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¿Reflejará usted la gloria de Dios?La Atalaya 2005 | 15 de agosto
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¿Reflejará usted la gloria de Dios?
“Reflejamos como espejos la gloria de Jehová.” (2 CORINTIOS 3:18.)
1. ¿Qué contempló Moisés, y qué ocurrió a continuación?
FUE una de las visiones más imponentes que jamás había tenido hombre alguno. A solas en lo alto del monte Sinaí, a Moisés se le concedió una petición muy poco común. Se le permitió ver algo que ningún ser humano había visto antes: la gloria de Jehová. Por supuesto, no es que viera a Jehová directamente, pues su apariencia es tan espléndida que ningún hombre puede contemplarla y seguir vivo. Más bien, Jehová puso su “palma” sobre él a modo de pantalla protectora hasta que hubo pasado, al parecer valiéndose de un representante angélico. Entonces dejó que Moisés viera el resplandor que quedó de la manifestación divina de su gloria, y le habló mediante un ángel. La Biblia relata lo que ocurrió a continuación: “Cuando Moisés bajó del monte Sinaí [...,] la tez de su rostro emitía rayos a causa de haber hablado con [Jehová]” (Éxodo 33:18–34:7, 29).
2. ¿Qué escribió el apóstol Pablo sobre la gloria que reflejan los cristianos?
2 Imagínese que usted hubiera estado en esa montaña junto a Moisés. ¡Qué emocionante habría sido contemplar el deslumbrante esplendor del Todopoderoso y escuchar sus palabras! ¡Qué privilegio bajar del monte Sinaí al lado de Moisés, el mediador del pacto de la Ley! ¿Sabía, sin embargo, que en cierto modo los cristianos verdaderos reflejamos la gloria de Dios con mayor intensidad que Moisés? Este fascinante hecho se muestra en una carta que escribió el apóstol Pablo, en la cual afirmó que los cristianos ungidos “refleja[n] como espejos la gloria de Jehová” (2 Corintios 3:7, 8, 18). Los cristianos que abrigan la esperanza de vivir en la Tierra también reflejan, en cierto sentido, la gloria de Dios.
Cómo reflejan los cristianos la gloria de Dios
3. A diferencia de Moisés, ¿de qué maneras hemos llegado a conocer a Jehová?
3 ¿Cómo es posible que nosotros reflejemos la gloria de Dios? Pues bien, aunque no hemos contemplado ni oído a Jehová del mismo modo que Moisés, sí hemos llegado a conocerlo de otras maneras. Por ejemplo, dado que Jesús no se presentó como el Mesías hasta casi mil quinientos años después de la muerte de Moisés, este no pudo saber cómo se cumpliría la Ley en Jesús, quien murió para redimir a los seres humanos de la terrible opresión impuesta por el pecado y la muerte (Romanos 5:20, 21; Gálatas 3:19). Además, Moisés solamente obtuvo una comprensión limitada de la grandeza del propósito de Jehová, un propósito que se centra en el Reino mesiánico y en el Paraíso que instaurará en la Tierra. Por otra parte, nosotros percibimos la gloria de Jehová, pero no con los ojos literales, sino con los ojos de la fe basada en las enseñanzas bíblicas. También hemos oído la voz de Jehová, no a través de un ángel, sino mediante la Biblia, en particular los Evangelios, los cuales pintan un hermoso cuadro de las enseñanzas y el ministerio de Jesús.
4. a) ¿Cómo reflejan la gloria de Jehová los cristianos ungidos? b) ¿De qué maneras pueden reflejar la gloria de Dios quienes abrigan la esperanza de vivir en la Tierra?
4 Aunque los cristianos no reflejamos la gloria de Dios despidiendo rayos del rostro, nuestra faz se ilumina cuando hablamos al prójimo de Su gloriosa personalidad y propósitos. Con respecto a sus siervos de la actualidad, Jehová predijo mediante el profeta Isaías: “De seguro anunciarán mi gloria entre las naciones” (Isaías 66:19). Además, en 2 Corintios 4:1, 2 leemos: “Teniendo este ministerio [...], hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse, y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios”. Pablo hablaba en particular de los cristianos ungidos, quienes son “ministros de un nuevo pacto” (2 Corintios 3:6). Su ministerio ha resultado en que un sinnúmero de personas haya adquirido la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Y el ministerio de ambos grupos entraña reflejar la gloria de Jehová no solo por lo que enseñan, sino también por la forma en que viven. Reflejar la gloria del Dios Altísimo es un deber, así como un gran privilegio.
5. ¿De qué es prueba nuestra prosperidad espiritual?
5 En nuestros días, las gloriosas buenas nuevas del Reino de Dios se están predicando en toda la Tierra habitada, como predijo Jesús (Mateo 24:14). Personas de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas han respondido a ellas con entusiasmo y han realizado cambios en su vida para hacer la voluntad de Dios (Romanos 12:2; Revelación [Apocalipsis] 7:9). Al igual que los primeros cristianos, no pueden dejar de hablar de las cosas que han visto y oído (Hechos 4:20). Hoy reflejan la gloria de Dios más de seis millones de personas, una cantidad sin precedentes en la historia. ¿Es usted una de ellas? La prosperidad espiritual de los siervos de Dios es prueba convincente de que contamos con la bendición y protección de Jehová. Y el hecho de que tenemos el espíritu de Jehová se hace aún más patente cuando se consideran las poderosas fuerzas que se alzan contra nosotros. Veamos por qué.
No podrán acallar al pueblo de Dios
6. ¿Por qué se necesitan fe y valor para ponerse de parte de Jehová?
6 Suponga que lo llaman a testificar en un juicio contra un despiadado asesino. Usted sabe que el acusado controla una organización poderosa y que empleará todos los medios a su alcance para impedir que lo desenmascare. ¿Verdad que declarar contra un criminal de esa clase exigiría valor y confianza en que las autoridades lo protegerán? Pues bien, nosotros nos hallamos en una situación parecida. Al dar testimonio de Jehová y sus propósitos, en realidad testificamos en contra de Satanás y damos a conocer que es un homicida y un mentiroso que está extraviando a los habitantes de toda la Tierra (Juan 8:44; Revelación 12:9). La verdad es que se necesitan fe y valor para ponerse de parte de Jehová y en contra del Diablo.
7. ¿Qué influencia ejerce Satanás, y qué intenta conseguir?
7 Claro está, Jehová es el Ser Supremo, así que su poder es infinitamente mayor que el de Satanás. Podemos estar seguros de que Él no solo es capaz de proteger a quienes le servimos con lealtad, sino que también anhela hacerlo (2 Crónicas 16:9). No obstante, Satanás es el gobernante de los demonios y del mundo de la humanidad alejada de Dios (Mateo 12:24, 26; Juan 14:30). Confinado a la vecindad de la Tierra y lleno de “gran cólera”, se opone enconadamente a los siervos de Jehová y usa el mundo, al cual controla, para intentar acallar a quienes predican las buenas nuevas (Revelación 12:7-9, 12, 17). ¿Cómo lo hace? Por lo menos de tres maneras.
8, 9. ¿Hacia dónde dirige Satanás el amor de las personas, y por qué debemos elegir con cuidado nuestras compañías?
8 Las inquietudes de la vida constituyen uno de los medios que Satanás emplea para distraernos. En general, la gente que vive en estos últimos días ama el dinero, ama los placeres y se ama a sí misma, pero no ama a Dios (2 Timoteo 3:1-4). Preocupadas por los problemas de la vida diaria, la mayoría de las personas ‘no hacen caso’ de las buenas nuevas que les llevamos. Sencillamente, no les interesa aprender la verdad bíblica (Mateo 24:37-39). Esa actitud puede contagiársenos y sumirnos en un letargo espiritual. Si permitimos que en el corazón se desarrolle amor por las cosas materiales y los placeres de la vida, nuestro amor por Dios se enfriará (Mateo 24:12).
9 Por esta razón, los cristianos elegimos las compañías con mucho cuidado. “El que está andando con personas sabias se hará sabio —escribió el rey Salomón—, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Proverbios 13:20.) Así pues, ‘andemos’ con quienes reflejan la gloria de Dios. ¡Qué agradable es eso! Cuando estamos con nuestros hermanos espirituales en las reuniones y en otros momentos, nos anima ver su amor, fe, gozo y sabiduría. Tales compañías sanas fortalecen nuestra determinación de perseverar en el ministerio.
10. ¿Cómo emplea Satanás la burla contra quienes reflejan la gloria de Dios?
10 Un segundo medio que Satanás usa para impedir que los cristianos reflejen la gloria de Dios es la burla. Esta táctica no nos debería tomar por sorpresa, pues Jesucristo tuvo que enfrentarse a ella en su ministerio terrestre: se rieron de él, lo trataron con desprecio e insolencia, y hasta le escupieron (Marcos 5:40; Lucas 16:14; 18:32). Los primeros cristianos también fueron objeto de mofa (Hechos 2:13; 17:32). Y los siervos de Jehová de la actualidad sufrimos el mismo maltrato. El apóstol Pedro indicó que, en realidad, se nos tildaría de “falsos profetas”. Predijo que “en los últimos días vendr[ían] burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues [...] todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación’” (2 Pedro 3:3, 4). A los siervos de Dios se nos ridiculiza porque supuestamente vivimos de espaldas a la realidad. Las normas morales de la Biblia se consideran anticuadas, y muchos opinan que el mensaje que predicamos es una insensatez (1 Corintios 1:18, 19). Los cristianos podemos ser objeto de burlas en la escuela, en el empleo y, a veces, hasta en nuestra propia familia. Sin embargo, en vez de desanimarnos, seguimos reflejando la gloria de Jehová mediante nuestra predicación, pues, al igual que Jesús, sabemos que la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17:17).
11. ¿Cómo ha empleado Satanás la persecución en su intento de acallar a los cristianos?
11 Una tercera táctica que el Diablo emplea en su intento de acallarnos es la oposición o la persecución. Jesús dijo a sus discípulos: “Los entregarán a tribulación y los matarán, y serán objeto de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre” (Mateo 24:9). Realmente, los testigos de Jehová hemos sufrido feroz persecución en muchas partes del planeta. Sabemos que Jehová predijo hace mucho que habría odio, o enemistad, entre los que le sirven a él y los que sirven al Diablo (Génesis 3:15). También sabemos que nuestra integridad en las pruebas constituye un testimonio a favor de la soberanía universal de Jehová. Este conocimiento nos fortalece hasta en las circunstancias más extremas. Mientras sigamos resueltos a reflejar la gloria de Dios, no habrá persecución que pueda silenciarnos de modo permanente.
12. ¿Por qué es un motivo de regocijo el que nos mantengamos fieles frente a la oposición de Satanás?
12 ¿Resiste usted las tentaciones del mundo y se mantiene fiel pese a las burlas y la oposición? Entonces tiene motivos para regocijarse. Jesús aseguró a sus discípulos: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes” (Mateo 5:11, 12). Su aguante es prueba de que el poderoso espíritu santo de Jehová obra en usted, capacitándolo para reflejar Su gloria (2 Corintios 12:9).
El aguante procede de Jehová
13. ¿Por qué razón fundamental aguantamos en el ministerio cristiano?
13 Una razón fundamental por la que aguantamos en el ministerio es que amamos a Jehová y nos alegra enormemente reflejar su gloria. Los seres humanos tendemos a imitar a quienes amamos y respetamos, y nadie es más digno de ser imitado que Jehová Dios. Por su gran amor envió a su Hijo a la Tierra para que diera testimonio a favor de la verdad y rescatara a la humanidad obediente (Juan 3:16; 18:37). Al igual que Dios, deseamos que personas de toda clase se arrepientan y alcancen la salvación, y por eso les predicamos (2 Pedro 3:9). Este deseo, junto con nuestra determinación de imitar a Dios, nos impulsa a no dejar de reflejar su gloria mediante nuestro ministerio.
14. ¿Cómo nos fortalece Jehová para que aguantemos en nuestro ministerio?
14 En definitiva, es Jehová quien nos da las fuerzas para aguantar en el ministerio cristiano. Es él quien nos sostiene y fortalece mediante su espíritu, su organización y su Palabra, la Biblia. Jehová “suministra aguante” a quienes estamos dispuestos a reflejar su gloria, contesta nuestras oraciones y nos da la sabiduría necesaria para afrontar las dificultades (Romanos 15:5; Santiago 1:5). Y lo que es más, no permite que nos sobrevenga ninguna prueba que sea imposible de aguantar. Si confiamos en él, dispondrá la salida a fin de que podamos seguir reflejando su gloria (1 Corintios 10:13).
15. ¿Qué nos ayuda a aguantar?
15 El aguante en nuestro ministerio es prueba de que contamos con el espíritu de Dios. Supongamos, por ejemplo, que alguien le pide que reparta pan gratuitamente de puerta en puerta. Se le dice que debe utilizar su propio tiempo y correr con sus propios gastos. Pero no tarda en darse cuenta de que, en realidad, muy pocas personas desean el pan que usted reparte, y algunas hasta se oponen a que lo haga. ¿Seguiría usted realizando esa actividad mes tras mes, año tras año? Es muy probable que no. Sin embargo, puede que lleve décadas afanándose por declarar las buenas nuevas, dedicando de su tiempo y recursos. ¿Por qué? ¿Verdad que es porque ama a Jehová y porque él ha bendecido su empeño ayudándole a aguantar mediante su espíritu? ¡Desde luego que sí!
Una obra que siempre recordaremos
16. ¿Qué significa para nosotros y para quienes nos escuchan el que aguantemos en nuestro ministerio?
16 El ministerio del nuevo pacto es una dádiva incomparable (2 Corintios 4:7). Y también es un verdadero tesoro el ministerio cristiano que las otras ovejas llevan a cabo en todo el mundo. Al perseverar en él, usted puede lograr lo que Pablo escribió a Timoteo: “Te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan” (1 Timoteo 4:16). Piense en lo que eso significa. Las buenas nuevas que predicamos ofrecen a las personas la oportunidad de vivir para siempre. Usted puede forjar un fuerte vínculo de amistad con aquellos a quienes ayuda espiritualmente. Imagine el gozo de vivir para siempre en el Paraíso con los que haya ayudado a aprender la verdad acerca de Dios. No hay duda de que esas personas jamás olvidarán lo que usted hizo por ellas. ¡Qué gran motivo de satisfacción!
17. ¿Por qué puede afirmarse que vivimos en una época singular de la historia humana?
17 Vivimos en una época singular de la historia humana. Nunca más se predicarán las buenas nuevas en un mundo alejado de Dios. Noé vivió en un mundo así y lo vio desaparecer. Piense en cuánto debió de alegrarle saber que había cumplido fielmente la voluntad de Dios al construir el arca, lo cual permitió su salvación y la de su familia (Hebreos 11:7). Usted también puede tener ese gozo. Imagine cómo se sentirá en el nuevo mundo cuando mire atrás a lo que hizo en estos últimos días, sabiendo que se esforzó todo lo que pudo por promover los intereses del Reino.
18. ¿Qué garantía y ánimo da Jehová a sus siervos?
18 Sigamos reflejando la gloria de Dios, pues eso es algo que siempre recordaremos. De hecho, Jehová también recuerda nuestra labor. En la Biblia leemos estas alentadoras palabras: “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continúan sirviendo. Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia a fin de tener la plena seguridad de la esperanza hasta el fin, para que no se hagan indolentes, sino que sean imitadores de los que mediante fe y paciencia heredan las promesas” (Hebreos 6:10-12).
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Los cristianos reflejan la gloria de JehováLa Atalaya 2005 | 15 de agosto
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Los cristianos reflejan la gloria de Jehová
“Felices son los ojos de ustedes porque contemplan, y sus oídos porque oyen.” (MATEO 13:16.)
1. ¿Qué pregunta surge ante la actitud de los israelitas cuando Moisés bajó del monte Sinaí?
LOS israelitas reunidos al pie del monte Sinaí tenían muchas razones para acercarse a Jehová. Al fin y al cabo, él los había liberado de Egipto con su mano poderosa, les había dado comida y agua en el desierto, y luego les había otorgado la victoria sobre un ejército amalequita que salió a atacarlos (Éxodo 14:26-31; 16:2–17:13). Acampados en el desierto frente al Sinaí, estaban tan asustados por los truenos y los relámpagos que se echaron a temblar. Entonces vieron descender de la montaña a Moisés, cuyo rostro reflejaba la gloria de Jehová, pero en vez de maravillarse y mostrar aprecio, se apartaron de él. “Les dio miedo acercarse a [Moisés].” (Éxodo 19:10-19; 34:30.) ¿Por qué temieron contemplar un reflejo de la gloria de Jehová, quien tanto había hecho por ellos?
2. ¿A qué se debió, posiblemente, el temor que sintieron los israelitas al ver la gloria de Dios que Moisés reflejaba?
2 Es posible que el temor de los israelitas tuviera mucho que ver con algo que había ocurrido antes. Cuando, a sabiendas, desobedecieron a Jehová fabricándose un becerro de oro, él los había castigado (Éxodo 32:4, 35). ¿Aprendieron la lección y la agradecieron? La mayoría no. Ya cercano el final de su vida, Moisés les recordó aquel incidente junto con otros casos en que desobedecieron a Dios. Les dijo: “Se portaron rebeldemente contra la orden de Jehová su Dios, y no ejercieron fe para con él y no escucharon su voz. Han resultado ser rebeldes en comportamiento para con Jehová desde el día en que los conocí” (Deuteronomio 9:15-24).
3. ¿Qué hacía Moisés con el velo que cubría su rostro?
3 Leamos lo que hizo Moisés al ver el miedo de los israelitas: “Cuando Moisés acababa de hablar con ellos, se ponía un velo sobre el rostro. Pero cuando Moisés entraba [en el tabernáculo] delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Y salía y hablaba a los hijos de Israel lo que se le mandaba. Y los hijos de Israel veían el rostro de Moisés, que la tez del rostro de Moisés emitía rayos; y Moisés se ponía de nuevo el velo sobre el rostro hasta que entraba a hablar con [Jehová]” (Éxodo 34:33-35). ¿Por qué había veces que Moisés se quitaba el velo? ¿Qué aprendemos de ese hecho? Las respuestas a estas preguntas nos ayudarán a evaluar nuestra propia relación con Jehová.
Oportunidades perdidas
4. Según indicó el apóstol Pablo, ¿qué significó el hecho de que Moisés llevara el velo?
4 El apóstol Pablo indicó que el hecho de que Moisés llevara el velo tenía que ver con la mente y el corazón de los israelitas. Escribió lo siguiente: “Los hijos de Israel no podían fijar la vista con intensidad en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro [...;] sus facultades mentales fueron embotadas” (2 Corintios 3:7, 14). ¡Qué lamentable! Los israelitas eran el pueblo escogido de Dios, quien deseaba que se acercaran a él (Éxodo 19:4-6). Sin embargo, ellos se resistieron a mirar fijamente el reflejo de Su gloria. En vez de dirigir a Jehová sus corazones y mentes con amor y devoción, en cierto modo le dieron la espalda.
5, 6. a) ¿Qué paralelo hallamos entre los israelitas de tiempos de Moisés y los del siglo primero? b) ¿Qué contraste notamos entre los que escucharon a Jesús y los que no lo hicieron?
5 Hallamos un paralelo de esta conducta en el siglo primero de nuestra era. Cuando Pablo se convirtió al cristianismo, el pacto de la Ley ya había sido reemplazado por el nuevo pacto. El mediador de este nuevo pacto era Jesucristo, el Moisés Mayor, quien tanto de palabra como de obra reflejó a la perfección la gloria de Jehová. Por eso, Pablo escribió sobre Jesús resucitado: “Él es el reflejo de [la] gloria [de Dios] y la representación exacta de su mismo ser” (Hebreos 1:3). ¡Qué magnífica oportunidad tenían los judíos! Podían escuchar los dichos de vida eterna de boca del mismísimo Hijo de Dios; pero, por desgracia, la mayoría no le prestó atención. En consecuencia, Jesús les aplicó lo que Jehová había profetizado mediante Isaías: “El corazón de este pueblo se ha hecho indispuesto a recibir, y con los oídos han oído sin responder, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón, y se vuelvan, y yo los sane” (Mateo 13:15; Isaías 6:9, 10).
6 Refiriéndose al marcado contraste existente entre los judíos y sus discípulos, Jesús dijo a estos últimos: “Felices son los ojos de ustedes porque contemplan, y sus oídos porque oyen” (Mateo 13:16). Los cristianos verdaderos anhelan conocer a Jehová y servirle. Se complacen en llevar a cabo su voluntad, revelada en las páginas de la Biblia. Y es por eso que los cristianos ungidos reflejan la gloria de Jehová en su ministerio del nuevo pacto, como también lo hacen las otras ovejas (2 Corintios 3:6, 18).
Por qué están veladas las buenas nuevas
7. ¿Por qué no sorprende que la mayoría de la gente rechace las buenas nuevas?
7 Como hemos visto, tanto en tiempos de Jesús como en los de Moisés, casi todos los israelitas desaprovecharon una oportunidad excepcional. Lo mismo ocurre en nuestros días. La mayoría de la gente rechaza las buenas nuevas que predicamos. Este hecho no nos sorprende, pues Pablo escribió: “Ahora, si las buenas nuevas que declaramos están de hecho veladas, están veladas entre los que están pereciendo, entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos” (2 Corintios 4:3, 4). Además de que Satanás procura ocultar las buenas nuevas, muchas personas se cubren el rostro con un velo, por así decirlo, porque no desean ver.
8. ¿De qué manera están cegadas por la ignorancia muchas personas, y cómo podemos impedir que a nosotros nos pase lo mismo?
8 En sentido figurado, los ojos de gran cantidad de personas están cegados por la ignorancia. La Biblia dice que las naciones están “mentalmente [...] en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas” (Efesios 4:18). Por ejemplo, Pablo, un hombre versado en la Ley, estaba tan ciego por la ignorancia antes de hacerse cristiano que persiguió a la congregación de Dios (1 Corintios 15:9). Sin embargo, Jehová le reveló la verdad. Pablo mismo explica: “La razón por la cual se me mostró misericordia fue para que, por medio de mí como el caso más notable, Cristo Jesús demostrara toda su gran paciencia como muestra de los que van a cifrar su fe en él para vida eterna” (1 Timoteo 1:16). Al igual que Pablo, muchas personas que eran enemigas de la verdad divina ahora sirven a Dios. Esta es una buena razón para seguir dando testimonio hasta a quienes se nos oponen. Y mientras lo hacemos, estudiar constantemente la Palabra de Dios y captar su sentido impide que, por ignorancia, actuemos de un modo que desagrade a Jehová.
9, 10. a) ¿Cómo demostraron los judíos del siglo primero que no estaban dispuestos a aprender ni a cambiar sus puntos de vista? b) ¿Hallamos algún paralelo en la cristiandad actual? Explique cuál.
9 La razón de que muchos tengan la visión espiritual obstruida es que no están dispuestos a aprender ni a cambiar sus puntos de vista. Un gran número de judíos rechazaron a Jesús y sus enseñanzas porque se obstinaron en seguir la Ley mosaica. Claro, también hubo excepciones. Por ejemplo, después de la resurrección de Jesús, “una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe” (Hechos 6:7). Sin embargo, en cuanto a la mayoría de los judíos, Pablo escribió: “Hasta el día de hoy cuando se lee a Moisés, un velo está puesto sobre el corazón de ellos” (2 Corintios 3:15). Es probable que el apóstol supiera lo que Jesús había dicho a los líderes religiosos judíos: “Ustedes escudriñan las Escrituras, porque piensan que por medio de ellas tendrán la vida eterna; y estas son las mismas que dan testimonio acerca de mí” (Juan 5:39). Las Escrituras, que con tanto cuidado investigaban, señalaban claramente a Jesús como el Mesías. Pero los judíos tenían sus propias ideas, y ni siquiera el Hijo de Dios y los milagros que ejecutó bastaron para hacerles cambiar de opinión.
10 Lo mismo puede decirse de muchos miembros de la cristiandad actual. Al igual que los judíos del siglo primero, “tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto” (Romanos 10:2). Algunos estudian la Biblia, pero no desean creer lo que dice. Se niegan a aceptar que Jehová enseñe a su pueblo mediante la clase de su esclavo fiel y discreto, formada por los cristianos ungidos (Mateo 24:45). Nosotros, en cambio, sabemos que Jehová está enseñando a sus siervos y que la comprensión de la verdad divina siempre ha sido progresiva (Proverbios 4:18). Por dejar que Jehová nos instruya, él nos bendice con conocimiento acerca de su voluntad y propósito.
11. ¿Cómo se ciegan a la verdad quienes solo creen lo que les conviene creer?
11 Otras personas se ciegan porque solo creen lo que les conviene creer. Está predicho que habría quienes se burlarían de los siervos de Dios y del mensaje que proclaman acerca de la presencia de Jesús. El apóstol Pedro escribió: “Conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa”, es decir, el hecho de que Dios trajo un diluvio sobre el mundo de los días de Noé (2 Pedro 3:3-6). Del mismo modo, muchos que afirman ser cristianos reconocen enseguida que Jehová es un Dios de misericordia, bondad y perdón, pero pasan por alto o se resisten a aceptar el hecho de que él no exime a nadie de castigo (Éxodo 34:6, 7). Los cristianos verdaderos se esfuerzan sinceramente por entender lo que la Biblia realmente enseña.
12. ¿Cómo han cegado las tradiciones a mucha gente?
12 Muchos feligreses están cegados por las tradiciones. Jesús dijo a los líderes religiosos de su día: “Han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición” (Mateo 15:6). Los judíos reinstituyeron con celo la adoración pura cuando regresaron del exilio en Babilonia, pero los propios sacerdotes se hicieron orgullosos y engreídos. Las fiestas religiosas se volvieron un ritual totalmente desprovisto de reverencia sincera a Dios (Malaquías 1:6-8). Para el tiempo de Jesús, los escribas y los fariseos habían añadido innumerables tradiciones a la Ley mosaica. Él denunció su hipocresía, pues habían perdido de vista los principios justos en los que se basaba la Ley (Mateo 23:23, 24). Los cristianos verdaderos no deben permitir que las tradiciones humanas los desvíen de la adoración pura.
“Como si viera a Aquel que es invisible”
13. ¿De qué dos maneras contempló Moisés algo de la gloria de Jehová?
13 Moisés le pidió a Dios ver su gloria en la montaña, y en realidad vio la estela de la gloria de Jehová. Cuando entraba en el tabernáculo, no se ponía ningún velo. Era un hombre de profunda fe que deseaba hacer la voluntad de Dios. Aunque Jehová lo bendijo con una visión parcial de Su gloria, en cierto sentido él ya había contemplado a Dios con los ojos de la fe. La Biblia señala que Moisés “continuó constante como si viera a Aquel que es invisible” (Hebreos 11:27; Éxodo 34:5-7). Y reflejó la gloria de Dios no solo mediante los rayos que por un tiempo despidió su rostro, sino también ayudando a los israelitas a llegar a conocer y servir a Jehová.
14. ¿Cómo contempló Jesús la gloria de Dios, y en qué se complacía?
14 En los cielos, Jesús contempló directamente la gloria de Dios durante millones y millones de años, desde mucho antes de la creación del universo (Proverbios 8:22, 30). A lo largo de todo ese tiempo se desarrolló una relación de amor y afecto muy estrecha. Jehová Dios manifestó el más tierno de los cariños por el primogénito de toda la creación. Y Jesús, a su vez, correspondió a Dios, quien le había dado la vida, con un profundo amor y afecto (Juan 14:31; 17:24). El amor que se tenían como Padre e Hijo era un amor perfecto. Jesús, lo mismo que Moisés, se complacía en reflejar la gloria de Jehová cuando enseñaba.
15. ¿De qué manera contemplan los cristianos la gloria de Dios?
15 Al igual que Moisés y Jesús, los testigos de Jehová de nuestros días anhelamos contemplar la gloria de Dios, y por eso no hemos vuelto la espalda a las gloriosas buenas nuevas. El apóstol Pablo escribió: “Cuando hay un volverse a Jehová [para hacer su voluntad], se quita el velo” (2 Corintios 3:16). Si estudiamos las Escrituras, es porque deseamos hacer la voluntad de Dios. Nos admiramos ante la gloria reflejada en el rostro del Hijo y Rey ungido de Jehová, Jesucristo, y seguimos su ejemplo. Como a Moisés y Jesús, Jehová nos ha bendecido con un ministerio, el cual consiste en enseñar al prójimo la verdad sobre el glorioso Dios al que adoramos.
16. ¿Por qué es una bendición conocer la verdad?
16 Jesús elevó esta oración a Dios: “Te alabo públicamente, Padre, [...] porque has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos” (Mateo 11:25). Jehová concede a las personas sinceras y humildes comprender sus propósitos y personalidad (1 Corintios 1:26-28). Ahora que nos hemos refugiado en él, nos enseña para nuestro bien, para que vivamos del mejor modo posible. Por lo tanto, aprovechemos toda oportunidad de acercarnos a Jehová y valoremos las numerosas dádivas que nos ha hecho para que lleguemos a conocerlo más profundamente.
17. ¿Cómo podemos conocer más plenamente las cualidades de Jehová?
17 Pablo escribió a los cristianos ungidos: “Nosotros, mientras con rostros descubiertos reflejamos como espejos la gloria de Jehová, somos transformados en la misma imagen de gloria en gloria” (2 Corintios 3:18). Sea que abriguemos la esperanza de vivir en el cielo, o en la Tierra, cuanto más conozcamos las cualidades y la personalidad de Jehová tal como se revelan en la Biblia, más nos pareceremos a él. Si meditamos agradecidos sobre la vida, el ministerio y las enseñanzas de Jesucristo, reflejaremos más de lleno las cualidades divinas. ¡Y cuánto nos alegra saber que así contribuimos a la alabanza de nuestro Dios, cuya gloria procuramos reflejar!
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