomando como fuente el libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios.b También tuvieron que presentar una exposición oral de cinco minutos. Después de eso, el maestro y los estudiantes tenían tantas preguntas que los dos tuvieron que permanecer frente a la clase por otros veinte minutos. De hecho, sus compañeros siguieron durante varias semanas haciéndoles preguntas sobre los testigos de Jehová.
14, 15. a) ¿Por qué es un lazo el temor al hombre? b) ¿Qué confianza puedes tener respecto a hablar de tus creencias a los demás?
14 Como muestran estas experiencias, hablar a otros de tus creencias y convicciones como testigo de Jehová te traerá grandes bendiciones. No dejes que el temor al hombre te prive del honor y del gozo de ayudar al prójimo a conocer a Dios. La Biblia asegura: “El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo, pero el que confía en Jehová será protegido” (Proverbios 29:25).
15 Recuerda que como cristiano tienes algo que los jóvenes de tu edad necesitan con urgencia: el mejor modo de vivir ahora y la promesa de vida eterna en el futuro (1 Timoteo 4:8). Es de interés que en Estados Unidos —donde uno pudiera pensar que la gente en general es apática o poco religiosa— una encuesta reveló que al menos la mitad de los jóvenes se toma la religión muy en serio, y una tercera parte afirma que la fe religiosa es “la fuerza más importante” en su vida. Parece que la situación es similar en muchos otros países. Bien pudiera ser, por tanto, que tus compañeros de escuela escucharan con gusto lo que tú tengas que decirles en cuanto a la Biblia.
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Jóvenes, ¡Jehová no olvidará la obra de ustedes!La Atalaya 2003 | 15 de abril
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[Ilustraciones y recuadro de la página 21]
Situaciones que algunos jóvenes han aprovechado para hablar de su fe
Para un informe o una tarea escolar, han escogido un tema que les permitiera dar testimonio
Han entregado a su maestro una videocinta o una publicación que tenga que ver con el tema que se está tratando en clase
Se han puesto a leer la Biblia u otras publicaciones cristianas en el recreo, de modo que otros jóvenes se han sentido impulsados a hacerles preguntas
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