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¿Dónde hallar verdadero consuelo?La Atalaya 2003 | 1 de mayo
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Ayuda para soportar enormes presiones
15. a) ¿Qué presiones han sufrido los cristianos del pasado y de la actualidad? b) ¿Por qué pudiera necesitar consuelo el consolador?
15 Aunque todos los siervos fieles de Jehová sufren algún tipo de persecución, en el caso de muchos la presión ha sido enorme (2 Timoteo 3:12). En nuestra época, algunos han sido hostigados por turbas, recluidos en campos de concentración o de trabajos forzados, o encerrados en prisiones, a menudo en condiciones inhumanas. Hay gobiernos que se convierten en perseguidores o toleran que elementos descontrolados actúen a su antojo con total impunidad.
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¿Dónde hallar verdadero consuelo?La Atalaya 2003 | 1 de mayo
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16. ¿Qué ayuda recibió David cuando se vio sometido a grandes presiones?
16 Al verse acosado por el rey Saúl, que quería matarlo, David imploró la ayuda divina: “Oh Dios, oye mi oración; [...] en la sombra de tus alas me refugio” (Salmo 54:2, 4; 57:1). ¿Recibió algún auxilio este joven? Ciertamente. Durante aquel período, Jehová se valió del profeta Gad y del sacerdote Abiatar para transmitirle instrucciones, así como de Jonatán, el hijo de Saúl, para fortalecerlo (1 Samuel 22:1, 5; 23:9-13, 16-18). Jehová también permitió que los filisteos realizaran una incursión en el país, y de este modo distrajo de su empeño al perseguidor de David (1 Samuel 23:27, 28).
17. ¿A quién recurrió Jesús al hallarse bajo intensa presión?
17 El propio Jesucristo soportó intensas presiones en los últimos días de su vida terrestre. Conocía muy bien las repercusiones que tendría su conducta en el nombre de su Padre celestial y en el futuro de la humanidad entera. De ahí que orara encarecidamente, incluso “entrando en agonía”. En aquellas horas difíciles, Dios se encargó de que recibiera el apoyo necesario (Lucas 22:41-44).
18. ¿Cómo consoló Dios a los primeros cristianos que sufrían atroz persecución?
18 Tras la fundación de la congregación cristiana, en el siglo primero, los cristianos sufrieron una persecución tan atroz que todos, salvo los apóstoles, se vieron obligados a abandonar Jerusalén. De hecho, hombres y mujeres eran sacados literalmente a rastras de sus hogares. ¿Cómo los consoló Dios? Asegurándoles mediante su Palabra que tenían “una posesión mejor y duradera”, es decir, la infalible herencia con Cristo que les aguardaba en los cielos (Hebreos 10:34; Efesios 1:18-20). Al proseguir con su predicación, vieron pruebas de que el espíritu de Dios estaba con ellos, y su regocijo fue en aumento por las experiencias que tuvieron (Mateo 5:11, 12; Hechos 8:1-40).
19. Aunque Pablo sufrió atroz persecución, ¿qué opinaba del consuelo divino?
19 Un violento perseguidor llamado Saulo (quien más tarde sería conocido como Pablo) llegó a convertirse en cristiano perseguido. Así, en la isla de Chipre se topó con un hechicero que trató de obstaculizar su ministerio recurriendo al fraude y la tergiversación. En Galacia, el apóstol fue apedreado y dado por muerto (Hechos 13:8-10; 14:19). En Macedonia recibió golpes con varas (Hechos 16:22, 23). Y con referencia a las agresiones de una turba en Éfeso, escribió en una de sus cartas: “Estuvimos bajo extremada presión más allá de nuestras fuerzas, de modo que nos sentimos muy inseguros hasta de nuestra vida. De hecho, sentimos en nosotros mismos que habíamos recibido la sentencia de muerte” (2 Corintios 1:8, 9). Con todo, en el mismo pasaje incluyó las consoladoras palabras que cita el párrafo 2 de este artículo (2 Corintios 1:3, 4).
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