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Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de DiosLa Atalaya 1995 | 15 de noviembre
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Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de Dios
“Estas seis ciudades servirán de refugio, para que huya allá cualquiera que, sin intención, hiera mortalmente a un alma.” (NÚMEROS 35:15.)
1. ¿Cómo ve Dios la vida y la culpabilidad por derramamiento de sangre?
JEHOVÁ Dios considera que la vida humana es sagrada. Y la vida está en la sangre. (Levítico 17:11, 14.) Por eso Caín, el primer ser humano que nació en la Tierra, fue culpable de derramamiento de sangre cuando asesinó a su hermano Abel. Por consiguiente, Dios le dijo: “La sangre de tu hermano está clamando a mí desde el suelo”. La sangre que manchó el suelo donde se cometió el asesinato daba testimonio silencioso, pero elocuente, de la vida que había sido arrebatada brutalmente. La sangre de Abel clamaba a Dios por venganza. (Génesis 4:4-11.)
2. ¿Cómo se destacó el respeto de Jehová a la vida después del Diluvio?
2 El respeto de Dios a la vida humana se destacó cuando Noé, hombre justo, y su familia salieron del arca como sobrevivientes del diluvio universal. En ese entonces, Jehová añadió la carne animal a la dieta del hombre, pero no la sangre. También decretó: “Su sangre de sus almas la reclamaré. De la mano de toda criatura viviente la reclamaré; y de la mano del hombre, de la mano de cada uno que es su hermano, reclamaré el alma del hombre. Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo él al hombre”. (Génesis 9:5, 6.) Jehová concedió al familiar más cercano de la víctima el derecho de dar muerte al homicida cuando lo encontrara. (Números 35:19.)
3. ¿Cómo recalcaba la Ley mosaica la santidad de la vida?
3 La santidad de la vida se recalcó vez tras vez en la Ley que recibió Israel mediante el profeta Moisés. Por ejemplo, Dios mandó: “No debes asesinar”. (Éxodo 20:13.) El respeto a la vida también estaba implícito en lo que decía la Ley mosaica sobre una muerte que implicara a una mujer encinta. La Ley estipulaba que si ella o la criatura no nacida sufrían un accidente mortal a consecuencia de una lucha entre dos hombres, los jueces debían sopesar las circunstancias y el grado de premeditación, y el castigo podía ser “alma por alma”, es decir, vida por vida. (Éxodo 21:22-25.) Ahora bien, ¿podía un asesino israelita evitar de alguna manera las consecuencias de su acto violento?
¿Asilo de asesinos?
4. ¿Qué lugares de asilo había fuera de Israel en el pasado?
4 En algunas naciones contemporáneas de Israel se daba asilo a los asesinos y a otros delincuentes. Por ejemplo, podía encontrarse asilo en el templo de la diosa Ártemis de la antigua Éfeso. Respecto a estos lugares, se dice: “Algunos santuarios eran semilleros de delincuentes; y muchas veces era necesario limitar la cantidad de asilos. La ley reconocía únicamente algunos santuarios de Atenas como lugares de refugio, por ejemplo, el templo de Teseo para los esclavos. En los días de Tiberio las congregaciones de forajidos en los santuarios llegaron a ser tan peligrosas que solo se concedía asilo en unas cuantas ciudades (en el año 22)”. (The Jewish Encyclopedia, 1909, volumen II, página 256.) Posteriormente, las iglesias de la cristiandad se convirtieron en asilos, lo cual tendía a transferir el poder civil al eclesiástico y resultaba contraproducente para la debida administración de la justicia. Los abusos llevaron finalmente a la eliminación de estas concesiones de asilo.
5. ¿Cómo sabemos que la Ley no aceptaba la negligencia como una razón para mostrar misericordia cuando se causaba la muerte de alguien?
5 Los asesinos voluntarios no recibían asilo en Israel. Ni siquiera el sacerdote levita que servía en el altar de Dios se libraba de la ejecución si cometía un asesinato con astucia. (Éxodo 21:12-14.) Además, la Ley no aceptaba la negligencia como una razón para mostrar misericordia cuando se causaba la muerte de alguien. Por ejemplo, el dueño de una casa nueva tenía que construir un pretil para su techo llano. Si no lo hacía y alguien se caía del techo y moría, la casa era culpable de sangre. (Deuteronomio 22:8.) O, si un toro tenía la costumbre de acornear, y se advertía al dueño, pero este no lo ponía bajo guardia, y el animal mataba a alguien, el dueño era culpable de sangre y podía ser ejecutado. (Éxodo 21:28-32.) Dios también consideraba culpable de sangre a cualquiera que hiriera mortalmente a un ladrón durante el día cuando se podía ver e identificar al intruso, lo cual demuestra su gran respeto por la vida. (Éxodo 22:2, 3.) Es obvio, pues, que las normas perfectamente equilibradas de Dios no permitían que los asesinos voluntarios se libraran de la pena capital.
6. ¿Cómo se cumplía en el antiguo Israel la ley de ‘vida por vida’?
6 Si se cometía un asesinato en el antiguo Israel, era necesario vengar la sangre de la víctima. La ley de ‘vida por vida’ se cumplía cuando “el vengador de la sangre” daba muerte al asesino. (Números 35:19.) El vengador era el familiar varón más cercano de la víctima. Pero ¿qué puede decirse de los homicidas involuntarios?
La provisión misericordiosa de Jehová
7. ¿Qué provisión hizo Jehová para los homicidas involuntarios?
7 Dios suministró amorosamente ciudades de refugio para quienes mataran a alguien por accidente o sin intención. A Moisés se le dijo respecto a estas ciudades: “Habla a los hijos de Israel, y tienes que decirles: ‘Van a cruzar el Jordán a la tierra de Canaán. Y tienen que escoger ciudades que les sean convenientes a ustedes. Como ciudades de refugio les servirán, y allí tiene que huir el homicida que, sin intención, hiera mortalmente a un alma. Y las ciudades tienen que servirles a ustedes como refugio del vengador de la sangre, para que no muera el homicida hasta que esté de pie delante de la asamblea para juicio. Y las ciudades que darán, las seis ciudades de refugio, estarán a disposición de ustedes. Tres ciudades darán de este lado del Jordán, y tres ciudades darán en la tierra de Canaán. Como ciudades de refugio servirán [...] para que huya allá cualquiera que, sin intención, hiera mortalmente a un alma’”. (Números 35:9-15.)
8. ¿Dónde estaban ubicadas las ciudades de refugio, y qué ayudaba a los homicidas involuntarios a encontrarlas?
8 Cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida, obedecieron a Dios y establecieron seis ciudades de refugio. Tres de ellas, Quedes, Siquem y Hebrón, estaban al oeste del río Jordán. Al este del Jordán se hallaban las ciudades de refugio de Golán, Ramot y Bézer. Estas seis ciudades estaban convenientemente ubicadas cerca de caminos que se mantenían en buenas condiciones. En algunos puntos de estos caminos había letreros con la palabra “refugio”. Los letreros indicaban en qué dirección se encontraba la ciudad de refugio, y el homicida involuntario corría a la más cercana para salvarse. Allí encontraba protección del vengador de la sangre. (Josué 20:2-9.)
9. ¿Por qué suministró Jehová las ciudades de refugio, y a quiénes beneficiaban?
9 ¿Por qué suministró Dios ciudades de refugio? Para que la tierra no se contaminara con sangre inocente y para que el pueblo no se hiciera culpable de derramamiento de sangre. (Deuteronomio 19:10.) ¿Quiénes se beneficiaban de las ciudades de refugio? La Ley declaraba: “Para los hijos de Israel y para el residente forastero y para el poblador en medio de ellos estas seis ciudades servirán de refugio, para que huya allá cualquiera que, sin intención, hiera mortalmente a un alma”. (Números 35:15.) Por eso, para ser imparcial y para que se hiciera justicia templada con misericordia, Jehová dijo a los israelitas que establecieran ciudades de refugio para los homicidas involuntarios que fueran 1) israelitas naturales, 2) residentes forasteros de Israel o 3) pobladores extranjeros que moraran en medio de ellos.
10. ¿Por qué eran las ciudades de refugio una provisión misericordiosa de Dios?
10 Cabe destacar que, aunque el homicida fuera involuntario, tenía que ser ejecutado, según el decreto divino: “Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre”. De modo que fue una provisión misericordiosa de Jehová Dios el que el homicida involuntario pudiera huir a una de las ciudades de refugio. Al parecer, la mayoría de las personas se compadecían del homicida que huía del vengador de la sangre, pues sabían que ellas también podían cometer una ofensa similar, sin intención, y necesitar refugio y misericordia.
Huir en busca de refugio
11. ¿Qué podía hacer la persona en el antiguo Israel si mataba accidentalmente a un compañero de trabajo?
11 La siguiente ilustración puede profundizar nuestro aprecio por la provisión misericordiosa de Dios de las ciudades de refugio. Imagínese que usted está cortando leña en el antiguo Israel. Suponga que la cabeza del hacha se desprende de repente y mata a un compañero de trabajo. ¿Qué haría? La Ley contemplaba esos casos en particular. Usted seguramente se aprovecharía de esta provisión divina: “Este es el caso del homicida que podrá huir [a la ciudad de refugio] y tendrá que vivir: Cuando hiera a su semejante sin saberlo y no le tuviera odio anteriormente; o cuando vaya con su semejante al bosque a recoger leña, y haya levantado la mano para dar un golpe con el hacha y cortar el árbol, y el hierro se haya salido del mango de madera, y le haya dado a su semejante y este haya muerto, él mismo debe huir a una de estas ciudades y tendrá que vivir”. (Deuteronomio 19:4, 5.) Sin embargo, aunque usted llegara a la ciudad de refugio, no estaría libre de toda responsabilidad por lo ocurrido.
12. ¿Qué procedimiento se seguía cuando el homicida involuntario llegaba a la ciudad de refugio?
12 Aunque se le recibiera hospitalariamente, usted tendría que presentar su caso a los ancianos en la puerta de la ciudad de refugio. Después de entrar en la ciudad, lo enviarían a las puertas de la ciudad bajo cuya jurisdicción hubiera ocurrido la muerte, para que lo juzgaran los ancianos que representaban a la congregación de Israel. Allí tendría la oportunidad de probar su inocencia.
El juicio de los homicidas
13, 14. ¿Qué asuntos debían establecer los ancianos durante el juicio de un homicida?
13 Durante el juicio celebrado en la puerta de la ciudad que tenía jurisdicción sobre el caso, usted sin duda agradecería la gran importancia concedida por los ancianos a su conducta anterior. Ellos sopesarían cuidadosamente su relación con la víctima. ¿Odiaba al hombre y lo acechó en espera del mejor momento para matarlo deliberadamente? En ese caso, los ancianos tendrían que entregarlo al vengador de la sangre, y usted moriría. Estos hombres responsables tendrían en cuenta el requisito de la Ley de “eliminar de Israel la culpa por sangre inocente”. (Deuteronomio 19:11-13.) De igual manera, los ancianos cristianos de hoy, que atienden asuntos judiciales, deben conocer bien las Escrituras, obrar en conformidad con ellas y tomar en consideración la actitud y conducta anteriores del pecador.
14 Mediante una indagación bondadosa, los ancianos de la ciudad tratarían de averiguar si usted acechó a la víctima. (Éxodo 21:12, 13.) ¿La atacó desde un escondite? (Deuteronomio 27:24.) ¿Estaba tan acalorado con la persona que recurrió a un ardid para matarla? En ese caso, usted merecería morir. (Éxodo 21:14.) Los ancianos tendrían que saber especialmente si había enemistad u odio entre usted y la víctima. (Deuteronomio 19:4, 6, 7; Josué 20:5.) Supongamos que los ancianos lo declararan inocente y lo devolvieran a la ciudad de refugio. ¡Cuánto agradecería esa misericordia!
La vida en la ciudad de refugio
15. ¿Qué restricciones se imponían al homicida involuntario?
15 El homicida involuntario tenía que permanecer en la ciudad de refugio o a una distancia de 1.000 codos (unos 400 metros) de las murallas. (Números 35:2-4.) Si traspasaba esos límites, podía encontrarse con el vengador de la sangre. En esas circunstancias, el vengador tenía el derecho de ejecutar al homicida con impunidad. Pero el homicida no estaba atado ni encarcelado. Como residente de la ciudad de refugio, tenía que aprender un oficio, trabajar y ser un miembro útil de la comunidad.
16. a) ¿Cuánto tiempo tenía que permanecer en la ciudad de refugio el homicida involuntario? b) ¿Por qué podía salir de la ciudad de refugio el homicida al morir el sumo sacerdote?
16 ¿Cuánto tiempo tenía que permanecer en la ciudad de refugio el homicida involuntario? Posiblemente por el resto de su vida. De todas formas, la Ley estipulaba: “Él debería morar en su ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote, y después de la muerte del sumo sacerdote el homicida puede volver a la tierra de su posesión”. (Números 35:26-28.) ¿Por qué podía salir de la ciudad de refugio el homicida involuntario cuando muriera el sumo sacerdote? Pues bien, el sumo sacerdote era una de las personas más destacadas de la nación. Por lo tanto, su muerte sería un suceso tan notable que se comunicaría por todas las tribus de Israel. Todos los que habían huido a las ciudades de refugio podrían entonces regresar a su hogar sin preocuparse de caer en las manos de los vengadores de la sangre. ¿Por qué? Porque la Ley de Dios decretaba que la oportunidad de matar al homicida caducaba al morir el sumo sacerdote, y todo el mundo lo sabía. Si el familiar se vengaba de la muerte después de que esto sucediera, se convertía en asesino y se le castigaba como tal.
Efectos duraderos
17. ¿Cuáles eran los posibles efectos de las restricciones que se imponían al homicida involuntario?
17 ¿Cuáles eran los posibles efectos de las restricciones que se imponían al homicida involuntario? Le recordaban que había causado la muerte de alguien. Y lo más probable es que considerara sagrada la vida humana el resto de su vida. Además, difícilmente olvidaría la misericordia que se le mostró. Como fue tratado con misericordia, muy posiblemente sería también misericordioso con otras personas. La provisión de las ciudades de refugio y sus restricciones también beneficiaba al pueblo en general. ¿En qué sentido? Tiene que haber grabado profundamente en ellos el hecho de que no debían ser negligentes ni indiferentes respecto a la vida humana. Por eso los cristianos debemos recordar la importancia de no incurrir en una actuación negligente que pudiera provocar una muerte accidental. La provisión misericordiosa de Dios de las ciudades de refugio también debe impulsarnos a ser misericordiosos cuando sea apropiado. (Santiago 2:13.)
18. ¿Por qué era provechosa la provisión divina de las ciudades de refugio?
18 La provisión de Jehová Dios de las ciudades de refugio era provechosa también de otras maneras. El pueblo no formaba patrullas de vigilancia para buscar al homicida presuponiendo antes del juicio que era culpable. Al contrario, lo consideraba inocente de asesinato deliberado e incluso le ayudaba a llegar al lugar de seguridad. Además, la provisión de las ciudades de refugio era el polo opuesto del procedimiento moderno de internar a los asesinos en cárceles, donde son mantenidos por el resto de la población y donde muchas veces se convierten en peores criminales debido a su compañerismo estrecho con otros malhechores. El sistema de las ciudades de refugio hacía innecesario construir, mantener y vigilar costosas prisiones amuralladas y con rejas de las que los presos tan a menudo procuran escapar. De hecho, el homicida buscaba la “prisión” y permanecía allí por un tiempo determinado. También tenía que trabajar, contribuyendo de este modo al beneficio de la comunidad.
19. ¿Qué preguntas se plantean respecto a las ciudades de refugio?
19 La provisión de Jehová de las ciudades de refugio era verdaderamente misericordiosa, pues protegía a los homicidas involuntarios. Promovía, sin duda, el respeto por la vida. Ahora bien, ¿tienen algún significado las antiguas ciudades de refugio para las personas del siglo XX? ¿Podríamos ser culpables de derramamiento de sangre a los ojos de Jehová Dios y no darnos cuenta de que necesitamos su misericordia? ¿Tienen alguna importancia para nosotros las ciudades de refugio del antiguo Israel?
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Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de DiosLa Atalaya 1995 | 15 de noviembre
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[Mapa en la página 12]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Las ciudades de refugio de Israel estaban ubicadas en lugares convenientes
QUEDES
GOLÁN
RAMOT
SIQUEM
BÉZER
HEBRÓN
Río Jordán
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¡Permanezca en la “ciudad de refugio” y viva!La Atalaya 1995 | 15 de noviembre
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¡Permanezca en la “ciudad de refugio” y viva!
“Él debería morar en su ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote.” (NÚMEROS 35:28.)
1. ¿Quién es el Vengador de la sangre, y qué medidas tomará dentro de poco?
JESUCRISTO, el Vengador de la sangre nombrado por Jehová, está a punto de atacar. Dentro de poco, este Vengador y sus fuerzas angélicas tomarán medidas contra todos los que no se arrepienten de su culpabilidad por derramamiento de sangre. Jesús será el Ejecutor nombrado por Dios durante la “gran tribulación” que se acerca con rapidez. (Mateo 24:21, 22; Isaías 26:21.) La humanidad tendrá que encararse entonces a las consecuencias de su culpa de sangre.
2. ¿Cuál es el único lugar de refugio verdadero, y qué preguntas tenemos que contestar?
2 Para encontrar seguridad hay que ponerse en el camino que conduce a la ciudad de refugio antitípica y correr para salvarse. A quien se permitía entrar en la ciudad tenía que permanecer allí, pues era el único verdadero lugar de refugio. Pero puede que usted se pregunte: ‘Dado que la mayoría de nosotros nunca hemos matado a nadie, ¿somos realmente culpables de derramamiento de sangre? ¿Por qué es Jesús el Vengador de la sangre? ¿Qué es la ciudad de refugio de la actualidad? ¿Se podrá salir de ella algún día sin peligro?’.
¿Somos realmente culpables de derramamiento de sangre?
3. ¿Qué aspecto de la Ley de Moisés nos ayudará a comprender que los miles de millones de habitantes de la Tierra comparten culpabilidad por derramamiento de sangre?
3 Un aspecto de la Ley de Moisés nos ayudará a comprender que los miles de millones de habitantes de la Tierra comparten culpabilidad por derramamiento de sangre. Dios impuso a los israelitas una responsabilidad conjunta por derramamiento de sangre. Si alguien encontraba a una persona muerta y se desconocía la identidad del asesino, los jueces tenían que medir la distancia a las ciudades vecinas para determinar cuál era la más cercana. Para descargarse de la culpabilidad, los ancianos de esa ciudad presuntamente culpable de sangre tenían que tomar una ternera con la que no se hubiera trabajado y quebrarle la cerviz en un valle torrencial sin cultivar. Lo hacían frente a los sacerdotes levitas ‘porque Jehová los había escogido para ponerle fin a los litigios sobre actos violentos’. Los ancianos de la ciudad se lavaban las manos sobre la ternera, y decían: “Nuestras manos no derramaron esta sangre, ni la vieron derramar nuestros ojos. No lo cargues en la cuenta de tu pueblo Israel, a quien redimiste, oh Jehová, y no pongas la culpa por sangre inocente en medio de tu pueblo Israel”. (Deuteronomio 21:1-9.) Jehová Dios no quería que la tierra de Israel se contaminara con sangre ni que su pueblo, colectivamente, fuera culpable de derramarla.
4. ¿Qué historial de culpa por derramamiento de sangre tiene Babilonia la Grande?
4 En efecto, existe la culpabilidad colectiva o de comunidad por derramamiento de sangre. Piense en la tremenda culpa de sangre que pesa sobre Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. ¡Está borracha incluso con la sangre de los siervos de Jehová! (Revelación [Apocalipsis] 17:5, 6; 18:24.) Las religiones de la cristiandad afirman seguir al Príncipe de Paz, pero las guerras, las inquisiciones y las sanguinarias Cruzadas la han hecho culpable de sangre ante Dios. (Isaías 9:6; Jeremías 2:34.) La cristiandad tiene que asumir la mayor parte de la culpa por la muerte de millones de personas durante las dos guerras mundiales de este siglo. De modo que tanto los adeptos de la religión falsa como quienes han apoyado las guerras y participado en ellas son culpables de sangre ante Dios.
5. ¿En qué sentido han sido algunas personas como el homicida involuntario de Israel?
5 Algunas personas han causado la muerte de otros seres humanos voluntariamente o por negligencia. Otras han participado en matanzas colectivas, tal vez debido a que sus líderes religiosos las convencieron de que era la voluntad divina. Otras han perseguido y matado a los siervos de Dios. Ahora bien, aunque no hayamos hecho ninguna de estas cosas, compartimos responsabilidad de comunidad por la pérdida de vidas humanas debido a que no conocíamos la ley ni la voluntad de Dios. Somos como el homicida involuntario que ‘mató a su semejante sin saberlo y que no le tenía odio anteriormente’. (Deuteronomio 19:4.) Las personas que se hallan en estas condiciones deben implorar a Dios que las perdone y deben correr hacia la ciudad de refugio antitípica. De no ser así, tendrán un encuentro mortal con el Vengador de la sangre.
Las funciones importantes de Jesús
6. ¿Por qué puede decirse que Jesús es el familiar más cercano de la humanidad?
6 En Israel, el vengador de la sangre era el familiar más cercano de la víctima. Para vengarse de las personas a quienes se ha dado muerte en la Tierra y especialmente de los siervos de Jehová que han sido ejecutados, el Vengador de la sangre de nuestros días tiene que ser un familiar de toda la humanidad. Jesucristo satisface ese requisito. Nació como hombre perfecto. Entregó su vida sin pecado como un sacrificio redentor, y cuando fue resucitado al cielo presentó el valor de ese sacrificio a Dios en favor de los descendientes moribundos del pecador Adán. De esta manera, Cristo se convirtió en el Redentor de la humanidad, nuestro familiar más cercano, el que tiene el derecho de ser el Vengador de la sangre. (Romanos 5:12; 6:23; Hebreos 10:12.) Se dice que Jesús es hermano de sus seguidores ungidos. (Mateo 25:40, 45; Hebreos 2:11-17.) En calidad de Rey celestial llega a ser el “Padre Eterno” de sus súbditos terrestres, que se beneficiarán de su sacrificio y vivirán para siempre. (Isaías 9:6, 7.) Por eso es muy apropiado que Jehová haya nombrado a este Familiar de la humanidad como el Vengador de la sangre.
7. ¿Qué hace Jesús por los seres humanos en calidad de gran Sumo Sacerdote?
7 Jesús también es un Sumo Sacerdote sin pecado, probado y comprensivo. (Hebreos 4:15.) Como tal, aplica el mérito de su sacrificio expiatorio en favor de la humanidad. Las ciudades de refugio se establecieron “para los hijos de Israel y para el residente forastero y para el poblador en medio de ellos”. (Números 35:15.) De modo que el gran Sumo Sacerdote aplicó primeramente el mérito de su sacrificio a sus seguidores ungidos, “los hijos de Israel”. En la actualidad lo aplica a los ‘residentes forasteros’ y ‘pobladores’ de la ciudad de refugio antitípica. Estas “otras ovejas” del Señor Jesucristo tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. (Juan 10:16; Salmo 37:29, 34.)
La ciudad de refugio de la actualidad
8. ¿Qué es la ciudad de refugio antitípica?
8 ¿Qué es la ciudad de refugio antitípica? No es un lugar geográfico como Hebrón, una de las seis ciudades de refugio levíticas y hogar del sumo sacerdote de Israel. La ciudad de refugio de la actualidad es la provisión que Dios hace para protegernos de la muerte por desobedecer su mandamiento respecto a la santidad de la sangre. (Génesis 9:6.) Prescindiendo de que el violador de ese mandato lo haya hecho voluntaria o involuntariamente, tiene que buscar el perdón de Dios y la cancelación de su pecado mediante la fe en la sangre del Sumo Sacerdote, Jesucristo. Los cristianos ungidos que abrigan la esperanza celestial, y la “gran muchedumbre” que tiene la perspectiva de vivir en la Tierra, han aprovechado los beneficios del sacrificio expiatorio de Jesús y están en la ciudad de refugio antitípica. (Revelación 7:9, 14; 1 Juan 1:7; 2:1, 2.)
9. ¿Cómo desobedeció Saulo de Tarso el mandamiento divino respecto a la sangre, pero cómo demostró un cambio de actitud?
9 Antes de ser cristiano, el apóstol Pablo desobedeció el mandamiento respecto a la sangre. Cuando se le conocía como Saulo de Tarso, persiguió a los seguidores de Jesús e incluso estuvo de acuerdo en que se les matara. “No obstante —dijo Pablo—, se me mostró misericordia, porque era ignorante y obré con falta de fe.” (1 Timoteo 1:13; Hechos 9:1-19.) Saulo se arrepintió, y posteriormente lo demostró mediante muchas obras de fe. Pero se requiere más que fe en el rescate para entrar en la ciudad de refugio antitípica.
10. ¿Cómo podemos obtener una buena conciencia, y qué tenemos que hacer para mantenerla?
10 El homicida involuntario podía permanecer en una de las ciudades de refugio únicamente si probaba que tenía una buena conciencia para con Dios tocante al derramamiento de sangre. Para obtener una buena conciencia tenemos que ejercer fe en el sacrificio de Jesús, arrepentirnos de nuestros pecados y cambiar nuestro proceder. Hay que solicitarla al dedicarnos en oración a Dios mediante Cristo, y simbolizarlo por bautismo en agua. (1 Pedro 3:20, 21.) Esta buena conciencia nos permite entrar en una relación limpia con Jehová. La única manera de mantener una buena conciencia es cumpliendo con los requisitos divinos y efectuando la obra que se nos ha asignado en la ciudad de refugio antitípica, tal como los que huían a las antiguas ciudades de refugio tenían que obedecer la Ley y cumplir con sus asignaciones de trabajo. La obra principal que realiza el pueblo de Jehová hoy en día es declarar el mensaje del Reino. (Mateo 24:14; 28:19, 20.) Efectuar esta obra contribuye a que seamos residentes útiles de la ciudad de refugio moderna.
11. ¿Qué debemos evitar para permanecer seguros en la ciudad de refugio de hoy?
11 Salir de la ciudad de refugio de la actualidad significa exponernos a la destrucción, pues el Vengador de la sangre pronto tomará medidas contra todos los culpables de derramamiento de sangre. No es el tiempo de estar fuera de la ciudad protectora o en una zona peligrosa cerca de la orilla de sus dehesas. Si perdemos la fe en el sacrificio expiatorio del Sumo Sacerdote, terminaremos fuera de la ciudad de refugio antitípica. (Hebreos 2:1; 6:4-6.) Tampoco estaremos seguros si adoptamos los caminos del mundo, nos colocamos en los bordes de la organización de Jehová o nos apartamos de las normas justas de nuestro Padre celestial. (1 Corintios 4:4.)
Libertados de la ciudad de refugio
12. ¿Hasta cuándo deben permanecer en la ciudad de refugio antitípica los que anteriormente eran culpables de derramamiento de sangre?
12 El homicida involuntario de Israel tenía que permanecer en una ciudad de refugio “hasta la muerte del sumo sacerdote”. (Números 35:28.) Por lo tanto, ¿hasta cuándo deben permanecer en la ciudad de refugio antitípica los que anteriormente eran culpables de derramamiento de sangre? Hasta que ya no necesiten los servicios del Sumo Sacerdote, Jesucristo. “Él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él”, dijo Pablo. (Hebreos 7:25.) Mientras exista la mancha del pecado y de la anterior culpabilidad por derramamiento de sangre, se necesitan los servicios del Sumo Sacerdote para que los humanos imperfectos puedan tener el favor de Dios.
13. ¿Quiénes son “los hijos de Israel” hoy en día, y hasta cuándo tienen que permanecer en la “ciudad de refugio”?
13 Recordemos que las antiguas ciudades de refugio se establecieron para “los hijos de Israel”, los residentes forasteros y los pobladores. “Los hijos de Israel” son los israelitas espirituales. (Gálatas 6:16.) Estos tienen que permanecer en la ciudad de refugio antitípica mientras vivan en la Tierra. ¿Por qué? Porque todavía están en la carne imperfecta y, por lo tanto, necesitan el mérito expiatorio de su Sumo Sacerdote celestial. Pero cuando estos cristianos ungidos mueren y resucitan a la vida espiritual en el cielo, ya no necesitan los servicios expiatorios del Sumo Sacerdote; habrán dejado para siempre la carne y la culpabilidad por derramamiento de sangre que esta conlleva. En lo que respecta a estos ungidos resucitados, el Sumo Sacerdote habrá muerto para ellos en el sentido de que ya no necesitarán su función expiatoria y protectora.
14. ¿Qué requiere asimismo que los que abrigan la esperanza celestial permanezcan en la ciudad de refugio de hoy?
14 El mismo hecho de poseer la naturaleza humana requiere que los que serán “coherederos con Cristo” en el cielo permanezcan en la ciudad de refugio antitípica hasta que terminen fielmente su vida terrestre en la muerte. Cuando mueran, sacrificarán para siempre su naturaleza humana. (Romanos 8:17; Revelación 2:10.) El sacrificio de Jesús es aplicable únicamente a los que poseen la naturaleza humana. Así pues, el Sumo Sacerdote muere para los del Israel espiritual cuando se les resucita como criaturas espirituales que vivirán para siempre en el cielo como “partícipes de la naturaleza divina”. (2 Pedro 1:4.)
15. ¿Quiénes son los ‘residentes forasteros’ y los ‘pobladores’ de la actualidad, y qué hará el gran Sumo Sacerdote en favor de ellos?
15 ¿Cuándo ‘morirá’ el Sumo Sacerdote para los ‘residentes forasteros’ y los ‘pobladores’ de la actualidad, permitiéndoles así salir de la ciudad de refugio antitípica? Estos miembros de la gran muchedumbre no pueden salir de esta ciudad de refugio inmediatamente después de la gran tribulación. ¿Por qué no? Porque estarán todavía en la carne imperfecta, pecaminosa, y tendrán que permanecer bajo la protección del Sumo Sacerdote. Al aprovechar sus servicios expiatorios durante su reinado y sacerdocio de mil años, alcanzarán la perfección humana. Entonces Jesús los entregará a Dios para una prueba final y eternamente decisiva de su integridad cuando se suelte a Satanás y sus demonios por un corto período. Al pasar esta prueba con la aprobación divina, Jehová los declarará justos. De este modo alcanzarán la plenitud de la perfección humana. (1 Corintios 15:28; Revelación 20:7-10.)a
16. ¿Cuándo dejarán de necesitar los servicios expiatorios del Sumo Sacerdote los sobrevivientes de la gran tribulación?
16 Por tanto, los sobrevivientes de la gran tribulación tendrán que mantener una buena conciencia, lo cual lograrán permaneciendo en la ciudad de refugio antitípica hasta el fin del Reinado de Mil Años de Cristo. Como humanos perfeccionados, ya no necesitarán los servicios expiatorios del Sumo Sacerdote ni su protección. Jesús entonces morirá para ellos como Sumo Sacerdote, pues ya no tendrá que obrar en favor de ellos con la sangre limpiadora de su sacrificio. En ese tiempo saldrán de la ciudad de refugio antitípica.
17. ¿Por qué no tendrán que entrar en la ciudad de refugio antitípica y permanecer allí los que resuciten durante el Reinado de Mil Años de Cristo?
17 ¿Tienen que entrar en la ciudad de refugio antitípica y permanecer allí hasta que muera el sumo sacerdote los que resuciten durante el Reinado de Mil Años de Jesús? No, porque estos han pagado la pena de sus pecados con su muerte. (Romanos 6:7; Hebreos 9:27.) No obstante, el Sumo Sacerdote les ayudará a alcanzar la perfección. Si pasan la prueba final después del Milenio, Dios también los declarará justos con la garantía de vivir eternamente en la Tierra. Naturalmente, el no cumplir con los requisitos divinos resultará en juicio condenatorio y destrucción para los seres humanos que no pasen la prueba final de integridad.
18. ¿Qué permanecerá eternamente con la humanidad en lo que concierne al reinado y sacerdocio de Jesús?
18 Tarde o temprano los sumos sacerdotes de Israel morían. Pero Jesús “ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre”. (Hebreos 6:19, 20; 7:3.) Por consiguiente, el que cese su función de Sumo Sacerdote mediador para con la humanidad no pone fin a su vida. Los buenos efectos de su servicio como Rey y Sumo Sacerdote permanecerán para siempre con la humanidad, y los seres humanos estarán endeudados eternamente con él por haber desempeñado esas funciones. Además, Jesús llevará la delantera en la adoración pura de Jehová por toda la eternidad. (Filipenses 2:5-11.)
Lecciones valiosas para nosotros
19. ¿Qué lección sobre el odio y el amor podemos aprender de la provisión de las ciudades de refugio?
19 Podemos aprender varias lecciones de la provisión de las ciudades de refugio. Por ejemplo, no se permitía que ningún homicida que hubiera abrigado un odio asesino a su víctima morara en una ciudad de refugio. (Números 35:20, 21.) De modo que, ¿cómo pudiera una persona que mora en la ciudad de refugio antitípica permitir que se le desarrolle en el corazón odio a un hermano? “Todo el que odia a su hermano es homicida —escribió el apóstol Juan—, y ustedes saben que ningún homicida tiene la vida eterna como cosa permanente en él.” Por eso, “continuemos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios”. (1 Juan 3:15; 4:7.)
20. ¿Qué deben hacer los que moran en la ciudad de refugio antitípica para protegerse del Vengador de la sangre?
20 A fin de protegerse del vengador de la sangre, los homicidas involuntarios tenían que permanecer en una ciudad de refugio y no traspasar los límites de sus dehesas. ¿Qué puede decirse de los que moran en la ciudad de refugio antitípica? Para protegerse del gran Vengador de la sangre no deben salir de la ciudad. Tienen que evitar la tentación de acercarse a la orilla de las dehesas, por decirlo así. No deben permitir que se les desarrolle en el corazón amor al mundo de Satanás. Puede que esto requiera oración y esfuerzo, pero su vida depende de ello. (1 Juan 2:15-17; 5:19.)
21. ¿Qué obra remuneradora realizan los que moran en la ciudad de refugio de la actualidad?
21 Los homicidas involuntarios que moraban en las antiguas ciudades de refugio tenían que ser trabajadores productivos. De igual manera, “los hijos de Israel”, los ungidos, han dado un excelente ejemplo como segadores y como proclamadores del Reino. (Mateo 9:37, 38; Marcos 13:10.) Como ‘residentes forasteros’ y ‘pobladores’ de la ciudad de refugio de la actualidad, los cristianos que abrigan la esperanza de vivir en la Tierra tienen el privilegio de participar en esta obra salvadora con los ungidos que quedan en la Tierra. Y ¡qué remuneradora es esta obra! Los que trabajan fielmente en la ciudad de refugio antitípica se librarán de la muerte eterna a manos del Vengador de la sangre. Antes bien, recibirán beneficios perpetuos del servicio de este como gran Sumo Sacerdote nombrado por Dios. ¿Permanecerá usted en la ciudad de refugio y vivirá para siempre?
[Nota a pie de página]
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