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  • Guía para padres de adolescentes. El papel de la sabiduría
    ¡Despertad! 2008 | junio
    • ¿Cuánta libertad darles?

      Probablemente, el tema que más fricciones genera entre padres y adolescentes es el de la independencia. ¿Cuánta libertad darles? “Temo que si a mi hija le doy la mano, se tome el pie”, sostiene un padre.

      Es bien sabido que otorgar libertad ilimitada a los hijos es contraproducente. De hecho, la Biblia advierte: “El muchacho que se deja a rienda suelta causará vergüenza a su madre” (Proverbios 29:15). Sea cual sea su edad, los jóvenes necesitan normas firmes, y los padres deben hacerlas cumplir con cariño (Efesios 6:4). Pero, al mismo tiempo, tienen que darles un cierto margen de autonomía para que sepan tomar decisiones acertadas más adelante en la vida.

      Pensemos, por ejemplo, en cómo aprendimos a andar. Al principio, cuando éramos bebés, nuestros padres nos cargaban en brazos; luego empezamos a gatear y después a dar pasitos. Como en esta fase los niños corren peligro, nuestros padres nos vigilaban continuamente y colocaban barreras para impedirnos el paso a las escaleras u otros lugares peligrosos. Así y todo, nos dejaban andar por la casa hasta que, con el tiempo y tras varias caídas inevitables, aprendimos a caminar.

      El proceso para conseguir la independencia es similar. Al principio, los padres “cargan” al niño al tomar decisiones por él. Luego, según va madurando, lo dejan “gatear” permitiéndole tomar algunas decisiones por sí mismo, aunque, como es natural, le colocan barreras para evitar que sufra daño. Y cuando es suficientemente maduro, lo sueltan para que “camine” solo. Todo ello lo preparará para ser un adulto capaz de ‘llevar su propia carga’ (Gálatas 6:5).

      Aprenda de un ejemplo bíblico

      Todo parece indicar que antes de que Jesús llegara a la adolescencia, sus padres ya le habían concedido cierto grado de libertad. Jesús no abusó de esa confianza, sino que “continuó sujeto” a ellos y “siguió progresando en sabiduría y en desarrollo físico y en favor ante Dios y los hombres” (Lucas 2:51, 52).

      Usted puede aprender de este ejemplo e ir otorgando a sus hijos mayor libertad según se la vayan ganando. Note las experiencias que han tenido algunos padres.

      “Antes interfería demasiado en las actividades de mis hijos; entonces opté por enseñarles principios y dejar que tomaran sus propias decisiones basándose en lo que aprendían. A partir de ahí noté que ponían mucho más cuidado a la hora de decidir.” (Soo Hyun, de Corea.)

      “Aunque mi esposo y yo siempre hemos tenido algo de temor, hemos dejado que nuestros hijos ejerzan responsablemente la libertad que se han ido ganando.” (Daria, de Brasil.)

      “He descubierto que es importante elogiar a mi hijo adolescente por utilizar bien la libertad que le doy. Además, soy coherente con lo que le exijo. Por ejemplo, siempre le digo dónde voy a estar y qué voy a hacer; y si voy a llegar tarde, se lo hago saber.” (Anna, de Italia.)

      “En casa recalcamos el hecho de que la independencia no es un derecho que los hijos exigen, sino algo que se ganan.” (Peter, de Gran Bretaña.)

      Toda acción trae consecuencias

      La Biblia afirma: “Bueno le es al hombre físicamente capacitado llevar el yugo durante su juventud” (Lamentaciones 3:27). Una de las mejores maneras como un joven puede llevar el yugo de responsabilidad es aprendiendo en carne propia la verdad de la siguiente declaración: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará” (Gálatas 6:7).

      Creyendo que les hacen un bien, algunos padres libran a sus hijos de las consecuencias de sus actos insensatos. Suponga que un chico contrae una deuda comprando cosas que no necesita. ¿Qué lección aprenderá si papá y mamá sencillamente se la cancelan? Por otro lado, ¿qué lección aprendería si le ayudaran a hacer un plan de pagos y dejaran que él mismo liquidara dicha deuda?

      Los padres les hacen un flaco favor a sus hijos evitándoles las consecuencias de su conducta irresponsable. En vez de prepararlos para la vida adulta, les enseñan que siempre habrá alguien que les saque las castañas del fuego, que los saque de apuros y les encubra los errores. Es mucho mejor dejar que sieguen lo que han sembrado y que aprendan a resolver sus problemas. Así se logra que tengan las “facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14).

  • Guía para padres de adolescentes. El papel de la sabiduría
    ¡Despertad! 2008 | junio
    • [Recuadro de la página 9]

      Más libertad

      Los adolescentes, por lo general, quieren más libertad de la que deberían tener. Al mismo tiempo, algunos padres tienden a dar menos libertad de la que podrían dar. ¿Cómo hallar el equilibrio entre estas dos posturas? Tal vez quiera comenzar examinando la siguiente lista. ¿En qué campos ha actuado con responsabilidad su hijo o hija?

      □ Elección de amigos

      □ Elección de la ropa

      □ Administración del dinero

      □ Hora de llegada a casa

      □ Tareas domésticas

      □ Deberes escolares

      □ Disculparse por los errores

      □ Otros ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․

      Si su hijo ha demostrado madurez en varios de estos campos, ¿por qué no piensa en otros campos en los que pueda concederles más libertad?

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