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  • La familia de Jehová disfruta de preciosa unidad
    La Atalaya 1996 | 15 de julio
    • La familia de Jehová disfruta de preciosa unidad

      “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!” (SALMO 133:1.)

      1. ¿En qué condición se encuentran muchas familias en la actualidad?

      LA FAMILIA está en crisis. En muchos hogares, el vínculo matrimonial se encuentra al borde de la ruptura. El divorcio es cada vez más común, y un gran número de hijos de parejas divorciadas experimentan profunda tristeza. En millones de familias reinan la infelicidad y la desunión. No obstante, existe una familia que sabe lo que es el gozo y la unidad verdaderos. Se trata de la familia universal de Jehová Dios. En ella, miríadas de ángeles invisibles efectúan las tareas que se les han encomendado en armonía con la voluntad divina. (Salmo 103:20, 21.) Ahora, ¿hay en la Tierra una familia que goce de tal unidad?

      2, 3. a) ¿Quiénes forman parte ahora de la familia universal de Dios, y con qué puede compararse hoy día la totalidad de los testigos de Jehová? b) ¿Qué preguntas analizaremos?

      2 El apóstol Pablo escribió: “Doblo mis rodillas ante el Padre, a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre”. (Efesios 3:14, 15.) Todo linaje en la Tierra debe su nombre a Dios porque él es el Creador. Si bien no existen familias humanas en el cielo, metafóricamente hablando Dios está casado con su organización celestial y Jesús se unirá a una novia espiritual en los cielos. (Isaías 54:5; Lucas 20:34, 35; 1 Corintios 15:50; 2 Corintios 11:2.) Los fieles ungidos en la Tierra ahora forman parte de la familia universal de Dios, y las “otras ovejas” de Jesús, que abrigan la esperanza terrenal, son sus miembros futuros. (Juan 10:16; Romanos 8:14-17; La Atalaya del 15 de enero de 1996, página 31.) Por otro lado, el colectivo de los testigos de Jehová de la actualidad puede compararse con una familia mundial unida.

      3 ¿Forma usted parte de la maravillosa familia internacional de siervos de Dios? De ser así, disfruta de una de las mayores bendiciones que alguien pueda tener. Millones de personas pueden atestiguar que la familia mundial de Jehová, su organización visible, es un oasis de paz y unidad en medio del desierto de conflictos y desunión de este mundo. ¿Cómo puede describirse la unidad de la familia mundial de Jehová? ¿Y qué factores contribuyen a la misma?

      ¡Qué bueno y qué agradable!

      4. ¿Cómo expresaría en sus propias palabras lo que dice el Salmo 133 sobre la unidad fraternal?

      4 El salmista David apreciaba profundamente la unidad fraternal. Incluso fue inspirado a cantarle. Imagíneselo acompañándose con el arpa mientras canta: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad! Es como el buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba —la barba de Aarón—, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir. Es como el rocío de Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión. Porque allí ordenó Jehová que estuviera la bendición, aun vida hasta tiempo indefinido”. (Salmo 133:1-3.)

      5. Sobre la base de lo que dice Salmo 133:1, 2, ¿qué semejanza existe entre los israelitas y los siervos de Dios del presente?

      5 Estas palabras fueron aplicables a la unidad fraternal de que gozaba el pueblo antiguo de Dios, los israelitas. Cuando estos se congregaban en Jerusalén con ocasión de sus tres fiestas anuales, realmente moraban en unidad. Aun procediendo de diversas tribus, componían una sola familia. El estar juntos tenía un buen efecto en ellos; era como el aceite de unción, refrescante y perfumado. Cuando este se derramó sobre la cabeza de Aarón, bajó por su barba hasta el cuello de su vestidura. Para los israelitas, congregarse ejercía una influencia positiva que se difundía por todo el pueblo. Se aclaraban los malentendidos y se promovía la paz. Una unidad semejante existe en la actualidad en la familia mundial de Jehová. El que sus miembros se reúnan regularmente tiene una beneficiosa influencia espiritual en ellos. Cualquier malentendido o dificultad que surja se elimina aplicando el consejo de la Palabra de Dios. (Mateo 5:23, 24; 18:15-17.) El pueblo de Jehová aprecia inmensamente el estímulo mutuo que proviene de su fraternidad.

      6, 7. ¿En qué se parecía la unidad de Israel al rocío del monte Hermón, y dónde podemos hallar la bendición de Jehová hoy?

      6 ¿En qué sentido era la convivencia de Israel también como el rocío del Hermón? Puesto que la cima de esta montaña se eleva 2.800 metros sobre el nivel del mar, permanece coronada de nieve casi todo el año. Sus cumbres nevadas condensan los vapores nocturnos, y así producen el abundante rocío que conserva la vegetación durante la larga temporada seca. Las frías corrientes de aire procedentes de la cordillera del Hermón pueden transportar estos vapores muy al sur, hasta los alrededores de Jerusalén, donde se condensan en forma de rocío. De modo que el salmista no se equivocó al decir que ‘el rocío de Hermón desciende sobre las montañas de Sión’. ¡Qué magnífico recordatorio de la refrescante influencia que promueve la unidad de la familia de adoradores de Jehová!

      7 Antes de que se estableciera la congregación cristiana, Sión, o Jerusalén, constituía el centro del culto verdadero. Por lo tanto, fue allí donde Dios ordenó que estuviera la bendición. En vista de que la Fuente de toda bendición residía de modo representativo en el santuario de Jerusalén, de allí emanarían las bendiciones. Sin embargo, puesto que el culto verdadero ya no depende de un lugar, la bendición, el amor y la unidad de los siervos de Dios se puede hallar por toda la Tierra hoy día. (Juan 13:34, 35.) ¿Cuáles son algunos de los factores que promueven dicha unidad?

      Factores que promueven la unidad

      8. ¿Qué aprendemos sobre la unidad en Juan 17:20, 21?

      8 La unidad de los adoradores de Jehová se funda en la obediencia a la Palabra de Dios correctamente entendida, y en especial a las enseñanzas de Jesucristo. Al enviar a su Hijo al mundo a fin de que diera testimonio de la verdad y muriera en sacrificio, Jehová abrió el camino para la formación de la congregación cristiana unida. (Juan 3:16; 18:37.) Que entre sus miembros debería reinar auténtica unidad quedó claro cuando Jesús oró: “Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”. (Juan 17:20, 21.) Los seguidores de Jesús alcanzaron una unidad análoga a la que existe entre Dios y su Hijo, y ello debido a que observaron la Palabra de Dios y las enseñanzas de Jesús. La misma actitud constituye un factor importante ahora en la unidad de la familia mundial de Jehová.

      9. ¿Qué función desempeña el espíritu santo en la unidad que reina en el pueblo de Jehová?

      9 Otro elemento unificador del pueblo de Jehová es que disponemos del espíritu santo, o fuerza activa, de Dios, que nos permite entender la verdad revelada de la Palabra de Jehová y así servirle unidos. (Juan 16:12, 13.) El espíritu de Dios nos ayuda a evitar las obras divisorias de la carne, como contiendas, celos, arrebatos de cólera y altercaciones; y en su lugar, hace que cultivemos el fruto unificador de amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:19-23.)

      10. a) ¿Qué paralelo hay entre el amor que existe en una familia unida y el que evidencian los que están dedicados a Jehová? b) ¿Cómo describió un miembro del Cuerpo Gobernante lo que siente cuando se reúne con sus hermanos espirituales?

      10 Los miembros de una familia unida se aman mutuamente y disfrutan de estar juntos. De igual modo, los que componen la familia unificada de adoradores de Jehová lo aman a él, aman a su Hijo y se aman entre sí. (Marcos 12:30; Juan 21:15-17; 1 Juan 4:21.) Tal como a una familia amorosa le gusta comer junta, quienes están dedicados a Dios disfrutan yendo a las reuniones y las asambleas, donde se benefician de la excelente compañía y el magnífico alimento espiritual. (Mateo 24:45-47; Hebreos 10:24, 25.) Uno de los miembros del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová se expresó así en cierta ocasión: “Reunirme con los hermanos constituye para mí uno de los mayores placeres de la vida y una fuente de ánimo. Me encanta ser de los primeros en llegar al Salón del Reino y de los últimos en salir, si es posible. Hablar con otros siervos de Dios me causa gozo interior. Estando con ellos, me siento en casa con mi familia”. ¿Es así como se siente usted? (Salmo 27:4.)

      11. ¿Qué obra les causa particular placer a los testigos de Jehová, y en qué resulta el que hagamos del servicio de Dios el centro de nuestra vida?

      11 A los miembros de una familia unida les alegra hacer cosas juntos. Así mismo, los integrantes de la familia de adoradores de Jehová gustan de efectuar unidamente la obra de predicar el Reino y hacer discípulos. (Mateo 24:14; 28:19, 20.) La participación regular en dicha obra nos acerca más a otros testigos de Jehová. Hacer del servicio a Dios el centro de nuestra vida y apoyar todas las actividades de su pueblo también aviva el espíritu de familia entre nosotros.

      El orden teocrático es fundamental

      12. ¿Qué caracteriza a una familia unida y feliz, y qué provisión favorecía la unidad de las congregaciones cristianas del siglo I?

      12 Una familia que cuenta con jefatura firme y amorosa y que es organizada tiene muchas posibilidades de disfrutar de concordia y felicidad. (Efesios 5:22, 33; 6:1.) Jehová es un Dios de paz y orden, y todos los integrantes de su familia lo reconocen como el “Supremo”. (Daniel 7:18, 22, 25, 27; 1 Corintios 14:33.) También reconocen que él ha constituido a su Hijo, Jesucristo, heredero de todas las cosas, y que ha delegado en él toda autoridad en el cielo y en la Tierra. (Mateo 28:18; Hebreos 1:1, 2.) Con Cristo como Cabeza, la congregación cristiana es una organización unida y ordenada. (Efesios 5:23.) La supervisión de las actividades de las congregaciones en el siglo I corría a cargo de un cuerpo gobernante conformado por los apóstoles y otros “ancianos” espiritualmente maduros. Cada congregación tenía superintendentes, o ancianos, y siervos ministeriales nombrados. (Hechos 15:6; Filipenses 1:1.) La obediencia a los que llevaban la delantera propiciaba la unidad. (Hebreos 13:17.)

      13. ¿Cómo atrae Jehová a la gente, y con qué resultados?

      13 ¿Significa todo este orden que la unidad de los adoradores de Jehová se atribuye a la existencia de una jefatura firme e impersonal? ¡De ninguna manera! No hay nada en Dios ni en su organización que carezca de amor. Jehová atrae a la gente con su amor, y todos los años centenares de miles de personas entran alegre y voluntariamente a formar parte de la organización de Jehová, al bautizarse en símbolo de su dedicación incondicional a Dios. Su espíritu es como el de Josué, quien exhortó a sus hermanos israelitas: “Escójanse hoy a quién quieren servir [...]. Pero en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”. (Josué 24:15.)

      14. ¿Por qué podemos decir que la organización de Jehová es teocrática?

      14 Ser parte de la familia de Jehová no solo nos hace sentir gozosos, sino también seguros, pues su organización es teocrática. El Reino de Dios es una teocracia (del griego the·ós, dios, y krá·tos, dominio); es un gobierno de Dios, ordenado y establecido por él. La “nación santa” ungida de Jehová está sujeta a su dominio, y por ello es también teocrática. (1 Pedro 2:9.) Con el Gran Teócrata, Jehová, como nuestro Juez, Dador de Estatutos y Rey, tenemos razones de sobra para sentirnos seguros. (Isaías 33:22.) Pero ¿qué sucede si alguna disputa amenaza el gozo, la seguridad y la unidad de que disfrutamos?

      El cuerpo gobernante adopta medidas

      15, 16. ¿Qué disputa se suscitó en el siglo I, y por qué?

      15 A fin de preservar la unidad de una familia, en ocasiones es preciso dirimir alguna disputa. Supóngase, entonces, que hubiera sido menester solucionar cierto problema de índole espiritual para salvaguardar la unidad de la familia de adoradores de Dios en el siglo I E.C. ¿Cómo se hubiera procedido? El cuerpo gobernante adoptaba las medidas correspondientes en cuestiones espirituales. Su intervención quedó consignada en la Escritura.

      16 Alrededor del año 49, el cuerpo gobernante se reunió en Jerusalén para resolver un problema grave y proteger así la unidad de “la casa de Dios”. (Efesios 2:19.) Unos trece años antes, el apóstol Pedro había predicado a Cornelio, y los primeros gentiles, o gentes de las naciones, se habían hecho creyentes bautizados. (Hechos, capítulo 10.) Durante el primer viaje misionero de Pablo, muchos gentiles habían abrazado el cristianismo. (Hechos 13:1–14:28.) De hecho, se había establecido una congregación de cristianos gentiles en Antioquía de Siria. Algunos cristianos judíos creían que los conversos gentiles estaban obligados a circuncidarse y cumplir la Ley mosaica; otros, sin embargo, disentían. (Hechos 15:1-5.) Tal disputa pudo haber causado total desunión o incluso haber ocasionado la formación de congregaciones separadas de judíos y gentiles. Por consiguiente, el cuerpo gobernante intervino prontamente con miras a preservar la unidad cristiana.

      17. ¿Qué procedimiento armonioso y teocrático describe el capítulo 15 de los Hechos 15?

      17 De acuerdo con Hechos 15:6-22, “los apóstoles y los ancianos se reunieron para ver acerca de este asunto”. Había asimismo otras personas presentes, entre ellas una delegación de Antioquía. Pedro explicó primero que ‘por boca suya la gente de las naciones había oído las buenas nuevas y había creído en ellas’. Luego, “toda la multitud” escuchó a Bernabé y a Pablo ‘contar las muchas señales y portentos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones’, es decir, entre los gentiles. Seguidamente, Santiago propuso la solución al problema. Cuando el cuerpo gobernante llegó a una decisión, se nos dice que ‘los apóstoles y los ancianos, junto con toda la congregación, acordaron enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé’. Estos “varones escogidos”, Judas y Silas, llevaron una animadora carta a los hermanos.

      18. ¿Qué decidió el cuerpo gobernante con relación a la Ley mosaica, y qué efecto tuvo en los cristianos judíos y gentiles?

      18 La carta que anunciaba la decisión del cuerpo gobernante empezaba así: “Los apóstoles y los ancianos, hermanos, a los hermanos de Antioquía y Siria y Cilicia que son de las naciones: ¡Saludos!”. Aunque hubo otros hermanos que concurrieron a la histórica reunión, parece ser que el cuerpo gobernante lo componían “los apóstoles y los ancianos”. El espíritu de Dios los dirigió, pues la carta declara: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación”. (Hechos 15:23-29.) No se requería que los cristianos se circuncidaran y cumplieran la Ley mosaica. Esta resolución contribuyó a que los cristianos judíos y gentiles actuaran y hablaran en unidad. Las congregaciones se regocijaron y la preciada unidad continuó, tal como ocurre hoy en la familia mundial de Dios bajo la guía espiritual del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. (Hechos 15:30-35.)

      Sirvamos en unidad teocrática

      19. ¿Por qué ha florecido la unidad en la familia de adoradores de Jehová?

      19 La unidad de la familia florece cuando hay colaboración entre sus miembros. Lo mismo es cierto respecto de la familia de adoradores de Jehová. Siendo personas teocráticas, los ancianos y demás cristianos de la congregación del primer siglo servían a Dios en total cooperación con el cuerpo gobernante y aceptaban las decisiones que este tomaba. Con la asistencia del cuerpo gobernante, los ancianos ‘predicaban la palabra’ y los miembros de las congregaciones en general ‘hablaban de acuerdo’. (2 Timoteo 4:1, 2; 1 Corintios 1:10.) Así pues, las mismas verdades de la Escritura se presentaban en el ministerio y en las reuniones cristianas, ya fuera en Jerusalén, Antioquía, Roma, Corinto o en cualquier otro lugar. Igual unidad teocrática existe hoy día.

      20. ¿Qué tenemos que hacer a fin de proteger nuestra unidad cristiana?

      20 Para proteger nuestra unidad, todos los que formamos parte de la familia mundial de Jehová debemos esforzarnos por mostrar amor teocrático. (1 Juan 4:16.) Necesitamos someternos a la voluntad divina y mostrar profundo respeto al “esclavo fiel” y al Cuerpo Gobernante. A semejanza de nuestra dedicación a Dios, nuestra obediencia es, por supuesto, voluntaria y produce gozo. (1 Juan 5:3.) ¡Qué bien relacionó el salmista el gozo con la obediencia! Cantó: “¡Alaben a Jah! Feliz es el hombre que teme a Jehová, en cuyos mandamientos se ha deleitado muchísimo”. (Salmo 112:1.)

      21. ¿Cómo podemos demostrar que somos teocráticos?

      21 Jesús, el Cabeza de la congregación, es del todo teocrático y siempre hace la voluntad de su Padre. (Juan 5:30.) Por lo tanto, imitemos a nuestro Dechado efectuando unidamente y de modo teocrático la voluntad de Jehová en total colaboración con su organización. Así, con gratitud y gozo sinceros podremos hacernos eco de la canción del salmista: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”.

  • Conservemos la unidad en estos últimos di̇́as
    La Atalaya 1996 | 15 de julio
    • Conservemos la unidad en estos últimos días

      “Pórtense de una manera digna de las buenas nuevas [...], [estando] firmes en un mismo espíritu, esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas.” (FILIPENSES 1:27.)

      1. ¿Qué contraste existe entre los testigos de Jehová y el mundo?

      ESTOS son “los últimos días”. No cabe duda de que han llegado los “tiempos críticos, difíciles de manejar”. (2 Timoteo 3:1-5.) En este “tiempo del fin”, caracterizado por el descontento de la sociedad humana, los testigos de Jehová sobresalen notablemente por el ambiente de paz y unidad que reina entre ellos. (Daniel 12:4.) Sin embargo, todo miembro de la familia mundial de adoradores de Jehová está obligado a hacer cuanto pueda para conservar dicha unidad.

      2. ¿Qué dijo Pablo sobre la conservación de la unidad, y qué pregunta analizaremos?

      2 El apóstol Pablo aconsejó a sus compañeros cristianos que preservaran la unidad al escribirles: “Pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo, a fin de que, sea que yo vaya y los vea, o esté ausente, oiga de las cosas que tienen que ver con ustedes, que están firmes en un mismo espíritu, esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas, y en ningún sentido atemorizados por sus contrarios. Esto mismo es prueba de destrucción para ellos, pero de salvación para ustedes; y esta indicación proviene de Dios”. (Filipenses 1:27, 28.) Las palabras de Pablo señalan claramente que debemos trabajar unidos como cristianos. ¿Qué nos ayudará a conservar la unidad cristiana en estos tiempos difíciles?

      Sumisión a la voluntad divina

      3. ¿Cuándo y cómo se hicieron seguidores de Cristo los primeros gentiles incircuncisos?

      3 Una forma de conservar la unidad es someterse a la voluntad divina en todo momento. Hacer esto quizás requiera cambiar nuestra mentalidad. Consideremos el caso de los primeros discípulos judíos de Jesucristo. Cuando el apóstol Pedro predicó por vez primera a los gentiles incircuncisos, en 36 E.C., Dios concedió espíritu santo a estas personas de las naciones, quienes se bautizaron. (Hechos, capítulo 10.) Hasta entonces, solo judíos, prosélitos del judaísmo y samaritanos se habían hecho seguidores de Jesucristo. (Hechos 8:4-8, 26-38.)

      4. ¿Qué dijo Pedro tras relatar lo que acaeció en el caso de Cornelio, y qué prueba planteó este suceso para los discípulos judíos de Jesús?

      4 Cuando se enteraron de la conversión de Cornelio y otros gentiles, los apóstoles y los hermanos de Jerusalén quisieron oír el informe de Pedro. Después de referir lo acaecido a Cornelio y los demás creyentes gentiles, el apóstol terminó diciendo: “Por lo tanto, si Dios les dio a ellos [los creyentes gentiles] la misma dádiva gratuita [del espíritu santo] que también dio a nosotros los [judíos] que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?”. (Hechos 11:1-17.) Este suceso representó una prueba para los seguidores judíos de Jesucristo. ¿Se someterían a la voluntad de Dios y admitirían a los gentiles creyentes como sus hermanos en la fe?, ¿o peligraría la unión de los siervos terrestres de Jehová?

      5. ¿Cómo reaccionaron los apóstoles y otros hermanos ante el hecho de que Dios hubiera concedido el arrepentimiento a los gentiles, y qué nos enseña su actitud?

      5 El relato dice: “Ahora bien, cuando [los apóstoles y demás hermanos] oyeron estas cosas, [...] asintieron, y glorificaron a Dios, y dijeron: ‘¡Conque Dios ha concedido también a gente de las naciones arrepentimiento con la vida como objeto!’”. (Hechos 11:18.) Tal actitud preservó y fomentó la unidad de los seguidores de Jesús. La predicación adelantó en poco tiempo entre los gentiles, o gentes de las naciones, actividad esta que contó con la bendición de Jehová. En cuanto a nosotros, debemos asentir y cooperar en lo que se nos pida cuando se vaya a formar una nueva congregación o cuando se efectúe algún cambio teocrático bajo la guía del espíritu santo de Dios. Nuestra colaboración sincera agradará a Jehová y nos ayudará a mantener la unidad en estos últimos días.

      Adhesión a la verdad

      6. ¿Qué relación tiene la verdad con la unidad de los adoradores de Jehová?

      6 Como parte de la familia de adoradores de Jehová, conservamos la unidad porque todos somos “enseñados por Jehová” y nos aferramos a su verdad revelada. (Juan 6:45; Salmo 43:3.) Dado que nuestras enseñanzas se fundan en la Palabra de Dios, todos hablamos en armonía. Gustosos aceptamos el alimento espiritual que Jehová provee mediante “el esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Esta uniformidad de enseñanza coadyuva a salvaguardar nuestra unidad mundial.

      7. ¿Cómo debemos proceder si nos cuesta trabajo entender un determinado punto, y qué es preciso evitar?

      7 ¿Cómo debemos proceder si nos cuesta trabajo entender o aceptar un determinado punto? Es esencial pedir a Dios sabiduría e investigar en las Escrituras y las publicaciones cristianas. (Proverbios 2:4, 5; Santiago 1:5-8.) Sería conveniente hablar con un anciano. Si aun así seguimos sin comprender, lo mejor es dejar de lado la cuestión. Es posible que en el futuro se publique más información que amplíe nuestro entendimiento. Sin embargo, sería incorrecto intentar convencer a otros miembros de la congregación para que acepten nuestra opinión divergente, pues en lugar de procurar la unidad sembraríamos la discordia. ¡Cuánto mejor es ‘seguir andando en la verdad’ y animar a otros a hacer lo mismo! (3 Juan 4.)

      8. ¿Cuál debe ser nuestra actitud con respecto a la verdad?

      8 Pablo dijo en el siglo I: “En la actualidad vemos en contorno nebuloso por medio de un espejo de metal, pero entonces será cara a cara. En la actualidad conozco parcialmente, pero entonces conoceré con exactitud así como soy conocido con exactitud”. (1 Corintios 13:12.) Los primeros cristianos permanecieron unidos aun sin ver todos los detalles. Ahora poseemos una comprensión mucho mejor del propósito de Jehová y de su Palabra de verdad. Por consiguiente, agradezcamos la verdad que hemos recibido a través del “esclavo fiel” y el hecho de que Jehová nos haya guiado mediante su organización. A pesar de que no siempre hemos tenido el mismo grado de conocimiento, nunca hemos pasado hambre ni sed en sentido espiritual. Al contrario, nuestro Pastor, Jehová, nos ha mantenido unidos y nos ha cuidado muy bien. (Salmo 23:1-3.)

      Uso apropiado de la lengua

      9. ¿Cómo podemos utilizar la lengua para promover la unidad?

      9 Hacer uso de la lengua para animar al prójimo es otra manera importante de promover la unidad y el espíritu fraterno. La carta que envió el cuerpo gobernante del siglo I para zanjar la controversia relativa a la circuncisión resultó muy animadora. Después de leerla, los discípulos gentiles de Antioquía “se regocijaron por el estímulo”. Judas y Silas, por cuyo medio se envió la misiva desde Jerusalén, “animaron a los hermanos con muchos discursos, y los fortalecieron”. Indudablemente, la presencia de Pablo y Bernabé también animó y fortaleció a los cristianos de Antioquía. (Hechos 15:1-3, 23-32.) Nosotros podemos hacer otro tanto en las reuniones cristianas al ‘animarnos unos a otros’ con nuestra presencia y nuestros comentarios edificantes. (Hebreos 10:24, 25.)

      10. En caso de injuria, ¿qué medida sería necesaria a fin de salvaguardar la unidad?

      10 Por otro lado, el mal uso de la lengua supone una amenaza a la unidad. “La lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandes alardes —escribió el discípulo Santiago—. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque!”. (Santiago 3:5.) Jehová odia al que siembra contiendas. (Proverbios 6:16-19.) Esta clase de habla puede ser causa de discordia. Por eso, ¿cómo actuar en caso de que se injurie a alguien, es decir, se le insulte u ofenda gravemente? Los ancianos tratarán de ayudar al transgresor; pero si este no se arrepiente, deberá ser expulsado para salvaguardar la paz, el orden y la unidad de la congregación. Después de todo, Pablo escribió: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea [...] injuriador [...], y ni siquiera coman con tal hombre”. (1 Corintios 5:11.)

      11. ¿Por qué es importante la humildad cuando algo que hemos dicho ha causado tirantez en nuestras relaciones con un hermano?

      11 Refrenar la lengua nos ayuda a conservar la unidad. (Santiago 3:10-18.) Ahora bien, supongamos que nuestras relaciones con un compañero cristiano están tirantes por algo que hemos dicho. ¿No sería apropiado que tomáramos la iniciativa en hacer las paces y, si fuera preciso, nos disculpáramos con él? (Mateo 5:23, 24.) Es verdad que se necesita humildad para hacerlo, pero Pedro escribió: “Cíñanse con humildad mental los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes”. (1 Pedro 5:5.) La humildad nos impulsará a ‘buscar la paz’ con nuestros hermanos, admitiendo nuestros errores y disculpándonos cuando sea necesario. Tal proceder conserva la unidad de la familia de Jehová. (1 Pedro 3:10, 11.)

      12. ¿Cómo podemos emplear la lengua para promover y conservar la unidad del pueblo de Jehová?

      12 Si usamos la lengua con discreción, fomentaremos un espíritu de familia entre los que componen la organización de Jehová. Así lo hizo Pablo, y por ello recordó a los tesalonicenses: “Bien saben que, como un padre hace con sus hijos, nosotros seguimos exhortando a cada uno de ustedes, y confortándolos y dándoles testimonio, a fin de que siguieran andando de una manera digna de Dios”. (1 Tesalonicenses 2:11, 12.) Su excelente ejemplo también le permitió instar a sus compañeros cristianos a que ‘hablaran confortadoramente a las almas abatidas’. (1 Tesalonicenses 5:14.) Imaginémonos todo el bien que podemos lograr si utilizamos la lengua para consolar, animar y edificar a nuestros semejantes. En efecto: “una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!”. (Proverbios 15:23.) Además, este tipo de habla promueve y preserva la unidad del pueblo de Jehová.

      Seamos perdonadores

      13. ¿Por qué tenemos que ser perdonadores?

      13 A fin de mantener la unidad cristiana, es esencial perdonar al ofensor que se disculpa. ¿Y cuántas veces hemos de perdonar? Jesús dijo a Pedro: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces”. (Mateo 18:22.) Negar el perdón va en detrimento de nuestros propios intereses. ¿Por qué? Porque la animadversión o el rencor nos privan de paz interior. Y si adquirimos fama de crueles e implacables, nos tornaremos odiosos a los demás. (Proverbios 11:17.) El rencor desagrada a Dios, y podría inducirnos a cometer un pecado grave. (Levítico 19:18.) Recordemos que Juan el Bautizante fue decapitado por maquinación de la inicua Herodías, quien “le abrigaba rencor”. (Marcos 6:19-28.)

      14. a) ¿Qué nos enseña Mateo 6:14, 15 sobre el perdón? b) ¿Debemos esperar siempre que se nos dé una disculpa antes de perdonar a alguien?

      14 La oración modelo de Jesús incluye estas palabras: “Perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe”. (Lucas 11:4.) Si no perdonamos, corremos el riesgo de que un día Jehová Dios ya no nos perdone nuestros pecados, pues Jesús dijo: “Si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes”. (Mateo 6:14, 15.) De modo que si en verdad queremos contribuir a que se mantenga la unidad de la familia de adoradores de Jehová, debemos perdonar, lo que en ocasiones significa olvidar una ofensa cometida por imprudencia y sin malicia. Pablo aconsejó: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes”. (Colosenses 3:13.) Si perdonamos, contribuiremos a salvaguardar la preciosa unidad de la organización de Jehová.

      La unidad y las decisiones personales

      15. ¿Qué ayuda a los siervos de Jehová a mantener la unidad al tomar decisiones personales?

      15 Dios nos dotó de libre albedrío, lo que conlleva el privilegio y la responsabilidad de tomar decisiones personales. (Deuteronomio 30:19, 20; Gálatas 6:5.) Aun así, mantenemos la unidad porque observamos las leyes y principios bíblicos y los tenemos en cuenta al tomar tales decisiones. (Hechos 5:29; 1 Juan 5:3.) Por ejemplo, si surge una pregunta relacionada con la neutralidad, decidiremos con conocimiento de causa recordando que ‘no somos parte del mundo’ y que hemos ‘batido nuestras espadas en rejas de arado’. (Juan 17:16; Isaías 2:2-4.) Así mismo, si nos toca tomar una decisión concerniente a nuestra relación con el Estado, examinaremos lo que la Biblia dice sobre pagar “a Dios las cosas de Dios”, a la vez que nos someteremos a “las autoridades superiores” en asuntos seculares. (Lucas 20:25; Romanos 13:1-7; Tito 3:1, 2.) Sí, el tener en cuenta las leyes y principios bíblicos a la hora de tomar decisiones personales preserva la unidad cristiana.

      16. ¿Cómo contribuiremos a la unidad al tomar decisiones sobre asuntos que las Escrituras no catalogan ni como correctos ni como incorrectos? Ilústrelo.

      16 Es posible mantener la unidad cristiana aun al tomar decisiones enteramente personales sobre asuntos que las Escrituras no catalogan ni como correctos ni como incorrectos. ¿De qué manera? Mostrando consideración amorosa a aquellos a quienes pudiera afectar nuestra decisión. Ilustrémoslo: En la congregación de la antigua Corinto se planteó una pregunta sobre la carne sacrificada a los ídolos. Por supuesto, el cristiano no participaría en una ceremonia idolátrica; pero no pecaba si comía parte de esta carne debidamente desangrada que se vendía en el mercado público. (Hechos 15:28, 29; 1 Corintios 10:25.) No obstante, ya que comer esa carne perturbaba la conciencia de algunos cristianos, Pablo instó a los demás a no dar ocasión de tropiezo. De hecho, escribió: “Si el alimento hace tropezar a mi hermano, no volveré a comer carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano”. (1 Corintios 8:13.) Así pues, aun no habiendo una ley o principio bíblico implicado en el asunto, ¡qué amoroso es mostrar consideración a los demás al tomar decisiones personales que pueden afectar la unidad de la familia de Dios!

      17. ¿Qué es aconsejable hacer al tomar decisiones personales?

      17 Si no estamos seguros de qué hacer, es aconsejable tomar una decisión que nos deje con la conciencia limpia, y los demás deben respetar dicha decisión. (Romanos 14:10-12.) Naturalmente, a la hora de decidir es esencial procurar en oración la guía de Jehová. Como el salmista, podemos orar con confianza: “Inclina a mí tu oído. [...] Porque tú eres mi peñasco y mi fortaleza; y por causa de tu nombre me guiarás y me conducirás”. (Salmo 31:2, 3.)

      Conservemos siempre la unidad cristiana

      18. ¿Cómo ilustró Pablo la unidad de la congregación cristiana?

      18 En el 1 Cor. capítulo 12 de la primera carta a los Corintios, Pablo se valió del cuerpo humano para ilustrar la unidad de la congregación cristiana, resaltando la interdependencia y la importancia de cada miembro. “Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? —preguntó Pablo—. Pero ahora son muchos miembros, aunque un solo cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: ‘No tengo necesidad de ti’; o, de nuevo, la cabeza no puede decir a los pies: ‘No tengo necesidad de ustedes’.” (1 Corintios 12:19-21.) Así mismo, aunque no todos los componentes de la familia de adoradores de Jehová ejecutamos la misma función, estamos unidos y nos necesitamos unos a otros.

      19. ¿Cómo nos beneficiaremos de las provisiones espirituales de Dios, y qué dijo un hermano de edad al respecto?

      19 Como el cuerpo requiere alimento, cuidado y dirección, así nosotros necesitamos las provisiones espirituales que Dios nos da mediante su Palabra, su espíritu y su organización. Para beneficiarnos de ellas, tenemos que formar parte de la familia terrestre de Jehová. Un hermano que lleva muchos años sirviendo a Dios escribió: “Agradezco tanto haber vivido según el conocimiento de los propósitos de Jehová desde aquellos días anteriores a 1914, cuando no todo estaba tan claro, [...] hasta el día de hoy, cuando la verdad brilla como el sol de mediodía. Si ha habido algo verdaderamente importante para mí, ha sido mantenerme cerca de la organización visible de Jehová. Desde el mismo principio aprendí lo insensato que es confiar en el razonamiento humano. Una vez que mi mente así lo comprendió, me resolví a permanecer al lado de la organización fiel. ¿De qué otra manera puede obtenerse el favor y la bendición de Jehová?”.

      20. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer en cuanto a nuestra unidad como siervos de Jehová?

      20 Jehová ha librado a su pueblo de la oscuridad y la desunión que imperan en este mundo. (1 Pedro 2:9.) Nos ha reunido en bendita unidad con él y con nuestros hermanos en la fe, unidad que existirá en el nuevo sistema de cosas, tan cercano ya. Por lo tanto, en estos críticos últimos días, sigamos ‘vistiéndonos de amor’ y hagamos cuanto sea posible para promover y conservar nuestra invaluable unidad. (Colosenses 3:14.)

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