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¿Quiénes son los ministros de Dios hoy día?La Atalaya 2000 | 15 de noviembre
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3, 4. a) ¿Cómo se convierten en ministros algunos miembros de la cristiandad? b) ¿A quiénes se les considera ministros en la cristiandad, y por qué es distinta la situación entre los testigos de Jehová?
3 Los clérigos afirman ser ministros (término derivado del latín minister, que traduce la voz di·á·ko·nos, “siervo”).a Para acceder a este cargo, se gradúan en universidades o seminarios y reciben la ordenación. The International Standard Bible Encyclopedia señala al respecto: “Los términos ordenar y ordenación se refieren por lo general al estado especial que se confiere a los ministros religiosos o sacerdotes mediante los ritos aprobados oficialmente, con el consiguiente énfasis en la autoridad para proclamar la Palabra, para administrar los sacramentos o para ambas funciones”. ¿Quién ordena a tales ministros? The New Encyclopædia Britannica dice: “En las confesiones que han mantenido el episcopado histórico, la ordenación la confiere de forma invariable un obispo. En las iglesias presbiterianas, los ministros del presbiterio”.
4 Así pues, el privilegio de ser ministro religioso se limita muchísimo en la cristiandad, pero no es igual entre los testigos de Jehová. ¿Por qué razón? Porque no se conocían tales restricciones en la congregación cristiana del siglo primero.
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¿Quiénes son los ministros de Dios hoy día?La Atalaya 2000 | 15 de noviembre
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¿Cuándo tiene lugar la ordenación ministerial?
9. ¿Cuándo recibió Jesús la ordenación, y quién la realizó?
9 Examinemos el ejemplo de Cristo para ver cuándo se lleva a cabo la ordenación del cristiano y quién la efectúa. Jesús no poseía diplomas de ordenación ni títulos de seminarios que lo acreditaran como ministro, ni tampoco había recibido su nombramiento de hombre alguno. Entonces, ¿por qué afirmamos que era ministro? Porque en él se cumplían las palabras divinamente inspiradas de Isaías: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas” (Lucas 4:17-19; Isaías 61:1). Este pasaje muestra sin lugar a dudas que Jesús tenía la comisión de predicar las buenas nuevas. Pero ¿quién se la había dado? Es patente que la ordenación la había realizado Jehová Dios, pues su espíritu santo había ungido a Jesús para efectuar la obra. ¿Cuándo aconteció este hecho? Dado que el espíritu santo bajó sobre él en el momento en que se bautizó, fue entonces cuando tuvo lugar su ordenación (Lucas 3:21, 22).
10. ¿Quién ‘capacita adecuadamente’ al ministro cristiano?
10 ¿Qué podemos decir de los discípulos de Cristo del siglo primero? Su ordenación ministerial también la realizó Jehová. Pablo señaló que “el estar nosotros adecuadamente capacitados proviene de Dios, quien verdaderamente nos ha capacitado adecuadamente para ser ministros de un nuevo pacto” (2 Corintios 3:5, 6). ¿De qué modo capacita Jehová a sus siervos para ser ministros? Veámoslo examinando el ejemplo de Timoteo, a quien Pablo llamó “ministro de Dios en las buenas nuevas acerca del Cristo” (1 Tesalonicenses 3:2).
11, 12. ¿Qué progresos hizo Timoteo antes de ser ministro?
11 Comprenderemos mejor cómo llegó a ser ministro Timoteo si examinamos la exhortación que recibió: “Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué personas las aprendiste, y que desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación mediante la fe relacionada con Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:14, 15). El fundamento de la fe de Timoteo, que lo impulsó a hacer declaración pública, era el conocimiento de las Escrituras. ¿Le bastó con la lectura individual para obtenerlo? No. Tuvo que ayudársele a adquirir conocimiento exacto y comprensión espiritual de lo que leía (Colosenses 1:9). Sí, fue “persuadido a creer”. Dado que conocía las Escrituras “desde la infancia”, las primeras enseñanzas debieron de impartírselas su madre y su abuela, pues nada indica que el padre fuera creyente (2 Timoteo 1:5).
12 No obstante, hubo otros aspectos implicados en que Timoteo llegara a ser ministro. En primer lugar, su fe se fortaleció al relacionarse con los cristianos de las congregaciones vecinas. ¿Por qué lo sabemos? Porque cuando Pablo lo conoció, era un joven del que “los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes” (Hechos 16:2). Además, en aquellos días había hermanos que escribían cartas a las congregaciones a fin de fortalecerlas, y superintendentes que las visitaban para edificarlas. Estas disposiciones contribuyeron al progreso espiritual de los cristianos como Timoteo (Hechos 15:22-32; 1 Pedro 1:1).
13. ¿Cuándo recibió Timoteo la ordenación ministerial, y por qué podemos decir que en ese momento no concluyó su adelantamiento espiritual?
13 En vista del mandato de Jesús referido en Mateo 28:19, 20, tenemos la certeza de que la fe impulsó a Timoteo a bautizarse en imitación de Cristo (Mateo 3:15-17; Hebreos 10:5-9). Con ello simbolizó que se había dedicado sin reservas a Dios. Al bautizarse, se convirtió en ministro de Dios y puso a su entera disposición su vida, su energía y sus posesiones. Dado que este acto formaba parte integral de su adoración, constituía “un servicio sagrado”. Pero Timoteo no se durmió en los laureles. Siguió creciendo en espiritualidad y maduró como ministro cristiano. A ello contribuyeron su relación estrecha con cristianos maduros como Pablo, su estudio personal y su fervorosa participación en la obra de predicar (1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 2:2; Hebreos 6:1).
14. Antes de ser ministros, ¿qué pasos deben dar quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna”?
14 En la actualidad, la ordenación para el ministerio cristiano es muy parecida. Mediante los estudios bíblicos se imparte conocimiento sobre Dios y sus propósitos a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48). Cada estudiante aprende a aplicar en su vida los principios bíblicos y a ofrecer a Dios oraciones significativas (Salmo 1:1-3; Proverbios 2:1-9; 1 Tesalonicenses 5:17, 18). Se relaciona con otros creyentes y se beneficia de las disposiciones del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47; Proverbios 13:20; Hebreos 10:23-25). De este modo va progresando en un proceso educativo bien estructurado.
15. ¿Qué ocurre cuando una persona se bautiza? (Véase también la nota.)
15 Tras haber cultivado amor a Jehová Dios y fe firme en el sacrificio redentor de Cristo, llega el momento en que el estudiante de la Biblia desea efectuar una dedicación sin reservas a su Padre celestial (Juan 14:1). Lo hace mediante una oración personal y luego se bautiza para simbolizar en público ese acto privado. El bautismo constituye su ceremonia de ordenación, pues entonces se le reconoce como siervo plenamente dedicado, como di·á·ko·nos, de Dios. Tiene que mantenerse separado del mundo (Juan 17:16; Santiago 4:4). Sin reservas ni condiciones, ha presentado todo su ser en “sacrificio vivo, santo, acepto a Dios” (Romanos 12:1).b Es ministro de Dios, en imitación de Cristo.
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