-
Hacia occidente por toda Europa¡Despertad! 1994 | 22 de octubre
-
-
No obstante, a finales del siglo IV nació en Bretaña en el seno de una familia católica un niño que llegó a tener ese espíritu misionero. Su nombre fue Patricio, y se le llegó a conocer por haber llevado el mensaje de Cristo al extremo occidental de Europa, a Irlanda, donde, dice la leyenda, convirtió a miles de personas y fundó centenares de iglesias.
-
-
Hacia occidente por toda Europa¡Despertad! 1994 | 22 de octubre
-
-
Misioneros de un hogar dividido
Las dos ramas del cristianismo nominal que se practicaban, la de Roma y la de Constantinopla, efectuaron campañas misionales independientes. Sus intentos de “cristianizar” Bulgaria llevaron a la confusión típica reinante en un hogar dividido por la religión. El gobernante de Bulgaria, Boris I, se convirtió a la ortodoxia griega; pero al ver que Constantinopla restringía seriamente la independencia de la Iglesia búlgara, se volvió a Occidente y permitió que misioneros germanos, representantes de Roma, introdujeran su versión del cristianismo. Para el año 870 E.C. había quedado claro que la Iglesia occidental era aún más restrictiva que la oriental, así que se expulsó a los alemanes y Bulgaria regresó a los brazos de la ortodoxia oriental, donde, en sentido religioso, ha permanecido desde entonces.
Hacia las mismas fechas, los misioneros occidentales habían introducido el “cristianismo” en Hungría. Mientras tanto, ambas ramas del “cristianismo” buscaban apoyo en Polonia. Según The Encyclopedia of Religion, “la Iglesia de los polacos se hallaba por lo general bajo el control de Occidente, si bien al mismo tiempo se caracterizaba por una acusada influencia oriental”. Lituania, Letonia y Estonia también se encontraban “atrapadas en la rivalidad entre Oriente y Occidente, con todas sus consecuencias eclesiásticas”. Y Finlandia, tras adoptar el “cristianismo” a finales del siglo XI y principios del XII, se vio envuelta en el mismo tira y afloja entre Oriente y Occidente.
Durante el siglo IX, dos hermanos pertenecientes a una influyente familia griega de Tesalónica llevaron el “cristianismo” bizantino a las regiones eslavas de Europa y Asia. Cirilo, también llamado Constantino, y Metodio llegaron a ser conocidos como los “apóstoles de los eslavos”.
-