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Bendiciones o maldiciones: la elección es nuestraLa Atalaya 1996 | 15 de junio
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Bendiciones o maldiciones: la elección es nuestra
“He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo.” (DEUTERONOMIO 30:19.)
1. ¿Con qué capacidad fueron dotados los seres humanos?
JEHOVÁ DIOS nos dotó a nosotros, sus criaturas humanas inteligentes, de libre albedrío. No nos creó como meros autómatas, o robots, sino que nos concedió el privilegio y la responsabilidad de obrar por elección propia. (Salmo 100:3.) Los primeros humanos —Adán y Eva— eran libres de seguir la línea de conducta que quisieran, pero tendrían que dar cuenta a Dios de su decisión.
2. ¿Qué elección hizo Adán, y cuál fue el resultado?
2 El Creador proveyó con magnificencia lo necesario para que el hombre gozara de una vida de perpetua bendición en una Tierra paradisíaca. ¿Por qué no se ha realizado aún dicho propósito? Porque Adán eligió mal. Jehová había dado al hombre este mandato: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”. (Génesis 2:16, 17.) Si Adán hubiera optado por obedecer, nuestros primeros padres habrían sido bendecidos. La desobediencia les acarreó la muerte. (Génesis 3:6, 18, 19.) Así pues, el pecado y la muerte se extendieron a toda la progenie de Adán. (Romanos 5:12.)
Se hacen posibles las bendiciones
3. ¿Cómo garantizó Dios que su propósito para el género humano se realizaría?
3 Jehová Dios determinó el medio por el cual llevaría a cabo con el tiempo su propósito de bendecir al género humano. Él mismo anunció una Descendencia al profetizar en Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Génesis 3:15.) Más tarde, prometió que la humanidad obediente sería bendecida mediante esta Descendencia, un descendiente de Abrahán. (Génesis 22:15-18.)
4. ¿Qué ha dispuesto Jehová para bendecir a la raza humana?
4 La prometida Descendencia de la bendición resultó ser Jesucristo. Refiriéndose al papel que Jesús desempeñaría en el propósito de Jehová de bendecir a la raza humana, el apóstol Pablo escribió: “Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8.) Aquellos de entre la humanidad pecadora que obedezcan a Dios y aprovechen el mérito del sacrificio redentor de Jesucristo serán quienes gocen de las bendiciones. (Hechos 4:12.) ¿Escogeremos la obediencia y las bendiciones consiguientes? El fruto de la desobediencia es algo muy distinto.
¿En qué consisten las maldiciones?
5. ¿Cuál es el significado de la palabra “maldición”?
5 El antónimo de bendición es maldición. La palabra “maldición” se refiere a la acción de hablar mal del prójimo o al deseo expreso de que le venga algún daño. El término hebreo qela·láh tiene su raíz en el verbo qa·lál, que significa literalmente “ser liviano”; no obstante, cuando se usa en sentido figurado, quiere decir ‘invocar el mal sobre’ o ‘tratar con desprecio’. (Levítico 20:9; 2 Samuel 19:43.)
6. ¿Qué incidente de la vida del profeta Eliseo ocurrió cerca de la antigua Betel?
6 Examinemos un ejemplo elocuente de los efectos inmediatos de una maldición. El incidente tuvo lugar cuando Eliseo, el profeta de Dios, viajaba a pie de Jericó a Betel. “Mientras iba subiendo por el camino —dice el relato—, hubo unos muchachitos que salieron de la ciudad y empezaron a mofarse de él y que siguieron diciéndole: ‘¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!’. Por fin él se volvió hacia atrás y los vio e invocó el mal contra ellos en el nombre de Jehová. Entonces dos osas salieron del bosque y se pusieron a despedazar a cuarenta y dos niños del número de ellos.” (2 Reyes 2:23, 24.) No se especifican las palabras precisas con que Eliseo invocó el mal contra aquellos mozalbetes que se burlaban de él. Sin embargo, la declaración verbal fue eficaz porque la pronunció en el nombre de Jehová un profeta de Dios que obraba en armonía con Su voluntad.
7. ¿Qué les sucedió a los muchachos que se mofaron de Eliseo, y por qué?
7 El principal motivo de la burla parece haber sido que Eliseo llevaba puesta la prenda de vestir oficial de Elías, y los muchachos no querían por los contornos a ningún sucesor de este profeta. (2 Reyes 2:13.) A fin de demostrar que era el sucesor de Elías y de enseñar a aquella muchachada y a sus padres el respeto que se debía al profeta de Jehová, Eliseo invocó el mal contra esta banda de mofadores en el nombre del Dios de Elías. En prueba de que aceptaba a Eliseo como su profeta, Jehová hizo que dos osas salieran del bosque y destrozaran a cuarenta y dos de los burlones. Su actuación decisiva se debió a la desvergonzada falta de respeto con que trataron al canal de comunicación que él estaba utilizando en la Tierra en aquel tiempo.
8. ¿Qué se comprometió a hacer el pueblo de Israel, y con qué perspectivas?
8 Años antes, los israelitas habían mostrado igual falta de respeto a las disposiciones de Dios. He aquí lo que sucedió: En el año 1513 a.E.C., Jehová mostró favor al pueblo de Israel librándolo de la servidumbre egipcia y llevándolo como “sobre alas de águilas”. Poco después, el pueblo prometió obedecer a Dios. Nótese cómo la obediencia iba inseparablemente unida al recibimiento de la aprobación divina. Dijo Jehová mediante Moisés: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí”. Luego, el pueblo respondió afirmativamente: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. (Éxodo 19:4, 5, 8; 24:3.) Los israelitas aseguraban amar a Jehová, estaban dedicados a él y juraron obedecer su voz. Hacerlo les reportaría grandes bendiciones.
9, 10. ¿Qué hicieron los israelitas durante la estancia de Moisés en el monte Sinaí, y cuáles fueron las consecuencias?
9 Sin embargo, antes de que el ‘dedo de Dios’ grabara en piedra los preceptos fundamentales de aquel acuerdo, fue necesario que el pueblo experimentara las maldiciones divinas. (Éxodo 31:18.) ¿Por qué merecieron los israelitas sufrir consecuencias tan trágicas? ¿Acaso no habían expresado el deseo de hacer todo lo que Jehová había dicho? Sí, procuraron las bendiciones de palabra, pero por sus obras eligieron un proceder merecedor de maldición.
10 Durante los cuarenta días que Moisés permaneció en el monte Sinaí recibiendo los Diez Mandamientos, los israelitas quebrantaron su promesa de guardar lealtad a Jehová. “Entretanto —cuenta el relato—, el pueblo llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: ‘Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado’”. (Éxodo 32:1.) Este es un ejemplo más de una actitud irrespetuosa hacia el representante humano de Jehová designado para dirigir a su pueblo. Los israelitas cayeron en la trampa de imitar la idolatría de los egipcios y cosecharon las funestas consecuencias cuando unos tres mil de ellos murieron a espada en un solo día. (Éxodo 32:2-6, 25-29.)
Enumeración de las bendiciones y las maldiciones
11. ¿Qué encargo referente al pronunciamiento de bendiciones y maldiciones cumplió Josué?
11 Cuando se aproximaba el final de los cuarenta años de travesía de Israel por el desierto, Moisés detalló las bendiciones que el pueblo segaría en caso de que eligiera obedecer a Dios. Enumeró asimismo las maldiciones que le vendrían si optaba por desobedecer a Jehová. (Deuteronomio 27:11–28:10.) A poco de haber entrado Israel en la Tierra Prometida, Josué cumplió el encargo de Moisés referente al pronunciamiento de bendiciones y maldiciones. Seis tribus se colocaron al pie del monte Ebal, y las otras seis se situaron frente al monte Guerizim, mientras que los levitas ocuparon el valle que se extendía en medio. Al parecer, las tribus situadas frente al Ebal respondían “¡amén!” al final de cada maldición formulada en esa dirección; las demás contestaban a las bendiciones que leían los levitas en dirección suya, hacia el Guerizim. (Josué 8:30-35.)
12. ¿Cuáles fueron algunas de las maldiciones que pronunciaron los levitas?
12 Imaginémonos que oímos a los levitas decir: “Maldito es el hombre que hace una imagen tallada o una estatua fundida, cosa detestable a Jehová, la manufactura de las manos de uno que trabaja en madera y metal, y que la ha puesto en un escondite. [...] Maldito es el que trata con desprecio a su padre o a su madre. [...] Maldito es el que mueve hacia atrás el hito de su semejante. [...] Maldito es el que hace que el ciego se descarríe en el camino. [...] Maldito es el que pervierte el juicio de un residente forastero, un huérfano de padre y una viuda. [...] Maldito es el que se acuesta con la esposa de su padre, porque ha descubierto la falda de su padre. [...] Maldito es el que se acuesta con cualquier bestia. [...] Maldito es el que se acuesta con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. [...] Maldito es el que se acuesta con su suegra. [...] Maldito es el que hiere mortalmente a su semejante desde un escondite. [...] Maldito es el que acepta soborno para herir mortalmente a un alma, cuando es sangre inocente. [...] Maldito es el que no ponga en vigor las palabras de esta ley poniéndolas por obra”. Al recitarse el texto de cada maldición, las tribus frente al Ebal responden: “¡Amén!”. (Deuteronomio 27:15-26.)
13. Exprese en sus propias palabras algunas de las bendiciones pronunciadas por los levitas.
13 Ahora imaginémonos que escuchamos a los que están frente al monte Guerizim responder verbalmente a cada una de las bendiciones leídas por los levitas: “Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre y el fruto de tu suelo y el fruto de tu bestia doméstica, la cría de tu vacada y el hijuelo de tu rebaño. Benditas serán tu cesta y tu artesa. Bendito serás cuando entres y bendito serás cuando salgas”. (Deuteronomio 28:3-6.)
14. ¿Sobre qué base recibirían bendiciones los israelitas?
14 ¿Sobre qué base recibiría el pueblo estas bendiciones? El relato contesta: “Si escuchas sin falta la voz de Jehová tu Dios, y tienes cuidado de poner por obra todos sus mandamientos que te estoy mandando hoy, entonces Jehová tu Dios ciertamente te pondrá en alto por encima de todas las otras naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues escuchando la voz de Jehová tu Dios”. (Deuteronomio 28:1, 2.) En efecto, la clave para gozar de las bendiciones divinas era la obediencia a Dios. Pues bien, ¿qué haremos nosotros individualmente? ¿Escogeremos las bendiciones y la vida al seguir ‘escuchando la voz de Jehová’? (Deuteronomio 30:19, 20.)
Una mirada más de cerca
15. ¿Qué significado tiene la bendición recogida en Deuteronomio 28:3, y cómo puede beneficiarnos?
15 Reflexionemos sobre algunas de las bendiciones de que disfrutaría un israelita por obedecer a Jehová. Tomemos como ejemplo las palabras de Deuteronomio 28:3: “Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo”. La bendición de Dios no está supeditada al lugar donde se esté o a la asignación que se tenga. Algunos quizás se sientan atrapados por la situación en que se encuentran, tal vez porque viven en zonas materialmente devastadas o en países arrasados por la guerra. Puede ser que otros anhelen servir a Jehová en un lugar diferente. Algunos cristianos pudieran desanimarse porque no han sido nombrados siervos ministeriales o ancianos en la congregación. A veces, las cristianas se descorazonan debido a que sus circunstancias no les permiten participar en el ministerio de tiempo completo como precursoras o misioneras. Sin embargo, quienquiera que ‘escuche la voz de Jehová y tenga cuidado de hacer todo lo que él requiere’ será bendecido ahora y por la eternidad.
16. ¿De qué manera experimenta la organización de Jehová hoy día el principio contenido en Deuteronomio 28:4?
16 Deuteronomio 28:4 dice: “Benditos serán el fruto de tu vientre y el fruto de tu suelo y el fruto de tu bestia doméstica, la cría de tu vacada y el hijuelo de tu rebaño”. El empleo del pronombre singular hebreo, traducido “tu”, indica que el israelita obediente disfrutaría personalmente de las bendiciones. ¿Qué hay de los siervos obedientes de Jehová de hoy en día? El crecimiento que experimenta la organización de los testigos de Jehová por todo el mundo, es el resultado de la bendición de Dios sobre los esfuerzos sinceros de más de cinco millones de proclamadores de las buenas nuevas del Reino. (Marcos 13:10.) Y las posibilidades de más aumento son evidentes, pues más de trece millones de personas asistieron en 1995 a la celebración de la Cena del Señor. ¿Disfruta usted de las bendiciones del Reino?
La elección de Israel determinaría el resultado
17. ¿De qué depende que nos ‘alcancen’ las bendiciones o las maldiciones?
17 De hecho, las bendiciones buscarían al israelita obediente, pues se prometió: “Todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte”. (Deuteronomio 28:2.) Lo mismo se dijo de las maldiciones: “Todas estas invocaciones de mal tienen que venir sobre ti y alcanzarte”. (Deuteronomio 28:15.) Si usted hubiera sido un israelita de tiempos antiguos, ¿lo habrían ‘alcanzado’ las bendiciones o las maldiciones? Todo hubiera dependido de su obediencia o desobediencia a Dios.
18. ¿Cómo podrían los israelitas haberse ahorrado las maldiciones?
18 En Deuteronomio 28:15-68 se formulan en la forma de maldiciones los dolorosos efectos de la desobediencia. Algunas consisten exactamente en lo opuesto a las bendiciones que resultarían de la obediencia enumeradas en Deuteronomio 28:3-14. El pueblo de Israel cosechó con frecuencia los devastadores efectos de las maldiciones porque optó por practicar la adoración falsa. (Esdras 9:7; Jeremías 6:6-8; 44:2-6.) ¡Qué terrible! Podría haberse ahorrado tales consecuencias si hubiera hecho la elección correcta, es decir, si hubiera preferido obedecer las leyes y los principios sanos de Jehová, que definen con claridad lo que es bueno y lo que es malo. Gran número de personas hoy sufren mucho y tienen vidas trágicas porque deciden obrar en oposición a los principios bíblicos al practicar la religión falsa, participar en la inmoralidad sexual, consumir drogas ilícitas, abusar de las bebidas alcohólicas, etc. Como les sucedió a Israel y Judá en la antigüedad, al hacer la elección equivocada se acarrean la desaprobación divina y se causan penas innecesarias. (Isaías 65:12-14.)
19. Describa las condiciones que reinaban cuando Judá e Israel escogían obedecer a Jehová.
19 Solo cuando Israel obedecía a Jehová abundaban las bendiciones y reinaba la tranquilidad. Por ejemplo, respecto del reinado de Salomón leemos: “Judá e Israel eran muchos, como los granos de arena que están junto al mar por su multitud, y comían y bebían y se regocijaban. [...] Y Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón”. (1 Reyes 4:20-25.) Incluso en la época del rey David, caracterizada por la intensa oposición de los enemigos de Dios, la nación sentía el apoyo y la bendición de Jehová cuando escogía obedecer al Dios de la verdad. (2 Samuel 7:28, 29; 8:1-15.)
20. ¿Qué confianza tiene Dios con respecto a los seres humanos?
20 ¿Obedecerá usted a Dios, o le desobedecerá? Los israelitas podían elegir. Aunque todos hemos heredado la inclinación pecaminosa de Adán, también hemos recibido el don de la libertad de elección. A pesar de Satanás, de este mundo inicuo y de nuestras imperfecciones, podemos hacer la elección correcta. Además, nuestro Creador tiene la confianza de que en toda prueba y tentación habrá quienes elegirán bien, no solo de palabra, sino también de obra. (1 Pedro 5:8-10.) ¿Será usted uno de ellos?
21. ¿Qué examinaremos en el siguiente artículo?
21 En el siguiente artículo examinaremos con atención nuestras propias actitudes y hechos a la luz de varios ejemplos del pasado. Que cada uno de nosotros responda agradecido a las palabras de Dios mediante Moisés: “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo”. (Deuteronomio 30:19.)
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Bendiciones o maldiciones. Ejemplos para nosotros en la actualidadLa Atalaya 1996 | 15 de junio
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Bendiciones o maldiciones. Ejemplos para nosotros en la actualidad
“Estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 CORINTIOS 10:11.)
1. Del mismo modo que inspeccionamos un instrumento, ¿qué examen debemos hacer?
OCULTA bajo una capa de pintura, la herrumbre puede empezar a corroer un instrumento de hierro, y quizás pase algún tiempo antes de que aflore a la superficie. Del mismo modo, las actitudes y los deseos de nuestro corazón pueden comenzar a degradarse mucho antes de que produzcan graves consecuencias o de que siquiera otros lo adviertan. Tal como es prudente inspeccionar un instrumento para ver si está oxidándose, así un examen minucioso del corazón para mantenerlo saludable contribuirá a que preservemos la integridad cristiana. Dicho de otro modo: está en nuestra mano recibir las bendiciones de Dios y evitar sus maldiciones. Tal vez alguien piense que las bendiciones y las maldiciones proferidas sobre el antiguo pueblo de Israel tienen poco significado para quienes vivimos en la conclusión de este sistema de cosas. (Josué 8:34, 35; Mateo 13:49, 50; 24:3.) Pero no es así. Podemos sacar mucho provecho de los ejemplos amonestadores de Israel, según se exponen en el capítulo 10 de la primera carta a los Corintios.
2. ¿Qué dice 1 Corintios 10:5, 6 sobre las experiencias de Israel en el desierto?
2 El apóstol Pablo establece un paralelo entre los israelitas bajo Moisés y los cristianos bajo Cristo. (1 Corintios 10:1-4.) Aunque el pueblo de Israel pudo haber entrado en la tierra de promisión, “sobre la mayor parte de ellos Dios no expresó su aprobación, pues quedaron tendidos en el desierto”. Por consiguiente, Pablo dice a sus compañeros cristianos: “Ahora bien, estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que deseen cosas perjudiciales, tal como ellos las desearon”. (1 Corintios 10:5, 6.) Los deseos se nutren en el corazón, por lo que debemos tener presentes las lecciones que aquí cita Pablo.
Advertencia sobre la idolatría
3. ¿Cómo pecaron los israelitas en el incidente del becerro de oro?
3 La primera advertencia de Pablo es: “Ni nos hagamos idólatras, como hicieron algunos de ellos; así como está escrito: ‘Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para divertirse’”. (1 Corintios 10:7.) Este ejemplo admonitorio alude a la ocasión en que los israelitas volvieron a las costumbres de Egipto y fabricaron un becerro de oro para idolatrarlo. (Éxodo, capítulo 32.) El discípulo Esteban señaló la raíz del problema: “Nuestros antepasados rehusaron hacerse obedientes a [Moisés, el representante de Dios]; antes bien, lo echaron a un lado, y en sus corazones se volvieron a Egipto, diciendo a Aarón: ‘Haznos dioses que vayan delante de nosotros. Porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le habrá pasado’. Así que hicieron un becerro en aquellos días y le trajeron un sacrificio al ídolo y se pusieron a gozar en las obras de sus manos”. (Hechos 7:39-41.) Obsérvese que los rebeldes israelitas abrigaron “en sus corazones” deseos incorrectos que los condujeron a la idolatría. “Hicieron un becerro [...] y le trajeron un sacrificio al ídolo.” Es más, ‘se pusieron a gozar en la obra de sus manos’. Hubo música, canto, danzas, comida y bebida. Es obvio que la idolatría fue seductora y entretenida.
4, 5. ¿Qué prácticas idolátricas debemos evitar?
4 El Egipto antitípico, el mundo de Satanás, prácticamente rinde culto al entretenimiento. (1 Juan 5:19; Revelación [Apocalipsis] 11:8.) Idolatra a actores, cantantes y estrellas del deporte, así como sus bailes, su música y sus conceptos sobre lo que significa divertirse. Muchos han caído en la tentación de entregarse al entretenimiento mientras afirman adorar a Jehová. Cuando hay que censurar a un cristiano que ha obrado mal, la causa de su debilidad espiritual suele originarse en el consumo de bebidas alcohólicas, el baile y la diversión en cierto sentido rayana en la idolatría. (Éxodo 32:5, 6, 17, 18.) Si bien hay entretenimiento sano y agradable, hoy día gran parte de la música, el baile, las películas y los vídeos tienen como objetivo satisfacer los deseos corrompidos de la carne.
5 Los verdaderos cristianos no sucumben a la adoración de ídolos. (2 Corintios 6:16; 1 Juan 5:21.) Cada uno de nosotros debe velar para no aficionarse al entretenimiento idolátrico ni exponerse a los efectos perniciosos de entregarse por entero a la diversión al estilo mundano. Si nos sometemos a las influencias del mundo, los deseos y las actitudes perjudiciales se albergarán casi de un modo imperceptible en la mente y el corazón. De no corregírseles, con el tiempo harán que ‘quedemos tendidos en el desierto’ del sistema de Satanás.
6. ¿Qué medidas positivas pudieran ser necesarias con relación al entretenimiento?
6 Como hizo Moisés en el incidente del becerro de oro, “el esclavo fiel y discreto” en realidad está diciendo: “¿Quién está de parte de Jehová? ¡A mí!”. Las medidas positivas que tomemos para mostrar nuestra firme adhesión a la adoración verdadera pueden salvarnos la vida. La tribu de Leví, de la que Moisés era miembro, se apresuró a eliminar toda influencia degradante. (Mateo 24:45-47; Éxodo 32:26-28.) Por lo tanto, examinemos cuidadosamente nuestra selección de entretenimiento, música, vídeos, etc., y si hay algo corrupto en ella, pongámonos del lado de Jehová. Pidamos con confianza su ayuda, hagamos cambios en el entretenimiento y la música que elegimos y destruyamos todo lo que sea dañino para la espiritualidad, del mismo modo que Moisés destruyó el becerro de oro. (Éxodo 32:20; Deuteronomio 9:21.)
7. ¿Cómo podemos proteger el corazón figurativo?
7 ¿Cómo podemos impedir que el corazón se corroa? Estudiando con empeño la Palabra de Dios, dejando que sus verdades se graben en la mente y el corazón. (Romanos 12:1, 2.) Por supuesto, también debemos asistir con regularidad a las reuniones cristianas. (Hebreos 10:24, 25.) La asistencia pasiva a estas es como la capa de pintura que se aplica sobre una superficie oxidada: acaso nos anime por un tiempo, pero no soluciona el problema de fondo. En cambio, al prepararnos con antelación, meditar y participar activamente en las reuniones, eliminaremos con dinamismo los elementos corrosivos que subsistan en lo recóndito de nuestro corazón figurativo. Esto nos ayudará a adherirnos a la Palabra de Dios y nos fortalecerá para resistir las pruebas de la fe y ser “sanos en todo respecto”. (Santiago 1:3, 4; Proverbios 15:28.)
Advertencia sobre la fornicación
8-10. a) ¿A qué ejemplo amonestador se alude en 1 Corintios 10:8? b) ¿Cómo pueden aplicarse con provecho las palabras de Jesús recogidas en Mateo 5:27, 28?
8 En el siguiente ejemplo de Pablo se nos aconseja: “Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un día”.a (1 Corintios 10:8.) El apóstol se refiere a la ocasión en que los israelitas se postraron ante falsas deidades y tuvieron “relaciones inmorales con las hijas de Moab”. (Números 25:1-9.) La inmoralidad sexual es mortífera. Dejar que los pensamientos y deseos inmorales se desenfrenen es como permitir la “oxidación” del corazón. Jesús declaró: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5:27, 28.)
9 Una prueba testimonial de las consecuencias de ‘mirar a una mujer a fin de tener una pasión por ella’, es lo que resultó del pensamiento degradado de los ángeles desobedientes antes del Diluvio, en tiempos de Noé. (Génesis 6:1, 2.) Recuérdese, también, que uno de los episodios más trágicos de la vida del rey David comenzó cuando se quedó mirando indebidamente a una mujer. (2 Samuel 11:1-4.) Por otro lado, el justo Job, que era casado, ‘celebró un pacto con los ojos para no mostrarse atento a ninguna virgen’; así evitó la inmoralidad y se mantuvo íntegro. (Job 31:1-3, 6-11.) Los ojos son como las ventanas del corazón, y de un corazón corrupto salen muchas iniquidades. (Marcos 7:20-23.)
10 Si ponemos en práctica las palabras de Jesús, no daremos rienda suelta a los malos pensamientos deleitándonos en la pornografía o acariciando pensamientos inmorales con respecto a un hermano cristiano, un compañero de trabajo u otra persona. La herrumbre de un metal no se quita simplemente cepillándola. Por lo tanto, no hagamos caso omiso de las ideas y tendencias inmorales como si fueran algo insignificante. Tomemos medidas drásticas para deshacernos de las inclinaciones inmorales. (Compárese con Mateo 5:29, 30.) Pablo exhorta a sus compañeros de creencia: “Amortigüen [...] los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas viene la ira de Dios”. En efecto, a causa de cosas como la inmoralidad sexual, “viene la ira de Dios” en señal de su maldición. Así pues, necesitamos ‘amortiguar’ nuestros miembros carnales. (Colosenses 3:5, 6.)
Advertencia sobre las quejas de rebeldía
11, 12. a) ¿Qué advertencia se da en 1 Corintios 10:9, y a qué episodio hace referencia? b) ¿Qué efecto debe tener en nosotros la advertencia de Pablo?
11 Luego Pablo advierte: “Ni pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos lo pusieron a prueba, de modo que perecieron por las serpientes”. (1 Corintios 10:9.) En su peregrinación por el desierto, cerca de la frontera de Edom, los israelitas “[siguieron] hablando contra Dios y Moisés: ‘¿Por qué nos han hecho subir de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay pan y no hay agua, y nuestra alma ha llegado a aborrecer el pan despreciable’”, es decir, el maná que recibían milagrosamente. (Números 21:4, 5.) ¡Imagínese! ¡Aquellos israelitas ‘siguieron hablando contra Dios’, calificando sus provisiones de despreciables!
12 Con sus quejas los israelitas pusieron a prueba la paciencia de Jehová. En castigo, les envió serpientes venenosas, y muchos murieron a causa de las mordeduras. Cuando el pueblo se arrepintió y Moisés intercedió por ellos, la plaga cesó. (Números 21:6-9.) Sin duda, este incidente debe servirnos de escarmiento para que no manifestemos un espíritu quejumbroso y rebelde, particularmente contra Dios y su orden teocrático.
Advertencia sobre la murmuración
13. ¿Sobre qué nos advierte 1 Corintios 10:10, y en qué revuelta pensaba Pablo?
13 Como último ejemplo de lo que les ocurrió a los israelitas en el desierto, Pablo escribe: “Ni seamos murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron por el destructor”. (1 Corintios 10:10.) La revuelta estalló cuando Coré, Datán y Abiram, junto con sus seguidores, obraron contra la teocracia y desafiaron la autoridad de Moisés y Aarón. (Números 16:1-3.) Tras la aniquilación de los rebeldes, los israelitas comenzaron a murmurar porque estimaron injusto el exterminio de estos. Dice Números 16:41: “Precisamente al día siguiente la entera asamblea de los hijos de Israel se puso a murmurar contra Moisés y Aarón, diciendo: ‘Ustedes han dado muerte al pueblo de Jehová’”. Por criticar el modo como se hizo justicia en aquella ocasión, 14.700 israelitas perecieron víctimas de un azote divino. (Números 16:49.)
14, 15. a) ¿Cuál fue uno de los pecados que cometieron los “hombres impíos” que se infiltraron en la congregación? b) ¿Qué aprendemos del incidente de Coré?
14 En el siglo I E.C. se infiltraron en la congregación cristiana “hombres impíos” que resultaron ser maestros falsos y murmuradores. Estos estaban “desatendiendo el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos”, a saber, los hombres ungidos a quienes se había encomendado la supervisión espiritual de la congregación. Concerniente a estos apóstatas impíos, el discípulo Judas añadió: “Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto a su suerte en la vida, que proceden según sus propios deseos”. (Judas 3, 4, 8, 16.) Hoy día, ciertos individuos se vuelven murmuradores porque permiten que en el corazón prospere una actitud corrosiva en sentido espiritual. A menudo se centran en las imperfecciones de aquellos a cuyo cargo está la superintendencia de la congregación, y empiezan a murmurar de ellos. Su murmuración y sus quejas llevan incluso a criticar las publicaciones del “esclavo fiel”.
15 Es correcto hacer preguntas sinceras sobre temas bíblicos. Pero ¿y si adoptáramos una actitud negativa que se manifestara en sesiones de crítica con un círculo de amigos íntimos? Convendría que nos preguntáramos: ‘¿En qué acabará esto? ¿No sería mucho mejor dejar de murmurar y pedir humildemente a Dios que nos dé sabiduría?’. (Santiago 1:5-8; Judas 17-21.) Puede que Coré y sus apoyadores, que se rebelaron contra la autoridad de Moisés y Aarón, hayan estado tan convencidos de la validez de su punto de vista que no examinaran sus motivos. No obstante, estaban completamente equivocados, como también lo estuvieron los israelitas que murmuraron por la destrucción de Coré y los demás rebeldes. ¡Qué sabio es dejar que estos ejemplos nos muevan a analizar nuestros motivos, a poner fin a la murmuración o las quejas y a permitir que Jehová nos refine! (Salmo 17:1-3.)
Aprendamos, y gocemos de las bendiciones
16. ¿Cuál es la esencia de la exhortación de 1 Corintios 10:11, 12?
16 Bajo inspiración divina, Pablo cierra la lista de mensajes admonitorios con la exhortación: “Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado. Por consiguiente, el que piensa que está en pie, cuídese de no caer”. (1 Corintios 10:11, 12.) No podemos dar por sentada nuestra posición en la congregación cristiana.
17. ¿Qué debemos hacer si percibimos un motivo impropio en el corazón?
17 De la misma manera que el hierro tiende a oxidarse, así nosotros, descendientes del pecador Adán, somos proclives al mal por herencia. (Génesis 8:21; Romanos 5:12.) Por lo tanto, no nos desanimemos si percibimos un motivo impropio en el corazón; más bien, adoptemos medidas contundentes. El aire húmedo o el ambiente cáustico aceleran grandemente el proceso de corrosión del hierro. Es imperativo que evitemos la exposición al “aire” del mundo de Satanás, con su entretenimiento repugnante, violencia desenfrenada e inclinaciones negativas. (Efesios 2:1, 2.)
18. ¿Qué ha hecho Jehová con respecto a las malas tendencias de la humanidad?
18 Jehová ha provisto a la humanidad el medio para contrarrestar las malas tendencias heredadas. Dio a su Hijo unigénito para que todo el que ejerza fe en él tenga vida eterna. (Juan 3:16.) Si seguimos cuidadosamente los pasos de Jesús y manifestamos una personalidad como la suya, seremos una bendición para nuestro semejante. (1 Pedro 2:21.) En lugar de recibir maldiciones, recibiremos bendiciones divinas.
19. ¿Cómo podemos beneficiarnos de examinar los ejemplos bíblicos?
19 Aun cuando en la actualidad propendemos al error tanto como los israelitas de antaño, disponemos de la guía de la entera Palabra escrita de Dios. En sus páginas aprendemos acerca de los tratos de Jehová con los seres humanos y sus cualidades demostradas en Jesús, ‘el reflejo de la gloria de Dios y la representación exacta de su mismo ser’. (Hebreos 1:1-3; Juan 14:9, 10.) Mediante la oración y el estudio minucioso de las Escrituras poseeremos “la mente de Cristo”. (1 Corintios 2:16.) Cuando nos enfrentamos a las tentaciones u otras pruebas de nuestra fe, podemos aprovecharnos de los ejemplos bíblicos de la antigüedad, sobre todo del ejemplo superlativo de Jesucristo. En tal caso, no nos sobrevendrán las maldiciones divinas, sino que, por el contrario, disfrutaremos del favor de Jehová ahora y para siempre.
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